sábado, 29 de noviembre de 2008

ROMANCE DE JUAN, DE SU MADRE Y DE LA FLOR

Mi nieto Juan no había cumplido todavía cuatro años cuando me regaló uno de los momentos más gratificantes de mi abuelez.
Lo había acompañado a que diera unos bastonazos en el club de golf de Lisboa y, de pronto, lo vi rodeado por media docena de viejos socios del club que elogiaban su buen estilo, la concentración de su empeño y la acertada dirección que imprimía a las bolas.
Como si aquella miniatura de golfista fuera ya todo un campeón.




¿Es su mundo una pelota,
o todo su mundo es juego
y el balón solo un avío
de su perpetuo recreo?
Cruza incansable el jardín
detrás del juguete esférico
mientras su madre, en un banco,
administra sus esfuerzos.
Juan no escucha, pero oye
sus perentorios consejos.
En una orilla del parque
ha sembrado el jardinero
amapolas, margaritas
geranios y pensamientos.
La breve mano de Juan,
con un torpe movimiento,
corta el tallo de una flor
y, como siempre, corriendo,
se echa en brazos de su madre
y se la da, con un beso.


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viernes, 28 de noviembre de 2008

EL ENEMIGO NECESARIO

La madrugada del 10 de Noviembre de 1989, al derrumbarse el muro de Berlin, sepultó en sus escombros el precario equilibrio entre las dos mitades en las que el mundo se había escindido tras la guerra que acabó en 1945.
Al este de la frontera del muro se quedaron sin el miedo al imperialismo capitalista y a su pujanza económica, con la que pretendía sobornar las voluntades de la ideología comunista, empecinada en sacrificar la libertad en favor de la igualdad.
Al oeste del muro, su caída significó la derrota del expansionismo revolucionario comunista, contra cuyo contagio se habían inspirado las alianzas económicas y militares de los países con regímenes políticos de democracias parlamentarias.
Cada una de las dos mitades del mundo tenía en la otra un enemigo identificado, geográficamente localizado, de capacidad militar equivalente y con el objetivo común y opuesto de derrotar al contrario.
Con el muro cayó, a ambos lados, el enemigo que todos precisaban para explicar su identidad diferenciada, al menos por contraste.
Y es que, a pesar de todas las condenas teológicas, el ser humano que vive a oriente u occidente de donde el muro servía de frontera, sigue creyendo en lo que predicaba el sabio persa Manes.
El alma del ser humano, decía Manes hace 1900 años, es creación de Dios y el cuerpo del Diablo. La lucha entre esos dos poderes supremos se perpetuará hasta que uno venza al contrario y se apodere del ser humano en su totalidad.
El mundo, como sus habitantes, necesita un enemigo contra el que proseguir la lucha perpetua que es la vida.
El muro, al derrumbarse, dejó sin enemigo a todos y, por lo tanto, perplejos y desconcertados. Hay que buscar y encontrar un enemigo que lo sustituya.
Sería prudente seguir el consejo de Sun Tzu en su obra “El arte de la guerra” de hace 2.500 años: “Si no puedes evitar la guerra, identifica antes a tu enemigo”.
Los primeros seres humanos que parecen haberlo encontrado son los musulmanes.
Sus enemigos son los que no admiten que Dios es único, que todo el poder es Suyo, que hay que someterse sin condiciones ni reservas a ese poder y que Mohamed es el profeta de Dios.
Con los enemigos, los creyentes no pueden transigir ni hacer pactos que impliquen la menor renuncia a los principios de su fé.
En Chechenia o Bombay, quien discrepe del Islam es enemigo del Islam.
Fácil le han puesto los mahometanos a los, para ellos infieles, identificar a su enemigo.
Si no lo han hecho ya es porque no les conviene admitir la evidencia del derribo suicida de las Torres Gemelas, las bombas de Atocha, los explosivos del subterráneo de Londres, el camión contra los gendarmes de Kabila, la ocupación de la escuela de Beslan o el derribo de dos aviones rusos de pasajeros.
Casi todos los enfrentamientos armados que hoy asolan al mundo tienen como beligerantes a radicales islámicos empeñados en imponer la pureza de su creencia.
Los combatientes del Islam se enfrentan tanto a antiguos capitalistas del lado occidental del muro como a ex comunistas de la parte oriental. Todos, sin otra discriminación que la de no ser correligionarios, son sus enemigos.
Los que rechazan un tratamiento recíproco son los ciegos peores. Los que no quieren ver.

jueves, 27 de noviembre de 2008

ALANCEADOR DE MOROS MUERTOS

A quienes nos desconcierta el escarnio soez con que ahora tratan cuestiones de las que hablaban con respeto hasta los más indeseables de antaño, nos amenaza la perplejidad crónica.
Puede que sea un desorden natural de la edad provecta y que, desde que el hombre aprendió a encubrir con la palabra su pensamiento, afecte a quienes contemplen el presente desde el pretérito.
Una manifestación lógica, diría un sociólogo naturalmente argentino, de la brecha generacional.
Será por eso pero, por muy normal que sea la causa de mi perplejidad, yo sigo perplejo.
La intensidad del desconcierto no es uniforme ni, para hablar fino, isócrona. Hay ocasiones en que se exacerba y galopa como un potro en celo.
Esos episodios de perplejidad desbocada, lo he comprobado, obedecen a estímulos externos, ajenos al cadencioso funcionamiento de mi desgastado organismo.
Agarremos al bovino por las astas, que es como un porteño debería decir “cojamos al toro por los cuernos”:
Hay un programa de televisión en la sexta cadena que dirige un gracioso que a sus deudos debe hacerles mucha gracia y en el que, accidentalmente, caí la otra tarde.
Mereció la pena porque la partenaire que, sin disimular su meritoria condescendencia, aguantaba la mala uva de las gracias del gracioso, es un rotundo portento.
El ataque de perplejidad me lo provocó la parodia que escenificaron de Franco, muerto hace 23 años de muerte natural, asistida por un numeroso equipo médico, pero todavía Jefe del Estado.
No era la ramplonería de la parodia, con ser mucha, la causa de mi perplejidad, sino la bravuconería de los comentarios del gracioso, que parecía un perdonavidas al que debiera el parodiado el favor de haber muerto en el poder.
Nada parecido al valor elegante con que se ponderaba la gallardía como virtud, en mis tiempos, ni a la nobleza obligada para con el enemigo incapaz de defenderse, ni siquiera al orgulloso mutismo ante el adversario vencido.
Era la patética baladronada del desafío del ratón al cadáver del gato.
Recuperada en parte la ponderación, tras el agudo ataque de perplejidad al que me indujo el programa, una súbita revelación entreabrió las puertas de mi esperanza.
La tan denostada asignatura de Educación para la Ciudadanía remediaría el mal y encauzaría los bajos instintos del ser humano para que dejara en paz a los muertos, no se ensañe con el vencido y dé siempre una justa oportunidad de defenderse al adversario.
Pero el ánimo del anciano es voluble como la grácil pluma que agita el viento y, sin transición, puede pasar de la esperanza a la suspicacia.
¿Y si el gracioso del programa ya hubiera cursado esa asignatura y la hubiera superado con nota sobresaliente?
Por si acaso, mejor sería buscar un país en el que se deje a los muertos descansar en paz porque, en este, lo más que les espera es el “vae victis” del galo Breno a los romanos vencidos.
Armando Morcillo, en un amable comentario desde Moscú a mi pieza de hace un par de días titulada “Torturas de Yezhov”, hablaba de “la escasa actitud crítica ante Stalin y el régimen de la época” por parte de los rusos de ahora. Recuperé la esperanza:
Si no fuera porque aquí hace tanta falta, le sugeriré a mi admirado comunicante que se lleve a hibernar allí al gracioso de la sexta, para que los cándidos rusos aprendan de su caballerosa nobleza.
Claro que, como mientras Franco vivió, a lo mejor al gracioso le conviene más residir en Cheyenne.

miércoles, 26 de noviembre de 2008

MAREJADILLA LUSITANA

La moderada marejadilla política que desde hace una semana ameniza la circunspección de nuestros vecinos portugueses concernidos por la política amaina, pero no cesa.
La agitación ha sido casi imperceptible porque el talante de os nossos vizinhos es un poco flemático y un mucho taciturno pero, definitivamente, poco propenso a sacar los pies del tiesto.
La siempre moderada discusión política portuguesa acusa ya las tensiones iniciales previas a las elecciones que, el año que viene, decidirán la continuación o el reemplazo del primer ministro socialista José Sócrates.
En esos primeros escarceos de la campaña se discutía la semana pasada la conveniencia de introducir reformas en el sistema judicial y en el de evaluación de los profesores, que la presidenta del partido social demócrata, de centro derecha y en la oposición, considera inoportunos.
El partido social demócrata, PSD, fundado por Francisco Sa Carneiro y por Pinto Balsemao, se turna en el gobierno con el socialista desde hace casi treinta años y a él pertenece Aníbal Cavaco Silva, ex primer ministro y actual presidente de la república.
Por esos antecedentes, las declaraciones de su actual presidenta, Manuela Ferreira Leite, tenían suficiente jerarquía como para que no pasaran desapercibidas.
"No creo en la conveniencia de hacer reformas"--dijo--"mientras esté en vigor el sistema democrático. Sin democracia, sería otro cantar. Y no sé si, en ocasiones, convendría dejar la democracia en suspenso durante seis meses, arreglarlo todo y, después, volver al sistema democrático"
Sesudos debates de educado tono académico se han venido sucediendo desde que hizo su original propuesta la doctora Ferreira Leite, que se ganó el apelativo de Dama de Hierro, como una Margaret Thatcher portuguesa, cuando fue ministra de finanzas en el gobierno de José Manuel Durao Barroso, actual presidente de la comisión europea.
No podían faltar acusaciones, sobre todo desde las filas socialistas y comunistas, de que la doctora Ferreira se ha dejado traicionar por su subconsciente y pretende restaurar la dictadura que cayó en Portugal un 25 de abril de hace 34 años.
Alguno de sus correligionarios, aunque sin secundarla, disculpan la ocurrencia de su lideresa como una broma mal entendida y otros, como el eterno enfant terrible del PSD Marcelo Rebelo de Sousa, admiten que fué un desliz.
Traición del subconsciente, broma o desliz, a la doctora Manuela Ferreira Leite hay que agradecerle un soplo de viveza a la aburrida trivialidad de la política portuguesa.
Es una pena que, aunque la compartan, no se atreva a hacerla alguno de sus colegas de este lado de la raya. Habríamos disfrutado de un espectaculo de fuegos artificiales, con traca incluida, durante una buena temporada.

martes, 25 de noviembre de 2008

TORTURAS DE YEZHOV

El primer gran inquisidor de España, Tomás de Torquemada, no hubiera sido ni siquiera su monaguillo.
Yagoda y Beria, que lo precedieron y sucedieron respectivamente como acólitos de Stalin en la concienzuda misión de librar a la Unión Soviética de disidentes, fueron, en comparación, cándidos filántropos.
Torquemada, Yagoda y Beria criaron fama, pero fue Nikolai Ivanovich Yezhov el que, de verdad, cardó la lana.
Se calcula en cuatro millones el número de indeseables para Stalin de los que libró al tirano entre 1936 y 1938, mientras fue Comisario para el Pueblo de Asuntos Internos y jefe de la NKVD.
El cojo Yezhov, de escaso metro y medio de estatura y aficionado en sus pocos ratos libres a entonar con no mala voz arias de ópera murió, naturalmente fusilado, por orden de su amo en 1940.
No solo dejó en sus 45 años de vida un rastro de bien merecida crueldad, sino que se le adjudica una revolucionaria teoría para intensificar el sufrimiento de sus víctimas hasta el extremo de que no pudieran evitar declararse culpables de las acusaciones más peregrinas que justificaran su muerte.
El enano, como lo llamaban a sus espaldas, sabía que el ser humano tiene una capacidad limitada de sufrimiento antes de morir bajo tortura y que, si sobrepasara ese límite, se quedaría sin arrancarle la confesión que pretendía.
Hombre de escasa talla pero de amplios recursos, ideó el de potenciar el bienestar de su víctima hasta que rozara el éxtasis para, a continuación, hacerlo descender hasta la más infrahumana frontera del sufrimiento.
El éxito coronaba su ingenio.
Un redivivo Yhezov parece que ha organizado la tortura a la que están sometidos desde hace pocos meses los trabajadores españoles, que han pasado de la euforia de la opulencia, que parecía garantizarles pleno empleo de por vida, a la inminencia del paro.
Ahora, los que todavía conservan sus barbas laborales, las tienen en remojo ante la inevitable llegada del barbero.
Por una inexplicable asociación de ideas, me he acordado del cojo enano cantarín Yezhov al hablar esta mañana con un amigo.
Me llamaba desde la pequeña empresa familiar en la que trabajaba, en las afueras de Madrid, y acababan de comunicarle la rescisión de su contrato. Ayer estuvieron estudiando sus dueños cerrar la empresa, pero le han dado un plazo a la esperanza y optado por despedir a cuatro de los diez empleados.
A los seis que todavía conservan el empleo les han aconsejado que, si encuentran trabajo en otro lugar, no duden en aceptarlo.

lunes, 24 de noviembre de 2008

NUESTRA COPA DAVIS

Puede que no llegue a falacia calificar al hombre de animal racional, pero desde luego es una definición que raramente le cuadra.
Si por el genérico hombre-a entendemos al bípedo de edad mediana, de mediano pasar, de salud pasable, hipoteca asfixiante, moderadamente obeso, razonablemente amenazado de paro y nada satisfecho sexualmente, nos estamos refiriendo a lo que un sociólogo argentino calificaría de hombre-a medio-a.
Es decir, a lo que se conocía antiguamente como animal racional.
¿Cómo explicaría razonablemente ese animal su alegría por el triunfo deportivo en Mar del Plata de unos compatriotas que son su antítesis?
Sería lógico que se alegraran si la victoria de los tenistas los hubiera beneficiado en algo y justificaría su malestar si los perjudicara.
Que ganaran la final de la Copa Davis ha perjudicado al español medio que, sin embargo se llenó de gozo por el triunfo. Por eso el hombre, por lo menos el hombre-a español-a no es un animal racional.
Inconscientemente, su alegría lo autoexcluyó del censo de habitantes de España porque la Copa Davis marcó el triunfo de la desigualdad de los españoles y, en una población que no sea homogénea, los menos favorecidos, inevitablemente, se sienten excluidos.
¿Puede un oscuro fracasado crónico sentirse parte de un todo en el que alguno de sus miembros triunfa?
¿No explica y justifica ser miembro de una comunidad habitualmente derrotada el fracaso personal?
El dolor compartido es menos oneroso y la frustración general más llevadera.
En un entorno de indigencia generalizada, la pobreza individual no puede ser vergonzante, porque la opulencia del rico solo es insultante cuando la comparamos con nuestra penuria.
No nos escandaliza el derroche del jeque árabe, sino las angulas que puede pagarse nuestro vecino para la cena de Nochebuena.
Por eso, nos hubiera convenido más a los españoles el triunfo en Mar del Plata de sus adversarios, aunque fueran argentinos, que el de nuestros compatriotas.
Pero vivimos tiempos en que, si la tremenda justicia de la Inquisición perdurara, no quemaría herejes, sino a los que se atreven a decir en voz alta lo que, aunque sea evidente, parezca socialmente incorrecto.
Por eso, a las personas sensatas, sensibles, apocadas y condenadas a perpetuidad a las sórdidas mazmorras del anonimato, no nos es posible alegrarnos de la gloria y el triunfo de los que ayer ciñeron sus sienes con coronas de laurel en Mar del Plata.
Su derrota no nos hubiera hecho más felices pero nuestra frustración personal se hubiera sentido más cómodamente identificada por compatriotas tan fracasados como nosotros.
Pero los buenos tiempos en que los ciclistas españoles llegaban segundos en un sprint, las selecciones de fútbol eliminadas en octavos y los tenistas apeados en la segunda ronda de los torneos se han ido, me temo que para siempre.
Si los triunfos de los deportistas españoles continúan, los desgraciados españoles tendremos que decidir entre seguir sintiéndonos desplazados en éste, o cambiar de país.

domingo, 23 de noviembre de 2008

SONETO ESDRUJULO

Sándalo aspiro si tu vientre beso,
lánguida es tu pasión que el gusto apaga.
Pétalos de jazmín, tomillo, aliaga,
súplica es de amor tu aliento espeso.
Trémulos tus senos en mi boca apreso.
Súbita quietud, voz que divaga,
hálito fugaz, muerte que amaga,
pétrea eternidad debajo de mi peso.
Tálamo de doradas amapolas
ímprobo rodar de ola tras ola
hízonos de la pasión sirvientes.
Héroes fugaces de una idolatría,
ávidos títeres del placer urgente,
víctimas felices del sol y la alegría.

(Escrito y descartado para “Sentencias Salomónicas”)

sábado, 22 de noviembre de 2008

IDILIO EN ROSA DE SOFIA

Su hermano es inteligente y noble. Ella es inteligente y astuta. Su hermano está siempre atento y responde cuando se le pide algo. Ella está siempre igual de atenta, pero solo responde cuando le interesa.
A los dos los han han tratado como a niños,sin la servidumbre ni el privilegio de su sexo.
Pero ella ha reivindicado desde la cuna los que el tópico adjudica a la condición femenina y los vive con tal empecinamiento que parece una caricatura de lo que la tradición ha identificado con la femineidad.
Para Sofía, hasta el cielo debería ser color de rosa.
Por eso, esta octava real es un intento, a todas luces logrado, de mi nieta Sofía.





Son de nata y azúcar en el cielo
las nubes esponjosas que el sol besa
y manchas de dorado caramelo
les tiñen el perfil de color fresa.
Mansos corceles de rosado pelo
tiran del faetón de una princesa.
De túnica, corpiño y manto rosa,
es Sofía la larva de una diosa
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viernes, 21 de noviembre de 2008

CUENTAME,DE VERDAD, COMO PASO

Si renunciara a cambiar la historia y aceptara al ciudadano tal como es, sin pretender crear un hombre nuevo a golpe de leyes, la izquierda dejaría de ser izquierda.
Pero la historia es, para los regímenes que invocan la izquierda como su raíz ideológica, una herramienta para cambiar el presente y configurar el futuro.
No es que los regímenes de derechas estén libres de esa tentación, pero no son hábitos definitorios de su ideología, sino vicios tomados de prestado.
El individuo de talante habitualmente generoso no está libre de alguna que otra ruindad.
¿Y a qué vienen estas vaguedades propias del maestro Piñones, el que no sabía leer y daba lecciones?
Las inspira el capítulo de la serie “Cuéntame cómo pasó” que la televisión que pagamos todos emitió anoche, jueves, referido a los últimos meses del año 1976, en los que recreó las preocupaciones de los españoles al año de la muerte de Franco.
Las barrabasadas y el frenesí de arbitrariedades de los guerrilleros de Cristo Rey y otros ultras nostálgicos del desaparecido, que el capítulo relata, venían a pelo y reflejaban parte de la realidad de aquellos días.
Pero ni era esa la única realidad, ni eran las únicas barrabasadas.
Del tres de Noviembre de 1976 al 16 de Abril de 1977, los sedicentes comunistas de los “Grupos Revolucionarios Armados Primero de Octubre” (GRAPO) asesinaron a siete personas y cometieron un par de secuestros.
Sin contar con los de sus antecesores del FRAP, a los GRAPO se le atribuyen 83 asesinatos.
Peor todavía fue la ejecutoria de ETA durante los meses que presentó el capítulo: la banda terrorista separatista que se define de inspiración marxista mató a 23 españoles del 24-11-75 al 11-1-77.
O las atrocidades de ETA y GRAPO no inquietaban a los españoles de aquellos tiempos o el guionista de “Cuéntame cómo pasó” sufre amnesia selectiva. Si es involuntaria, que vaya al médico. Si es premeditada, que lo quiten y no cobre de mi dinero.
Porque, en el primer caso, está incapacitado para recrear la historia todavía sangrante de España y, si su amnesia es premeditada, está engañando a quienes, sin haber vivido aquellos tiempos, están condicionados por sus consecuencias.
El próximo capítulo, si sigue el orden cronológico de los hechos relatados, debe aludir al asesinato de los abogados laboralistas de Atocha y a los secuestros de Oriol y Villaescusa.
Habrá que esperar a las diez de la noche del próximo jueves para diagnosticar si la amnesia del guionista es premeditada o involuntaria.

martes, 18 de noviembre de 2008

EL MUNDO DE ANDRES

Hasta el más desolado lugar es bueno para que lo nazcan a uno, y la muerte vela con negros crespones hasta la luz del más radiante paraíso.
Si el prodigio de nacer es un regalo inesperado, nacer en Lisboa es, además, un privilegio inmerecido.
En ésta ciudad decorada por las anchas aguas del Tajo que, al reflejarse, tiñen de un azul intenso el techo de su cielo, nació ayer Andrés.
La luz de Lisboa, la primera que ve Andrés, es diáfana y transparente. Los rayos del sol brillan pero no deslumbran.
Es un sol amable, educado, manso y pacífico como un portugués.
Como el sol de su ciudad, los lisboetas son equilibrados, mesurados, corteses y un poco taciturnos, como si no pudieran olvidarse de su grandeza pretérita.
La ciudad, que desde el altivo castillo de San Jorge se derrama por una sucesión de colinas, escoltando al río hasta que se funde en el fuerte de Sao Julião da Barra con el Atlántico, se mueve con la parsimonia de las calesas.
Este país, donde acaba la tierra y el mar comienza, parece milagrosamente preservado de la histeria colectiva que sacude a sus vecinos por la súbita expansión de una crisis económica inesperada.
La conversación de sus habitantes contrasta con el monotema masoquista de sus vecinos sobre la escasez del dinero porque, como hidalgos viejos, parecen reacios a reconocer su penuria.
Me dicen que hablan poco de la crisis por pudor y porque están resignados a ver la opulencia en otros, sin disfrutarla directamente. “Nos conformamos con poco y no echamos de menos lo que nunca hemos tenido”.
Tampoco culpan a los que los gobiernan de la escasez. La crítica sistemática a los políticos es una ocupación de holgazanes que tienen asegurado lo que necesitan para vivir.
Los portugueses no parecen inclinados a perder su tiempo culpando a otros de dificultades evidentes y se empecinan en hacer su trabajo callada y humildemente, sin aullidos a la luna.
Eso y mucho más es la capital del país vecino del de sus padres, en el que Andrés descubrió su mundo.

sábado, 15 de noviembre de 2008

MIGUEL,EL EXPLORADOR JUSTICIERO

En el umbral de la segunda fase de su excitante vida, a punto de cumplir siete años, Miguel, el mayor de los nietos, está descubriendo nuevos desafíos en los que empeñarse: la investigación científica y la exploración del paisaje.
Será porque ya ha derrotado a todos los malandrines, trasgos, dragones y piratas con los que se enfrentó en su primera infancia.
Tuvo como modelos a Superman, Batman, Spiderman y otros héroes importados aunque, fiel a la cultura de sus mayores, a Batman lo llama “el hombre pachocha” y “hombre mojaño” a Spiderman.
Afortunadamente, cada vez tiene más como espejo a su padre, Joaquín, y menos a los mitos de los comics.
También Miguel es idolatrado, sobre todo por su primo Juan, más bien reprimo, porque el padre de Miguel es hermano del de Juan, Pablo, y la madre de Juan, Verónica, hermana de la de Miguel, Belén.


ESPINELA DEL JUSTICIERO

Pobre dragón sanguinario,
tiburón de hambre voraz
o traicionero y falaz
patrón de barco corsario.
Si no tenéis adversario
que os haga de malos buenos
ni se atreva a poner freno
a vuestra conducta cruel,
vendrá mi nieto, Miguel,
a aplastaros como un trueno.

viernes, 14 de noviembre de 2008

CONSEJOS IMPRUDENTES

Hay ocasiones afortunadas en las que informaciones que se difunden como noticias se demuestran falsas, o pierden su categoría inicial de noticia para quedar en trivial rumor sin fundamento.
Ojalá sea ese el caso del supuesto contenido del discurso que el Presidente del Gobierno pronunciará en la reunión en la que, con otros 21, mantendrá en Washington para poner en marcha un plan mundial contra las dificultades por las que atraviesa la economía.
Se dice que el Presidente, basándose en textos elaborados bajo la dirección de sus consejeros José Blanco y Jesús Caldera, trazará el análisis de la crisis actual hasta identificar sus orígenes con las políticas neoliberales de la británica Margaret Thatcher y del norteamericano Ronald Reagan.
Los ciudadanos de los Estados Unidos son envidiablemente celosos de su bandera y de la Jefatura de su Estado, como símbolos de la tenaz lucha por la Independencia de su país, de la que se sienten cotidianamente responsables.
Criticar en público la política de su antecesor una vez fuera de la Casa Blanca es una bajeza que ningún presidente ha cometido, ni permitiría que cometiera nadie en su presencia, y menos a un extranjero, en la residencia que el criticado ocupó, y en su ausencia.
Es inconcebible que sus consejeros recomienden al Presidente del Gobierno español esa torpeza y, en caso de que así hubiera sido, sería una atrocidad que siguiera sus consejos.
El error de quedarse sentado al paso de la bandera de los Estados Unidos sería una trivialidad en comparación con el que supuestamente le proponen.
Si sus consejeros calculan que con ello se ganarían la simpatía de Barak Obama en la que tan ingenuamente confían, están equivocados.
Si el que será presidente de los Estados Unidos a partir del 20 de Enero distinguiera especialmente al gobernante de un país que se hubiera atrevido a criticar en la Casa Blanca a uno de sus antecesores en el cargo, no se lo perdonarían los que lo eligieron el 4 de Noviembre.
Seguir los supuestos consejos de Caldera y Blanco en la reunión de Washington sería un segundo tropiezo en la misma piedra y las magulladuras de éste serían todavía peores que las que ha tenido que sufrir España por haber permanecido sentado al paso de la bandera.

jueves, 13 de noviembre de 2008

TIMOS, TIMADORES Y TIMADOS

¿Basta la bribonada del estafador y el candor del estafado para posibilitar la estafa?
Sospecho que tienen que aliarse circunstancias más complejas a esas tan simples para la consumación del timo.
Para salir de esa duda que desvela a más de un filósofo, nadie presenta mejores credenciales que el afamado doctor Brainwise.
El doctor Shlomo Brainwise, jefe de investigación experimental del departamento de estudios del comportamiento anómalo, de la Facultad de Ciencias Psíquicas y Mentales de la Universidad de Des Moines (Iowa), para ponerle certeramente el cascabel a ese gato, exigió:
--Ponga un ejemplo concreto a esa cuestión abstracta.
Concentró su atención en limpiar los cristales de sus gafas con un clínex mientras movía acompasadamente la cana melena de paje, como asintiendo al relato de ejemplo.
--Hacía años que los atentados de unos terroristas eran el principal motivo de preocupación de los ciudadanos que viven entre Andorra y Gibraltar. Ni la aplicación más estricta de la ley, ni gestos conciliadores y contactos exploratorios habían conseguido acabar con su intransigencia.
Después de un período razonablemente prolongado, en que el acoso de la policía y el rechazo concertado de los representantes de la sociedad parecían a punto de derrotarlos, se produjo un cambio en el gobierno.
Al nuevo mandamás se le ocurrió que la mejor manera de acabar con los terroristas era negociar con ellos. Disculpaba los claros indicios de que seguían empeñados en sus fechorías, rechazaba las advertencias de sus adversarios políticos de que lo estaban engañando y se empecinó en negociar, hasta que asesinaron a tres ciudadanos e hicieron reventar una bomba en un aeropuerto, que mató a otros dos.
Se demostró que había ocultado datos, que si no había mentido tampoco dijo toda la verdad y descargó en la oposición el fracaso de su tentativa. Un fraude. Pero lo reeligieron, ¿por qué?
--Porque los ciudadanos, íntimamente, se sentían culpables de haber confiado en lo que les decía, pero eran tan incapaces como el que los indujo a admitir su culpa. Al absolverlo con su voto, se autoabsolvian. Inconscientemente, prolongaron la quimera de una posible paz negociada, que habían aceptado como lo más cómodo para resolver el problema. ¿Nada más?
--En la campaña electoral, negó tajantemente el vaticinio de la oposición de que dificultades que apuntaban los indicadores de la economía desembocarían en una grave crisis, a menos que el gobierno dictara normas para frenar el despilfarro. Rechazó esas advertencias, garantizó un futuro ilimitado de prosperidad y acusó de antipatriotas a los que advertían de lo contrario.
Una vez reelecto, y aunque nunca reconoció que su pronóstico había sido erróneo, se erigió en abanderado de la lucha contra el desastre económico que antes negaba. Y casi los mismos a los que engañó dicen que siguen creyéndolo. ¿Por qué?
--Porque a la gente, si tiene que escoger entre quien le asegura que todo va bien y quien le avisa de que se avecinan malos tiempos si no reduce sus dispendios, se queda con el primero.
-- Entonces, profesor Brainwise, ¿basta la bribonada del estafador y el candor del estafado para que sea posible la estafa?
--En absoluto. El estafador necesita que su víctima crea que espera obtener ventajas que compensen el riesgo del engaño.
--El estafador, mi querido amigo,-- sentenció el sabio—necesita la complicidad de su víctima.
-- ¿Y nunca escarmentará?
--Cuando se convenza de que Dios está demasiado alto y el Zar demasiado lejos como para fiarse de su ayuda. Cuando aprenda que, para conseguir un duro, tiene que pagar cinco, y no cuatro pesetas.

miércoles, 12 de noviembre de 2008

WASHINGTON: REUNION DE PASTORES

Me ha parecido percibir una confusa algarabía de rumores sobre no sé qué cita de notables en Washington para encontrar remedio a supuestas dificultades económicas que sufre el mundo.
Por la jerarquía de los convocados inicialmente, y por el prestigio del que ha conseguido colarse de rondón, más nos vale andarnos con tiento a los que vamos a sufrir lo que decidan, y encomendarnos a los más reputados expertos en taumaturgia.
Porque parece que quienes se han atribuido la responsabilidad de buscar solución a la supuesta dificultad por la que atraviesa el mundo son los mismos que tenían obligación de atajar el problema antes de que degenerara en crisis.
Una de dos: o dejaron deliberadamente que la cosa empeorara para que su solución los haga merecer estatuas, o fallarán en el tratamiento de la enfermedad tanto como en su diagnóstico.
Más bien parece lo segundo porque, aparte del saudí, al que su mar subterráneo de petróleo lo mantiene a flote, los países de todos los demás asistentes a la reunión están zozobrando y a punto de hundirse.
Si cuando el mal era un simple catarro no supieron curarlo, ¿cómo pueden esperar que confiemos en que ahora, cuando ha evolucionado a una neumonía casi terminal, eviten el desenlace previsible?
Hay uno en particular que, hasta que logró ganar las elecciones, se empecinó en que los votantes creyeran que el país que gobernaría sería la Arcadia del pintor romántico Friedrich August von Kaulbach.
Los votantes, naturalmente, lo creyeron y respaldaron, desoyendo la advertencia de la oposición de que el lobo de la crisis ya había asomado sus orejas.
Una vez que los votantes del territorio comprendido entre Andorra y Gibraltar le dieron los votos que negaron al líder de la oposición, del que puso en duda su patriotismo por alertar sobre la inminencia de la crisis, acabó aceptándola, primero a regañadientes y después autoproclamándose adalid en su combate.
Con tanto empeño ha abrazado la nueva cruzada, que se movió de Pekín a San Salvador para que lo admitieran en el cónclave de Washington.
Lo consiguió finalmente porque su país es uno de los de economía más pujante del mundo, pero no parece el más idóneo para representar a su país.
Una persona formal, capaz de mirar a la cara a su interlocutor sin sonrojarse, hubiera admitido su error o su ardid para seguir en el machito, se habría retirado a la privacidad de una vida descasada lejos del mundanal ruido y habría cedido a otro menos contumaz en la negación de la crisis la responsabilidad de ayudar a salir de ella.
Pero política y formalidad parecen incompatibles. Por eso, el que hasta ayer la negaba, representará a España a en la sesión clínica de Washington para decidir el tratamiento contra la enfermedad que aqueja al mundo.
Si todos los demás están tan calificados como el que envía España, no tenemos salvación. Con guardianes así, el lobo de la crisis se va a dar un festín.
Reunión de pastores, oveja muerta.

martes, 11 de noviembre de 2008

GUERRA Y ETICA

Las fuerzas españolas enviadas a Irak tres meses después de la derrota militar de Sadam Hussein se retiraron porque, dijo cuatro años más tarde el presidente del gobierno que ordenó la retirada, “la guerra, además de mal enfocada, había sido ilegal”.
Tan mal enfocada que el ejercito atacante aniquiló al atacado a las tres semanas de bombardeo y, prácticamente, sin enfrentamiento directo entre los combatientes.
Si el éxito de una guerra lo mide la derrota del enemigo con el menor costo posible de bajas propias, pocas guerras en la larga historia bélica de la humanidad estuvieron mejor enfocadas que la de Irak en marzo-abril de 2003.
¿Fue legal? ¿Qué guerra lo es?
La sentencia del pleito sobre la legalidad de una guerra,idealismos aparte, la pronuncia el vencedor porque establecer una relación entre ética y guerra es tan disparatado como distinguir el color por los olores.
La experiencia ha demostrado, por desgracia que, si la campaña para derrotar militarmente a Irak estuvo bien enfocada porque logró su objetivo, fue un error la ocupación del territorio para imponer a sus habitantes un régimen político afín a los vencedores y ajeno a los vencidos.
El mismo error en el que están incurriendo en Afganistán los soldados de la coalición internacional participada por España y que ya ha costado la vida a 88 de los militares españoles.
A los ejércitos de la coalición internacional les han encomendado sus gobiernos una quimera tan irrealizable en Irak y Afganistán como en cualquier país al que hayan sido destinados para imponer normas de conducta política extrañas a su cultura.
En todas esas misiones el fracaso es predecible e inevitable. Antes de pastorear a los habitantes de esos países a un sistema de autogobierno que se fundamente en la división de poderes, los nativos deberían asumir que el poder, compartimentado en legislativo, ejecutivo y judicial, no es patrimonio exclusivo ni lo ejerce directamente Dios.
Una vez que los pueblos a los que se quiere ayudar a organizarse democráticamente acepten que el poder lo ejercen de forma legítima sus gobernantes por delegación de quienes los elijan libremente, las democracias occidentales podrán aconsejarles cómo perfeccionar sus sistemas políticos.
Hasta entonces, más les valdría a las potencias occidentales renunaciar a conducir a la fuerza hacia donde no quieren ir a pueblos que no aceptan la division de poderes, dejarlos que se organicen como quieran y, si suponen una amenaza para los vecinos que no sean de su cultura, meterlos en cintura con campañas como la que, en tres semanas, acabó con la tiranía expansionista de Sadam Hussein.
Pero que no vuelvan a caer nunca en la tentación de ocupar sus territorios.
Quo usque tamdem abutere, Catlina, patientia nostra?

lunes, 10 de noviembre de 2008

MORIR EN AFGANISTAN

Los ha matado el fanatismo del conductor suicida de un camión cargado de explosivos, pero su muerte es una consecuencia previsible del choque de intereses en Afganistan de las dos superpotencias de la guerra fría.
Antecedentes de la muerte de los militares españoles Rubén Alonso Ríos y Juan Andrés Suárez:
Agosto de 1978: La Unión Soviética, que todavía disputaba la hegemonía mundial a los Estados Unidos, despliega su 40 ejército en Afganistán, con el fin declarado de ayudar al gobierno comunista afgano, acosado por la guerrilla fundamentalista musulmana.
Lo que realmente perseguía la invasión militar soviética era uno de los objetivos tradicionales rusos: una salida al Océano Indico, del que solo la separaría Pakistán tras ocupar Afganistán.
El gobierno pakistaní por miedo a la amenaza soviética y el de Arabia Saudita, para ayudar a sus correligionarios mujaidines contra el ateismo comunista, apoyaron a los integristas musulmanes rebeldes, alentados por los Estados Unidos, por medio de su CIA.
El Presidente Jimmy Carter, a pesar de la ingenuidad inicial de su política pacifista, tuvo que admitir la necesidad de enfrentarse a la intervención soviética en Afganistán como una amenaza a toda la región del Golfo Pérsico y, con la llegada al poder de Ronald Reagan, comenzó a materializarse el apoyo activo norteamericano.
“La guerra de Charlie Wilson”, publicado por la Editorial Almuzara, pormenoriza la decisiva ayuda militar norteamericana para que los mujahidines derrotaran a los soviéticos y los expulsaran de Afganistán, lo que se consumó el 15 de Febrero de 1989.
La acelerada erosión del comunismo y la caída en Noviembre de 1989 del muro de Berlín, que simbolizó el derrumbamiento comunista, se debieron en parte al descontento interno por el desastre militar de Afganistán.
Diez años más tarde, mujahidines a los que los Estados Unidos habían ayudado y entrenado para derrotar a los soviéticos, participaron como protagonistas o cómplices en el choque de aviones secuestrados contra las torres gemelas de Manhattan.
El atentado no tenía móviles estratégicos ni de conquista. Solamente castigar el que consideraban centro de una cultura infiel, incompatible con la de los creyentes musulmanes, la única verdadera.
Como represalia, los Estados Unidos capitanearon la coalición armada contra Afganistán, que todavía colea, en uno de cuyos episodios han muerto los dos militares españoles,
La Unión Soviética y Estados Unidos cometieron el mismo error: pretender desplazar por la suya la civilización de un país, sin suplantar previamente su cultura.
Romanos, musulmanes, españoles e ingleses no lo hicieron así.
Los tres primeros dosificaron sabiamente el exterminio de los habitantes de las tierras en las que querían imponer su civilización y el mestizaje de los de individuos de la cultura invasora con los de la cultura invadida.
Crearon así el conjunto de símbolos, creencias, costumbres y mitos sobre los que se basaran las normas y leyes que regularan la sociedad de la nueva civilización.
En los territorios en los que implantaron la suya, los ingleses exterminaron previamente a la población nativa y la reemplazaron por la traída de fuera. Canadá, Estados Unidos, Australia, Nueva Zelanda o Gibraltar son ejemplos.
En otros territorios donde los ingleses estuvieron, se limitaron a explotarlos como colonias, sin mezclarse con los nativos ni interferir decididamente en sus creencias, base de sus culturas: Egipto, Pakistán, India, etc.
Antes de que lo hicieran la Unión Soviética o los Estados Unidos, Alejandro Magno desde el Oeste, los budistas del imperio Kushan desde el este y los ingleses el siglo pasado ocuparon y perdieron Afganistán, pero sin pretender suplantar su cultura.
Lo hicieron, en cambio, los musulmanes que llegaron poco después que a España, acabaron con las religiones locales de sus habitantes y los unieron en el monoteísmo fanático del Islam, basado en el monopolio único del poder por parte de Dios.
Para que los intentos civilizadores de soviéticos o norteamericanos hubieran fraguado en Afganistán, tendrían que haber convertido a los afganos antes a sus religiones: que el poder lo monopoliza el Partido o que reside en el Pueblo. Para un musulmán eso hubiera sido una blasfemia, incompatible con la religión de su cultura.

domingo, 9 de noviembre de 2008

O COLABORAS O NO COOPERO

A LA CARMELA DEL ROMANCE




La ropa con que te cubres
te ciñe tanto, Carmela,
que al ir a pelar la pava
tengo que llevar tijeras
para cortar los tirantes
con que el sostén te sujetas.
O vistes prendas mas sueltas,
cagüen tus muertos, Carmela,
o te va a pelar la pava
el que pelártela quiera.
La mía me la pelo solo,
cagüen tus muertos, Carmela.



(Tomado de “Sentencias Salomónicas para Doce Problemas Humanos y para Uno Divino”, de Miguel Higueras Cleries, editorial Visión Net.)

sábado, 8 de noviembre de 2008

ROCIO, AURORA ROSADA

Rocío nació en Lisboa y fué bautizada en la capilla del Palacio de Palhavá, residencia del embajador de España en Portugal, con agua del Río Guadalquivir.
Eran vísperas del 28 de Octubre, día de la marea roja electoral que llevó al poder en España a los rojos del PSOE.
Por eso, estuvo en un tris de llamarse Aurora.


ROCIO


Aurora de escarlata engalanada
y preludio radiante de una España
hasta entonces frailuna, triste, huraña,
que nimbaste al nacer en luz dorada.
Heraldos anunciaron la alborada
de una era de paz, por siempre extraña
a esta tierra de bandidos y alimañas
fatigada de odiar y ser odiada.
Como lágrimas felices de un lucero
rocío de cristal, suspiro mañanero,
enjoyaste de luz un mundo oscuro.
En el ocaso anunciado de mis sueños,
más que en sazón mi corazón maduro,
fuiste al llegar un céfiro sureño.

viernes, 7 de noviembre de 2008

LO QUE EL TIEMPO SE HA LLEVADO

La solución de los problemas aparentemente más intrincados suele ser tan obvia que la enrevesada mente humana es incapaz de percibirla.
No siempre ha sido así porque, antiguamente, cuando el hombre disponía de sonidos inarticulados y gruñidos como medio de expresión, no había equívocos.
Pero cayó en la tentación de iniciar lo que después se llamó civilización y lo primero que hizo fué inventar la palabra para camuflar con ella lo que de verdad pensaba y quería.
Cuando uno de aquellos antepasados con pinta de Arnold Schwarzenegger velludo oía algún alboroto fuera de su cueva, le decía con gruñidos a su mujer: voy a ver qué pasa.
Ahora, si no sabe cómo conseguirt que su mujer le permita ir al bar de la esquina a ver un partido de fútbol que solo televisan en pago por visión, le dice que tiene que salir a renovar el tiquet de aparcamiento para que no le pongan una multa. La engaña para satisfacer un deseo instintivo.
En los añorados tiempos del gruñido, si un individuo tenía hambre, comía lo que encontraba, eructaba y se echaba una siesta tan tranquilo.
Ahora, no. Ahora, para comer como las normas han impuesto, hay que seguir un curso de nutrición y dietética, aunque sea por correspondencia.
Después, que nadie vaya a pretender comer nada sin comprobar que lo permiten la fecha de caducidad, los componentes grasos, proteínicos, energéticos, su proporción de fibras y de hidratos de carbono.
Si lo que pretendemos comer supera todos esos requisitos, hay que asegurarse de que sea dietéticamente compatible con cualquier otra cosa que comamos antes o después.
Ninguna de esas imprescindibles cautelas garantiza una buena digestión y una asimilación idónea de lo ingerido porque, si la modorra nos tienta y echamos una siesta sin el preceptivo paseo previo de veinte minutos de duración, nuestra frágil salud corre peligro.
Todo eso no es así porque sí, sino porque así los hemos hecho.
A la evolución del ser humano debemos el milagro—no se sabe si bueno o malo, si obra de Miguel o de Ázael—que ha transformado la herramienta a su servicio que era el cerebro en el tiránico ordenador que nos obliga a servirlo.
Aquel tosco utensilio que era el cerebro, y que dictaba al hombre los reflejos naturales para satisfacer lo que su instinto le pedía, lo hemos transformado en un complejo ordenador para que domestique nuestro instinto.
De aquellos ignorantes primitivos descendemos y mérito de ellos es que la humanidad haya sobrevivido 50.000 años.
Si los antiguos hubieran sabido tanto como los que de ellos descendemos sabemos, ¿habría sobrevivido tantos años la raza humana?

jueves, 6 de noviembre de 2008

DE PARTE DE MORATINOS

Si Susan Elizabeth Rice hubiera tenido interés en hablar con Miguel Angel Moratinos, el ministro español de asuntos exteriores no habría tenido que dejarle tantos recados sin que la asesora en política exterior de Barak Obama le devolviera la llamada.
La apretada biografía de esa brillante joya de la élite intelectual y política negra del Distrito de Columbia sugiere que, en sus 44 años de edad, en pocas ocasiones habrá dejado para mañana lo que creyera que debería haber hecho hoy.
Por muy inteligente que Elizabeth sea, que lo es, entre sus virtudes tiene necesariamente que destacar la diligencia porque, si la indolencia le impidiera contestar llamadas que le interesaran, no habría conseguido a su edad todo lo que ya ha logrado.
La atractiva Elizabeth, sin parentesco con la secretaria de estado de George Bush Condoleeza Rice, está casada con el productor de los servicios informativos de la cadena ABC Ian O. Cameron, con el que tiene dos hijos.
Además de esposa y madre de familia, Elizabeth Rice era desde 2002 directora del programa de Economía Global y Política Exterior de Instituto Brookings, uno de los punteros de Estados Unidos en investigación y estudio de un amplio abanico de innovaciones políticas, económicas y sociales.
En la Universidad de Stanford, donde obtuvo una beca Truman, se licenció en historia, en la de Oxford estudió con una beca Rhodes, y su tesis sobre relaciones internacionales la consideró la Asociacion Británica para Estudios Internacionales “la más destacada”.
Entre las responsabilidades políticas que ha desempeñado destacan la de directora de Organizaciones Internacionales y de Mantenimiento de la Paz del Consejo de Seguridad Nacional con la Administración Clinton, Asesora Especial Presidencial para asuntos africanos y Secretaria de Estados Adjunta para Asuntos Africanos.
Los burócratas del Departamento de Estado a los que tuvo que meter en cintura para que despertaran de su letargo rutinario se quejaban de su arrogancia juvenil, de ignorar todo lo que no le interesaba y de no permitir discrepancias.
“Tendrán que tratar conmigo estrictamente como profesionales y no como amigos”—replicó en una entrevista cuando la periodista le expuso esas quejas—“Represento al gobierno de los Estados Unidos de América”.
Dicen que la firmeza de su carácter la ha heredado de su padre, catedrático de economía de la Universidad Cornell y ex gobernador del Sistema Federal de la Reserva.
La asesora de Obama, a la que el día del triunfo electoral del senador negro intentó contactar sin éxito el Ministro de Asuntos Exteriores de España, ha revelado que su padre le advirtió cuando era niña: “Nunca te quejes ni te aproveches de tu condición racial”.
Los de su raza la acusan de “excesivamente complaciente” hacia los blancos, por su afinidad con la élite política y económica dominante.
Si, como se mostró esperanzado Moratinos en el programa 59 segundos, consigue finalmente que lo escuche, es para envidiar su suerte.

miércoles, 5 de noviembre de 2008

SALVADOS POR OBAMA

Quien iba a decirle a Salomón que, tantos años después, iba a pasarse en blanco otra noche electoral norteamericana.
En las elecciones de 1968 y 1972 Salomón Cabeza Sagaz se ganaba la vida como corresponsal en los Estados Unidos y las exigencias del oficio lo obligaron a permanecer despierto.
Su testimonio de las victorias de Richard Nixon en ambos procesos electorales carecian de la precisión estilística, de la hondura analítica y de la amplitud panorámica de Theodore White en sus “The making of the President”correspondientes a esos años.
Pero las noticias, reportajes y crónicas de Salomón lo sacaron airosamente del paso y le permitieron comer el plan blanco y beber la cerveza amarga del exilio unos años más.
Pero el 4 de Noviembre de 2008, jubilado y sin más compromiso que el de aguantar hasta donde resista, tampoco pudo dormir.
No le quitó el sueño su interés, ni siquiera su curiosidad, por saber si Obama o McCain serían el próximo presidente de los Estados Unidos, sino una frivolidad todavía más intranscendente: un partido de fútbol.
Una especie de desazón interior, de desconcierto inexplicable, lo inquietó desde que, esperando que el partido empezara, la televisión anunció la alineación de los dos equipos.
En el inglés , el entrenador y cuatro de sus futbolistas eran españoles mientras que, en el español, el entrenador y nueve de los jugadores eran extranjeros.
Era inevitable el dilema que acabó en insomnio: su patriotismo español, ¿por cuál de los dos debería inclinarse?
En el duermevela de esos momentos ambiguos, fronterizos entre la noche y el alba, una pertinaz pesadilla se mezcló con su desconcierto futbolero como el aceite y el vinagre de una ensalada.
Soñó que el pueblo español clamaba y el gobierno accedía a que se declarara la guerra a los Estados Unidos por el triunfo electoral de Obama.
Cuando el automático del reloj despertador saltó a las diez de la mañana y se enteró de que se había hecho justicia y de que McCain había perdido, suspiró aliviado: los Estados Unidos no tendrían oportunidad de hundir escuadras españolas en Cavite y Santiago de Cuba.
Salomón ha renunciado al imposible de decidir si debería haber simpatizado con el club ingles o con el español, que terminó empatado a un gol.
¿Y Obama?
--Ese es otro cantar porque, su victoria le plantea el mismo problema al que tuvo que enfrentarse el senador Douglas Dillman.
El senador Dillman, presidente pro tempore del senado, de raza negra y protagonista de la novela de Irving Wallace “The Man”, llegó a la presidencia de Estados Unidos cuando el presidente y los tres que lo precedían para la sucesión, murieron en un accidente en Alemania.
El principal problema de Dillman, como puede que lo sea de Obama, es que sus decisiones se interpreten como determinadas por su raza.

martes, 4 de noviembre de 2008

NEGRO Y RIZADO

Que me crezca rizado el que he ido perdiendo hasta llegar a la calvicie que hoy luzco, si acuso a la propaganda publicitaria de basarse habitualmente en la mentira.
Pero que me quede sin el poco pelo que conservo si me rebate alguien que la publicidad se sirve con frecuencia de la exageración.
Baso mi teoría en un anuncio del salón Minneapolis de la calle 42 este de esa ciudad de Minnesota, que afirma que el 99 por ciento de la población de los Estados Unidos tiene el pelo rizado.
El anuncio, por lo menos, contradice las teorías de Jablonski e Iyengar sobre la evolución del cabello desde el crespo general de los primeros humanos, que debían protegerse de la violencia de los rayos ultravioleta de la Africa de la que procedían.
Según esa teoría, el cabello afro se fue haciendo lacio para facilitar que los rayos ultravioletas de las regiones septentrionales, menos intensos, llegaran fácilmente a la piel, para contribuir a la elaboración de la vitamina D, imprescindible para el desarrollo óseo.
Admitamos que la proporción de norteamericanos de pelo rizado la exagera deliberadamente el anuncio del salón de Minneapolis por interés comercial, pero cuando el río suena no cabe duda de que lleva agua.
Seamos severos y reduzcamos a la cuarta parte el número de norteamericanos de pelo rizado y dejémoslos en el 22 por ciento de la los 305 millones de habitantes de los Estados Unidos.
Aunque generosos en la rebaja, el resultado es igualmente preocupante porque, según los estudios que el abogado Peter Browne ha realizado en sus ratos libres, todavía no han elegido los norteamericanos presidente del país a ningún compatriota de pelo rizado.
El retrato de Zachary Taylor pintado por William Garl Brown sugiere, pero no confirma, rizos en las patillas del duodécimo presidente de los Estados Unidos, que gobernó de 1849 a 1850.
Por lo que pronostican los sondeos, cuyos resultados solo se equivocan cuando no aciertan, esa injusta discriminación contra los norteamericanos de cabello encrespado tiene sus horas contadas.
Si Barak Obama gana hoy las elecciones, los negros norteamericanos—el 12 por ciento de la población—tendrán el primer presidente de su raza, como acredita la piel del candidato.
El abogado Peter Browne también estará de enhorabuena porque los norteamericanos, por fin, elegirán su primer presidente de pelo rizado. Quien lo dude, que le pida y obtenga permiso para pasar su mano por la cubierta pilosa de su cabeza.
Con la elección de Obama, además de la mayoría de los españoles, el casi trece por ciento de sus compatriotas negros y el 22 por ciento de los de pelaje rizado estarán felices. Que de salud les sirva.

lunes, 3 de noviembre de 2008

USA: LA REVOLUCION PENDIENTE

Si el senador por Illinois Barak Obama consiguiera por lo menos 278 de los 538 votos de compromisarios en las elecciones del día 4 (primer martes después del primer lunes) de Noviembre, será el próximo presidente de los Estados Unidos.
Sería el primero de los 37.334.570 negros de los Estados Unidos, que representan el 12,38 por ciento de la población, que accede a la jefatura del estado.
Su posible elección la anhelan los progresistas ingenuos como una reparación debida a su minoría racial, y proclaman como revolucionaria su llegada a la presidencia.
Pero la verdadera revolución habría sido que Hillary Clinton, a la que Obama derrotó en la disputa por la candidatura del partido demócrata, volviera como inquilina titular a la Casa Blanca, que ya habitó como consorte.
Entre la Clinton y Obama, el principal logro del senador negro es que su revolucionaria elección como miembro de una minoría marginada se ha adelantado a la de Clinton, que forma parte de una mayoría, por ahora incapaz de conseguir igualdad de derechos.
Gracias a su habilidad para sortear los vericuetos parlamentarios, Lyndon Johnson logró lo que su antecesor, John Kennedy, no pudo: establecer la igualdad de derechos para todos norteamericanos, sin distinción de raza.
No ha tenido la misma fortuna la ERA (Equal Rigths Amendment), que desde 1923 intenta, y no consigue, que de la Constitución de los Estados Unidos desaparezca la discriminación contra el 50,3 de su población, las mujeres.
La ERA propone en el primero de sus tres artículos que “la igualdad de derechos reconocidos por las leyes no pueden negarla por razones de sexo los Estados Unidos ni ninguno de sus Estados”.
El segundo artículo autoriza al Congreso a aprobar la legislación adecuada para su cumplimiento y el tercero fija la fecha de entrada en vigor de la enmienda dos años después de su ratificación.
La Enmienda para la Igualdad de Derechos logró en Marzo de 1972 salvar todos los escollos legislativos del Congreso y empezó a correr el plazo para que dos terceras partes (38) de los cincuenta congresos estatales la ratificaran.
Cuando el plazo expiró en 1979, la habían ratificado solamente 35 de los 38 congresos estatales. La enmienda constitucional que hubiera prohibido la discriminación por razón de sexo en Estados Unidos sigue en el letargo.
Ni la legislación sobre derechos civiles ideada por Kennedy e impulsada por Johnson ni la de Igualdad de Derechos que prohíbe la discriminación sexual eran imprescindibles para la elección de Presidente, pero su aprobación o rechazo son síntomas de la actitud de los norteamericanos a su respecto.
La posible elección de Obama es una prueba de que les importa más a los norteamericanos la discriminación racial que la sexual. Antes el negro Obama que la rubia Hillary Rodham Clinton.

domingo, 2 de noviembre de 2008

DIA DE LOS FIELES DIFUNTOS

SONETO PARA ANTES DE LA INHUMACION




Muerden ya mis encías desdentadas
la seca tierra que mi jugo espera.
El que era no soy, soy el que era,
soy un tenue fragmento de la nada.
En limbo de quietudes desoladas,
camposanto de anhelos y quimeras
peregrino sin rumbo ni fronteras
ansiando una imposible madrugada.
Un recuerdo fugaz, quizá mi nombre,
mencionen sin pasión y sin que asombre
al evocar historias del pasado.
Invoco como prueba y por testigo
de mi manso vivir subordinado
no haber ganado premio ni castigo.


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sábado, 1 de noviembre de 2008

VERONICA

Verónica nació en el Hospital Español del Distrito Federal de México.
Ahora, casada y con dos hijos, vive en Lisboa. Está esperando su tercero, mi sexto nieto.
En la ronda de consultas familiares, yo propuse Satanás o Cain como nombre adecuado para el que ha de llegar pero me temo que, como en asuntos de menor enjundia que éste, tampoco me harán caso.
Y acertarán porque, como el tiempo se encargó de demostrar, yo siempre me equivoqué donde mis hijas acertaron.



VERONICA, DEL OTRO LADO DEL MAR


Junto a campos de henequén sembrados,
bajo ceibas de ramas retorcidas,
del cacao y de la miel se hizo vida
un pálpito de anhelos coronado.
En el azul de turquesas engarzado
que el guajolote ensueña cuando anida
Verónica alentó con su venida
ruinas, templos y dioses destronados.
La vida que empezó en la Nueva España,
tan cercana a su estirpe y tan extraña,
en su viejo país brotó esplendente.
El buen Dios generoso la bendijo
y pródigo le dió el mejor presente:
El mágico milagro de sus hijos.

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