miércoles, 26 de noviembre de 2008

MAREJADILLA LUSITANA

La moderada marejadilla política que desde hace una semana ameniza la circunspección de nuestros vecinos portugueses concernidos por la política amaina, pero no cesa.
La agitación ha sido casi imperceptible porque el talante de os nossos vizinhos es un poco flemático y un mucho taciturno pero, definitivamente, poco propenso a sacar los pies del tiesto.
La siempre moderada discusión política portuguesa acusa ya las tensiones iniciales previas a las elecciones que, el año que viene, decidirán la continuación o el reemplazo del primer ministro socialista José Sócrates.
En esos primeros escarceos de la campaña se discutía la semana pasada la conveniencia de introducir reformas en el sistema judicial y en el de evaluación de los profesores, que la presidenta del partido social demócrata, de centro derecha y en la oposición, considera inoportunos.
El partido social demócrata, PSD, fundado por Francisco Sa Carneiro y por Pinto Balsemao, se turna en el gobierno con el socialista desde hace casi treinta años y a él pertenece Aníbal Cavaco Silva, ex primer ministro y actual presidente de la república.
Por esos antecedentes, las declaraciones de su actual presidenta, Manuela Ferreira Leite, tenían suficiente jerarquía como para que no pasaran desapercibidas.
"No creo en la conveniencia de hacer reformas"--dijo--"mientras esté en vigor el sistema democrático. Sin democracia, sería otro cantar. Y no sé si, en ocasiones, convendría dejar la democracia en suspenso durante seis meses, arreglarlo todo y, después, volver al sistema democrático"
Sesudos debates de educado tono académico se han venido sucediendo desde que hizo su original propuesta la doctora Ferreira Leite, que se ganó el apelativo de Dama de Hierro, como una Margaret Thatcher portuguesa, cuando fue ministra de finanzas en el gobierno de José Manuel Durao Barroso, actual presidente de la comisión europea.
No podían faltar acusaciones, sobre todo desde las filas socialistas y comunistas, de que la doctora Ferreira se ha dejado traicionar por su subconsciente y pretende restaurar la dictadura que cayó en Portugal un 25 de abril de hace 34 años.
Alguno de sus correligionarios, aunque sin secundarla, disculpan la ocurrencia de su lideresa como una broma mal entendida y otros, como el eterno enfant terrible del PSD Marcelo Rebelo de Sousa, admiten que fué un desliz.
Traición del subconsciente, broma o desliz, a la doctora Manuela Ferreira Leite hay que agradecerle un soplo de viveza a la aburrida trivialidad de la política portuguesa.
Es una pena que, aunque la compartan, no se atreva a hacerla alguno de sus colegas de este lado de la raya. Habríamos disfrutado de un espectaculo de fuegos artificiales, con traca incluida, durante una buena temporada.

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