jueves, 20 de agosto de 2009

ZAPATERO, EL MAGO

Este Zapatero con el que los españoles se autoflagelan para expiar la remota devoción a Franco y su más reciente apoyo al Franco de guardarropía que era Aznar, sabe que puede repetir sus trucos mientras el público de su espectáculo de prestidigitación se empeñe en tener los ojos cerrados.
La técnica es repetitiva: poner un tapón en las orejas para acallar el ruido, bajar la fiebre para ocultar la infección que la provoca o subsidiar al parado para que se olvide de la crisis que lo dejó sin trabajo.
Pero el estrépito es cada vez mayor, la infección más virulenta y los recursos para los subsidios cada vez más escasos.
A los que le han aconsejado tratamientos para la crisis que ataquen el mal en vez de los síntomas, Zapatero los había ignorado. Hasta ahora.
Porque, después de comprobar que el subsidio adicional de 420 euros mensuales a los parados que han agotado el período de subsidio a que tenían derecho no alcanza a todos los que siguen si encontrar trabajo, se ha resignado a consultar con otros el paso siguiente.
Claro que, como todo, esa consulta también parece lo que no es porque si el asesoramiento que ha decidido buscar es el de los sindicatos, va a ser como si hablara consigo mismo porque los líderes sindicales son trasunto de Zapatero, como Zapatero lo es de Ignacio Fernández Toxo y de Cándido Mendez.
Sabe Zapatero que, si dice a los dos sindicalistas que ha visto un burro volando, se limitarán a confirmarle que volaba a tres mil metros de altura.
Solo faltaba averiguar de donde sacará Zapatero el dinero adicional para pagar los subsidios adicionales.
Lo mismo que Dios habló a través de la burra de Balán, el presidente del gobierno lo ha hecho por la de su ministro de Fomento, Don José Blanco: el dinero para los que no lo tienen lo sacará el gobierno de los que tienen demasiado.
Es decir, de más impuestos. Por supuesto, el gobierno seguirá empleando el dinero que hace tanta falta en España para fomentar la mariconería en Zimbabue y en viajes de turismo caro de María Teresa para que pase con garbo sus modelos exclusivos por las pasarelas del mundo.