domingo, 1 de febrero de 2009

PADRES DE LA MATRIA

Un país que como España ha sobrevivido 30 siglos bajo dispares sistemas de organización social y política debe su larga vida al patriotismo, no siempre reconocido, de algunos de sus hijos.
Cuando dentro de otros 30 siglos se estudie en las escuelas la nómina de patriotas que contribuyeron a la supervivencia de España que nadie busque en ella a Don Pelayo, los Reyes Católicos, Hernán Cortés, El Gran Capitán, Francisco Pizarro ni, por supuesto, a Franco.
Desaparecerán esos nombres y los de algunos más de su calaña cuyos falsos méritos fueron ponderados en tiempos de exaltación fascista, por sus excesos militaristas al servicio del Imperialismo Español.
Con la perspectiva que proyecta hacia el futuro la España democrática, descentralizada e impulsora de la Alianza de las Civilizaciones, serán el conde Don Julián, Tarik Abu Zara, Al Hakem II, Blas Infante, José Luis Rodríguez Zapatero y Gaspar Llamazares, los nombres de inclusión obligatoria en la nómina de españoles eméritos.
Don Julián, gobernador de Ceuta, negoció con Tarik Abu Zara el paso del Estrecho para vengarse de su Rey, el visigodo Don Rodrigo, por haberse beneficiado a su hija, La Caba, y negarse a lavar la afrenta casándose con ella.
Tarik, que con nueve mil de sus rifeños derrotó a Don Rodrigo en la batalla de Guadalete, puede considerarse el primer ciudadano de la España multicultural, moderna y democrática.
El Califa Al Hakem II, que con su caudillo Almanzor llevó la nueva civilización a toda la Península, contribuyó además al esplendor cultural de España gracias a su innovación del nay, la flauta árabe de caña, a la que le añadió su sexto orificio.
Blas Infante tuvo la audacia y el acierto de renegar de la cultura grecorromana de su tierra y abrazar el islamismo, lo que le valió su reconocimiento como Padre de la Patria Andaluza.
Zapatero, como presidente del gobierno de España, impulsó la Alianza de Civilizaciones, que sustenta la paz de que goza la Humanidad desde que la formuló a principios del siglo XXI.
El impagable servicio de Gaspar Llamazares a España fue lograr la desaparición del Comunismo ya que la formación política que capitaneaba, Izquierda Unida, pasó de ocho a dos diputados en los siete años que la dirigió.
Llamazares, en un rasgo de congruencia, propuso además que el nombre de rancio tufo franquista de la cadena estatal Radio Nacional de España, se llamara simplemente Radio Española.
Además de permitir un espectacular aumento en el número de oyentes, la supresión de la palabra “nacional” devolvió la coherencia al nombre de la cadena porque España, como nación única de los españoles, hacía tiempo que había dejado de existir.
Como servirán de ejemplo a ciudadanos de una España sin discriminación de raza, creencia, ni sexo, se conocerá como la lista de los Padres de la Matria, para que ninguno de los miembros de matrimonios entre personas del mismo sexo, que entonces serán los habituales, pueda quejarse.