lunes, 3 de agosto de 2009

AMIGOS DE RAJOY

Ni como registrador de la propiedad ni como Presidente del Partido Popular, a Mariano Rajoy se le hubiera ocurrido la frivolidad de ver “La Noria” de Telecinco el sábado primero de Agosto.
Debería haberlo hecho, porque habría sido testigo de la unción con que los paniaguados del PSOE María Antonia Iglesias y Enric Sopena lo defendían, y de la saña con que acometían contra Esperanza Aguirre.
Como es persona de inteligencia probada, Rajoy habría deducido que, si la defensa de su liderazgo olía a chamusquina, la inquina contra la Aguirre identificaba el foco del incendio que los socialistas temen.
En pocas palabras: que Sopena e Iglesias, por cuyas bocas hablan los socialistas y cuyas palabras traducen lo que los socialistas piensan, le temen a Aguirre más que el Diablo al agua bendita y que, con Rajoy como adversario, están mas tranquilos que el Braulio.
Son los programas como “La Noria”, y no los sesudos debates, los mítines electorales para convencidos o la propaganda electoral gratuita, los caladeros en los que los partidos que quieran ganar elecciones tienden sus redes para pescar votos.
Sorprenden a los electores con la guardia baja y absortos en los triviales chismes de la maledicencia y, en esa tierra muelle y fecunda, es donde mejor germinan los mensajes ideológicos que inconscientemente moverán la mano al escoger la papeleta electoral.
Esa partida de ajedrez que son las elecciones empieza a jugarse desde que se cerraron las urnas en la anterior convocatoria electoral y, en ella, la izquierda mueve sus alfiles y caballos con maestría que la derecha se niega a aprender.
Prueba de ello, el dominio de las diagonales de maestros como Iglesias y Sopena.
Los abogados coyunturales de Rajoy, alumnos aventajados en algún curso sobre técnica dialéctica de la universidad Patricio Lumumba donde aprendieron a no dejar hablar a sus contrincantes, deberían hacer meditar al Presidente del Partido Popular.
Si lo que quiere es ser Presidente del Gobierno en las elecciones de 2012 a cualquier precio, que aguante y encabece la lista de su partido por Madrid. A lo mejor, Zapatero sigue acumulando dislates en su gestión y los votantes le dan la espalda.
Sería una victoria del Partido Popular no por méritos propios, sino por desaciertos del PSOE. Una victoria pasiva.
Pero si quiere que su Partido gobierne España, aunque sea gracias a una candidatura que no la encabece su nombre, que pida un vídeo de la tertulia de “La Noria” de Telecinco del primero de Agosto. Descubrirá cómo, y con quien encabezando la candidatura, su Partido Popular podría derrotar a los socialistas.