domingo, 13 de septiembre de 2009

AUMENTO DEL IVA A LOS FASCISTAS

Los que siempre culpan al gobierno de engañar lo acusan ahora de mentir cuando asegura que el dinero adicional para los parados lo sacará subiendo los impuestos a los españoles más ricos.
Dicen que, al aumentar como pretende el gravamen del Impuesto al Valor Añadido (IVA), los pobres pagarán lo mismo que los ricos en términos absolutos, y relativamente más que los adinerados porque les quitarán una parte proporcionalmente mayor de sus escasos recursos económicos.
No quieren enterarse de que, en una democracia como la española, los que gobiernan nunca mienten y saben más que la oposición, son más honrados y más inteligentes.
En ésta ocasión también, se han precipitado los enemigos del gobierno al acusarlo de torpe y mentiroso, sin saber cómo piensa aplicar esa subida del IVA.
El gobierno de España no solo demostrará que es más listo que la oposición nacional, sino que supera en inteligencia a los sabihondos del Banco Central Europeo porque, al aumentar el IVA, devaluará el euro sin que se lo puedan impedir.
El gobierno ya se había percatado de que subir el IVA perjudica más a los pobres que a los ricos, por lo que conjuntó a los más sagaces miembros del ejecutivo y a sus más lúcidos asesores en un grupo de trabajo—lo llaman think tank o brain storming group, que queda más moderno—para que aporte soluciones.
Ya han llegado a la conclusión de que la subida del IVA no puede afectar a los parados (sería como quitarles con el IVA lo que les dan con los subsidios) ni a quien acredite su condición de pobre. Todavía no hay acuerdo sobre la forma de demostrar esa pobreza.
Coinciden en que sería al Ministerio de Igualdad al que correspondería certificar la desigualdad que amerite la no aplicación y sugieren que, si el ministerio no tiene tiempo de emitir los certificados de pobreza que eximan del pago, se acepten como válidos otros documentos:
--Carné de afiliación al partido socialista o comunista, ya que organizaciones que acogen a “los pobres del mundo” no aceptarían a ricos en sus filas.
--Pruebas evidentes de homosexualídad, lesbianismo, drogadicción, reincidencia delictiva, no fumar, ser lector de El Pais o Público, oyente de la SER y/ o espectador de CNN, la sexta, la cuarta y las autonómicas de Andalucía y Cataluña.
El rompepelotas discrepante, que nunca está de acuerdo con nada, se irrita:
--“Oiga, que muchos de esos son ricos, o por lo menos no son pobres”.
El jefe del brain storming group lo tranquiliza;
--“Pero son demócratas y de lo que se trata”—lo ilustra—“es de que el impuesto adicional lo paguen los fascistas”.