viernes, 15 de enero de 2010

EL ANTIAMERICANISMO DE JOSE LUIS

No es que sea incomprensible lo que mandan sino que su inteligencia es muy superior a la de los que obedecemos.
La democracia, que es la selección del más capacitado mediante elección por todos, tontos o listos, es el más eficaz y honesto sistema de gobierno..
En una democracia cualquiera puede gobernar si consigue más votos que los otros aspirantes a mandar.
Esa es la grandeza de esta forma de gobierno: garantiza que los mejores manden, porque es el pueblo, que nunca se equivoca, el que decide a quién le conviene obedecer.
¿Por qué, entonces, se quejan los ciudadanos de los gobernantes democráticamente electos por el pueblo?
Porque, a veces, escogen a un aspirante a gobernarlos deslumbrados por su fuerte personalidad, su preclara inteligencia y su intachable honestidad.
Pero el escogido es tan superior intelectual y moralmente a sus electores que, una vez en el poder, son incapaces de apreciar la audacia de sus decisiones.
La tragedia del gobernante democráticamente electo es que su inteligencia es muy superior a la de sus conciudadanos y que el acierto de sus mejoras solo podrán apreciarlo sus compatriotas del futuro.
El político del montón, hasta en una democracia, toma decisiones para satisfacer las aspiraciones inmediatas de los votantes. El estadista es un adelantado a su tiempo al que le preocupa el futuro de su pueblo.
Esa diferencia entre político y estadista explica las injustas críticas que todas las medidas del Presidente del Gobierno de España, José Luis Rodríguez Zapatero, suscitan entre los españoles.
Lo culpaban por favorecer el laicismo y fomentar la disolución de la familia tradicional en España, y ahora lo critican porque va a participar en una ceremonia religiosa en Estados Unidos en defensa de la familia tradicional.
Lo acusaban de antinorteamericano y ahora lo critican por excesivamente pro yankee.
Críticas insensatas, que solo evidencian la miopía de los españoles: José Luis sigue siendo antinorteamericano, y por eso asiste en Estados Unidos a una ceremonia en favor de la familia tradicional, naturalmente norteamericana.
Contribuye así al colapso moral de la sociedad norteamericana mientras que, al propugnar políticas contrarias en su país garantiza el renacimiento social español mediante el torpedeo de la familia tradicional en España y al fomento de matrimonios entre personas del mismo sexo, que no puedan tener como consecuencia el nacimiento de hijos.