lunes, 31 de diciembre de 2012

PARA QUE SIRVE UN PLAN ESTRATÉGICO



   Un plan estratégico sirve para acomodar el presente a las necesidades del futuro.
Un plan estratégico turístico, por consiguiente, no trazaría un mapa de establecimientos gastronómicos y de sitios  dignos de ser visitados ahora. Para esa información basta una menos pomposa oficina de turismo.
Lo que el plan estratégico debería anticipar sobre el turismo es la clase de establecimientos (hoteles, casas rurales, infraestructuras para autocaravanas, etc) que demandará el turista del futuro
También debería predecir si, para comer, el turista futuro demandará carnes, pescados, frutas, verduras, asados, guisados o alimentos concentrados en píldoras.
¿Preferirá el turista del futuro visitar entornos urbanos, rurales, fluviales, de riesgo, deportivos o de placer?
¿Será una prioridad para el turista del futuro el costo de sus vacaciones o el precio será secundario y valorará sobre todo la calidad de los servicios?
Es evidente que trazar una plan estratégico es más complicado que enumerar la realidad actual porque lo primero es aventurarse a predecir el futuro, y lo segundo reseñar el presente.
Si la oprobiosa dictadura  personal sustituida por la dictadura burocrática de los partidos hubiera contado con un plan estratégico idóneo, muchos sinsentidos actuales se hubieran evitado.
Por ejemplo:  Cuando en 1968 empezaron a llegar a los cuatro poblados de colonización de Hornachuelos los primeros colonos, el futuro ya era presente porque las distancias ya no se medían en kilómetros sino en el tiempo que se tardaba en recorrerlas.
El coche, hasta entonces aspiración de la fantasía española, empezaba ya a ser un costoso problema de mantenimiento y estacionamiento.
Los poblados de colonización, dotados de servicios básicos y de amplias y confortables viviendas  para los colonos, con cuadras para las bestias de labor, ya nacieron obsoletas por culpa de los aperos mecánicos.
El coche, que inexorablemente se apropió de las calzadas en ciudades, pueblos y aldeas también acabó con la concepción utilitaria de que el colono viviera junto a su parcela.
Si los sabios de la dictadura hubieran sabido predecir el futuro, el de los poblados de colonización hubiera sido otro error que no habrían cometido.
Porque 44 años después de que los primeros colonos llegaran a los pueblos de colonización de Hornachuelos (Bembézar, Mesas de Guadalora, Céspedes y La Puebla de la Parrilla), prefieren ahora ir y volver a sus parcelas en automóvil, y vivir con sus familiares en ciudades cercanas, con mejores servicios.
Para evitar errores como el de los poblados de colonización sirven los planes estratégicos. Para enumerar restaurantes y lugares dignos de ser visitados sobra un simple folleto turístico.


sábado, 29 de diciembre de 2012

RAJOY: EL MÉTODO BUROCRÁTICO DE MANDAR


En los olvidados tiempos en que la humanidad conservaba la cándida inocencia de la creación, y antes de que dioses y hombres se separaran en clases sociales antagónicas, vivía en Anatolia un arriero llamado Gordión.
Anudaba tan complicadamente la cuerda de sujeción de  las mercancías que transportaban sus bestias que solo el propio arriero era capaz de deshacer el nudo para liberar la carga.
Tan imposible era desanudar lo que Gordión anudaba que surgió la leyenda de que, si alguien pudiera deshacer el nudo gordiano, conquistaría las fabulosas tierras y riquezas del Imperio Persa, que se extendía al este.
Siglos después, cuando el macedonio Alejandro Magno y su ejército llegaron a Gordión para apoderarse del Imperio vecino, los eruditos del lugar le refirieron la tradición e insinuaron que, si quería saber si sus intenciones se cumplirían, intentara deshacer el nudo.
Alejandro sacó la espada, cortó el nudo y extendió su imperio hasta el río Indo, en la actual India.
Empeño menos épico, pero tan complicado como el de Alejandro anunció Mariano Rajoy que acometería si lo elegían presidente del gobierno: enderezar el rumbo torcido que había trazado para España su antecesor y todos los que, por acción u omisión, habían llevado al país a la quiebra.
Rajoy se proponía:
1.-Aumentar los ingresos de las administraciones del Estado y reducir sus gastos, que al tomar posesión se elevaban a 546.000 millones de euros, (446.000 millones y los cien mil millones del déficit financiado con deuda) lo que supone el 54,6 por ciento del valor de los bienes y servicios que España produce al año.
2.-Agilizar y adelgazar las administraciones para que la Comunitaria, General del Estado, Autonómica, Provincial, mancomunal y municipal tengan responsabilidades distintas y no solapadas.
3.-Moralizar las administraciones públicas y el comportamiento ciudadano, tan degradados que se ha cometido la inexactitud de definir como mafiosa a la vida pública española. (Es falsa la acusación porque la mafia surge como actividad privada que contamina al Estado para huir de la Justicia. La corrupción española se origina en el Estado y contagia a la sociedad).
3.-Limitar la intromisión de sindicatos y patronales a la defensa laboral y empresarial, respectivamente, de los intereses de quienes pagan cuota para que los represente. Patronales y Sindicatos representan a quienes tienen al corriente el pago de sus cuotas, no a la totalidad de la población, ni siquiera a todos los trabajadores o empresarios.
4.-Sin libre mercado y libre competencia reales no hay democracia. Se esperaba de Rajoy que acabara con los “cartels” que, de hecho impiden que el consumidor pague menos por bienes y servicios.
Se llama “cartel” al acuerdo entre empresas del mismo sector para limitar o impedir la competencia entre ellas.
Mariano Rajoy, que antes de entrar en política era registrador de la propiedad, ha preferido el sinuoso burocratismo del registrador en lugar del poder sacramental del Presidente del Gobierno para cumplir lo que de su gobierno se esperaba.
Si, como Alejandro Magno hubiera usado la espada de su poder, seguramente no lo acosaría una jauría de problemas: el tozudo déficil, el imparable paro, la pestilente corrupción, la desintegración nacional, La larvada o abierta guerra de contrarios y propios, la insatisfecha voracidad de las eléctricas, el alboroto de los sindicatos o el estrepitoso fracaso de la educación que debería llamarse instrucción pública.
Como consecuencia de la pertinacia de Rajoy en usar los métodos de registrador de la propiedad en lugar de los que le da el poder de la Presidencia de Gobierno, España se sigue diluyendo en su pasado trimilenario, hasta que se diluya como Etruria, Tahuantinsuyu o Tenochtitlan.

jueves, 20 de diciembre de 2012

POR QUE FUNCIONA LA DEMOCRACIA EN OTROS PAISES Y EN ESPAÑA NO


Para Juan Calvino, al que se atribuye el fundamento doctrinal del capitalismo, “unas madres tienen los pechos llenos y otras secos, porque Dios quiere que unos hijos se críen en la abundancia y otros en la escasez”. 
Fue uno de los padres de la reforma protestante que predicó desde Ginebra. Sostenía que “si todo acontecimiento favorable es una bendición de Dios y toda desgracia es maldición divina, ni la casualidad ni la suerte tienen nada que ver con lo que les ocurre a los hombres”.
La interpretación que de la Biblia hicieron Calvino y otros teólogos de la reforma protestante acabó con el monopolio que la jerarquía papal se atribuía en la interpretación de las Sagradas Escrituras.
Los de la reforma protestante reivindicaban que era la fé y no las obras de cada u no, lo que decidía la salvación o la condena del alma de los cristianos, negaban la capacidad papal de perdonar pecados a cambio de la compra de bulas y proclamaban el libre examen.
Consistía en que cada creyente tenía derecho a interpretar `por sí mismo, sin la hasta entonces incuestionable gucomoía clerical, las sagradas escrituras, con el contrapeso de su propia responsabilidad por aciertos o errores.
El equilibrio entre libertad y responsabilidad del libre examen preparó para ejercer el autogobierno democrático a los pueblos que aceptaron la reforma protestante.
Los pueblos de la actual Italia, media Francia, Bélgica, Irlanda, y Portugal, a los que España arrastró para defender el Papado y derrotar el protestantismo, tienen mayores dificultades que los que  abrazaron la doctrina reformadora para ejercer el derecho a elegir gobierno, aceptando cada votante como propio el acierto o el error del resultado de la elección.
Calvino, que atendió en sus enseñanzas a la influencia divina en la conducta humana, reconoció la decisión divina en la desgracia, la fortuna o la salvación del alma de los hombres.
En lo que la Iglesia enseñaba—y sigue enseñando—sobre la pobreza como virtud y la riqueza como vicio, Calvino decía que depende de la voluntad divina que unos sean ricos y otros pobres, como depende de la voluntad de Dios que una madre pueda amamantar con abundancia a su hijo y otra lo haga con escasez.
Según Calvino, Dios, desde Su Eternidad, y antes de crear al hombre, ya sabía quienes eran los que se salvarían y quienes se condenarían.
La pobreza o la riqueza de cada ser humano es, por tanto, señal de la predestinación a salvarse o condenarse de quien sea rico o sea pobre.
Todo este latazo que les he dado me lo inspiró escuchar a los católicos. apóstólicos y romanos socialistas y comunistas españoles condenar la gestión privada de parte de la sanidad y de la enseñanza.
Dicen, para oponerse, que todo lo que se haga para ganar dinero es malo.
Retrucando esa idiotez, hay que suponer que a comunistas y socialistas les parece que lo que más cueste será mejor, que ganar por sí mismo lo que se necesita es malo y que, lo que deben hacer los ciudadanos es exigirle al estado que los alimente, vista, cure, aloje, y entretenga expropiando el dinero a quien lo tenga o pidiéndolo prestado sin intención de devolverlo.
Culpa todo, naturalmente de quien mandaba en España en el siglo XVI, Carlos I que, más para defender los intereses familiares de los Habsburgo que los de España, arruinó a los españoles y propició lo que, a largo plazo, ha desembocado en la crisis de identidad, política, económica y de mayoría de edad como pueblo, que es la actual España.

miércoles, 19 de diciembre de 2012

GIGANTES ANTIGUOS, ENANOS MODERNOS



Comparar el presente con el pasado es injusto porque la nostalgia distorsiona los recuerdos y convierte todo lo de antes en mejor que lo de ahora.
Por eso, los actuales políticos nos parecen enanos frente a la agigantada talla de los que los antecedieron.
Solo dos ejemplos:
A don Estanislao Figueras, primer presidente de la primera república española, ( Febrero-Junio 1873) hasta sus adversarios le reconocían una aguzada inteligencia, corregida por la infatigable indolencia de su carácter. 
En el último consejo de ministros que presidió, y en vista de las farragosas y estériles discusiones, exclamó: “Señores, ya no aguanto más. Voy a serles franco: estoy hasta los cojones de todos nosotros”.
Se levantó, escribió su carta de dimisión que dejó en su despacho, dijo que se iba a dar un paseo por el parque de El Retiro, se fue a la cercana estación de Atocha y cogió un tren del que no se apeó hasta llegar a París.
Otro paradigma de político eficaz fue el portugués José Pinheiro de Azevedo, el almirante sin miedo, uno de los impulsores de la lucha contra la dictadura de Marcelo Caetano.
Nombrado primer ministro en el período más turbulento de la revolución de los claveles, uno de los que participaban en una manifestación vociferante lo llamó “fascista”.
“Vade a merda”, replicó el almirante sin miedo que se encerró con sus ministros en el palacio presidencia de Sao Bento y proclamó en huelga al gabinete. 
Frente a esos titanes del servicio público, ¿cómo no van a parecer enanos los actuales burócratas electos por la masa amorfa de una mayoría de ciudadanos mediocres?
También tiene culpa el ineficaz sistema de proclamar presidente del gobierno al representante propuesto por la burocracia de su partido.
El nuevo presidente, que hasta el día antes de jurar su cargo se había dedicado a proponer soluciones más sensatas para los problemas nacionales que las del entonces presidente, una vez en el poder descubre que las propuestas del ahora líder de la oposición son más idóneas para los asuntos que le toca gestionar que las suyas propias.
Ese problema, afortunadamente, tiene una fácil solución: enmendar la constitución para que, el encargado de formar gobierno sea el representante del partido que pierda las elecciones y no el del partido que las gane.

domingo, 16 de diciembre de 2012

¿HAY TIEMPO PARA EVITAR LA EXTINCION DE ESPAÑA?


“On the Beach”, proyectada en España como “La hora final”, es una película sobre el último núcleo de población del planeta, que aguarda en Australia la llegada de la nube radioactiva exterminadora, provocada por una guerra nuclear en el hemisferio norte.
Es la historia de las consecuencias de una catástrofe provocada por un error que, al no haberse evitado en su momento, es imposible detener o paliar sus consecuencias.
El mensaje “todavía estamos a tiempo, hermanos”, escrito en una pancarta y con el que termina la película,  es una advertencia inútil a los que provocaron el error que les costó la vida que acabó con la humanidad.
Como con la guerra nuclear, y aunque con consecuencias menos trágicas, ocurre con decisiones precipitadas adoptadas para solucionar problemas inmediatos, sin tener en cuenta las consecuencias irremediables que desencadenarían.
Me refiero a la Constitución española de 1978, al título octavo de ese documento y al desarrollo del “café para todos” del reparto del poder con las autonomías que consagraba.
Si el gobierno no hubiera extendido a 18 la costosa maquinaria política y burocrática, que entonces solo pedían Cataluña y las provincias vascongadas, España podría haber sido un país viable.
Se le planteaba al gobernante de aquél tiempo un dilema: si accediera a que solamente las dos regiones que lo pedían alcanzaran la autonomía, parecería una cesión del gobierno central forzado por las demandas de Cataluña y el País Vasco.
Pero, si la autonomía se extendiera a todas las regiones, vascos y catalanes serían como todos y no se considerarían diferentes.
Era inevitable que todos los gobiernos autonómicos generarían una casta política propia, usufructuaria de los beneficios del reparto de los presupuestos y de los honores y prebendas consiguientes.
Hasta las regiones que iniciaron a regañadientes el experimento autonómico son ahora partidarias acérrimas de continuarlo y profundizarlo.
Los ha convencido el estimulante sabor adictivo de mandar, que antes de entrar en política creían ajeno.
 “La hora final” termina con la secuencia de una manifestación contra quienes cometieron el error que desencadenó el cataclismo.
Es un anacronismo aconsejar prudencia a los que ya pagaron con sus vidas el error de iniciar la catástrofe nuclear cuyo desenlace narra la película.
Era un consejo anacrónico para los de la catástrofe de ficción, pero oportuno para los científicos y políticos de la Unión Soviética y Estados Unidos enfrascados en 1960, año de estreno de “On the beach”, en una imparable competición por dotarse de armas más mortíferas y potentes que las del adversario.
Un sentimiento universal equivalente al del mensaje de la pancarta se extendió por todo el mundo y desembocó en acuerdos para controlar y limitar las armas nucleares.
Más difícil parece neutralizar los efectos de la nube letal del despilfarro español y que se cierne sobre el futuro del país por los errores de quienes, para sortear el  trance de la transición a un régimen que sucediera al de Franco, embrollaron a largo plazo el problema inmediato de la salida de la dictadura.


sábado, 15 de diciembre de 2012

DEMOCRACIA: LA SUERTE QUE TENEMOS LOS ESPAÑOLES


                         
          




La tenebrosa sociedad española sometida a la tiranía franquista ha dado paso a la luminosa convivencia actual, que avanza hacia la felicidad emanada del ejercicio de la libertad y el autogobierno.
Ejemplos: El gobierno de antes vigilaba a los sospechosos de simpatías por la democracia mientras que, cumpliendo su obligación cívica, los gobiernos democráticos desconfían ahora de los que no condenan la dictadura.
Es natural porque a los ciudadanos les importa menos la eficacia de su gobierno que el procedimiento por el que los que mandan llegaron al poder.
“Mejor un gobierno electo democráticamente que lleve a la bancarrota al país”--proclaman—“que un gobierno que, sin haber ganado unas elecciones, administre eficazmente e impulse la creación de riqueza”.
Es obvio que prefiera el fuero a los huevos una población en la que casi el 30 por ciento de sus miembros en edad laboral no tienen empleo.
Cansados de siglos de explotación capitalista, abundan los ciudadanos libres de la democracia española  que prefieren vivir de la caridad (en democracia se llama derecho social) antes que obedecer por dinero al que le ofrezca trabajo.
“Hay mucho empresario capitalista y explotador”—se quejan—“que no admiten que ya somos todos iguales y quieren que el obrero siga obedeciendo al que le paga solo porque tiene dinero”.
A un sistema tan cercano a la perfección moral como el que en España se ha implantado, no faltan envidiosos que lo menosprecien y traten de desprestigiarlo.
A los más pertinaces de ellos les ha dado últimamente por quejarse de que los políticos contraten asesores.
Con lo difícil que es gobernar a un pueblo díscolo como el español esa acusación es pura insidia.
¿Qué quieren, que nombren asesores y consejeros a funcionarios, en los que ninguna confianza personal puedan depositar porque no le deben el empleo?
Esos nostálgicos del pasado que acusan a los políticos de enchufar a sus deudos ignoran que, entre los funcionarios, hay muchos que pertenecen a partidos políticos adversarios del cargo electo que necesita asesores de confianza personal.
Hay enemigos del sistema que los españoles se dieron a sí mismo cuando se sacudieron el yugo de la dictadura que pretenden que, para votar lo que les mandan sus partidos, los políticos no necesitan consejeros y asesores.
Algunos más condescendientes reconocen que los políticos puedan contratar  al personal de confianza que necesiten para desempeñar su agobiante tarea.
“Pero que el sueldo de los asesores lo paguen con el salario del cargo para el que lo hayan elegido, con dinero propio o con el de su familia”, apostillan con mala uva. 
Es esa  una concesión diabólica y engañosa: quieren poder acusarlos, obligados por el gasto adicional de asesores y consejeros personales, de llevarse mayor tajada de presupuestos y de aceptar todavía más sobornos que ahora.
Insidias de los siempre acechantes enemigos de la democracia, los nostálgicos de la dictadura.


domingo, 2 de diciembre de 2012

RAJOY: DINERO DE LOS PENSIONISTAS PARA PAGAR ENCHUFADOS


Es más fácil saber por qué la cebolla hace llorar a quien la trocea que la necesidad de asesores personales de los políticos españoles, cuya única obligación es obedecer a los jefes de sus partidos.
Será para que los contradigan o les rían las gracia, para que se vistan según la ocasión y lloren o aplaudan en el momento oportuno.
Es evidente que todo político tiene derecho a contratar a todo el que necesite para que lo asesore. Pero que lo pague de su bolsillo y no con dinero recaudado con impuestos.  
Impedir que los políticos paguen a quienes los ayudaron en su trepa colocándolos en el Estado hubiera evitado quitar a los pensionistas lo que es de ellos para seguir dándoselo a los apesebrados políticos.
A principios del verano pasado, “El Economista” cifraba en 850 millones de euros lo que el Estado gastaba en esos cargos de confianza.
La opacidad de las contrataciones de esos enchufados y el carácter multisubsidiario de las cuentas con que se les paga impide, ni siquiera aproximadamente, estimar el gasto.
Hay asesores de contratación libre, aunque pagados con los impuestos de los contribuyentes, en el Senado, el Congreso de los Diputados, los Parlamentos Autonómicos, las Diputaciones provinciales, las mancomunidades, los ayuntamientos y el enjambre de organismos en los que, con cargo al Estado, se reserva acomodo bien pagado a desechados de la política activa.
¿Necesitará Rajoy algún asesor sin sueldo para que le aconseje donde meter la tijera con justicia y eficacia, en vez de cortar siempre en la misma tela, antes de que deje desnudos a los que siempre pagan?
Que acabe con todas las autonomías, con todos los consejos asesores, del poder judicial, de estado, de la abogacía, el tribunal constitucional, y las 438 entidades del sector público estatal.
En todas ellas, más o menos evidentes, habrá asesores satisfactoriamente colocados por políticos.
Cobran todos del Estado pero lo está por ver es si se lo ganan ayudando a lo poco que el estado hace por los ciudadanos o contribuyendo a los mucho que los políticos estorban al progreswao de la sociedad.
 Por ejemplo, los 240 asesores censados, contratados directamente por políticos, sin concurso ni oposición, en el Ayuntamiento de Madrid, ¿aumentan la seguridad y el bienestar de los ciudadanos o contribuyen a aumentar la confusión y los riesgos de los madrileños?.

viernes, 30 de noviembre de 2012

CARRANZA, OBREGÓN Y EL JUEZ AMNÉSICO


Si hubo algún hombre nacido para ser leyenda fue Álvaro Obregón: se alzó con Francisco Madero para acabar con el régimen de Porfirio Díaz nueve veces presidente de México entre 1876 y 1910.
Apoyó después a Venustiano Carranza contra Victoriano Huerta, que había derrocado a Madero y, antes de acceder a la presidencia del país en 1920, tuvo tiempo de enfrentarse a Emiliano Zapata y Pancho Villa, al que derrotó en Celaya, en una batalla que le costó un brazo.
Quien participó en revoluciones y cuartelazos toda su vida murió de un tiro disparado en un restaurante de la capital, por un pistolero de la última revolución mexicana, la de los cristeros, alzados contra el laicismo del sucesor de Obregón, Plutarco Elías Calles.
Nadie hubiera podido imaginar que el presidente y general mexicano Alvaro Obregón sea menos recordado por los miles de escaramuzas, batallas e intrigas en que participó que por una frase con que pasó a la historia: “no hay general, que resista un cañonazo de 50.000 pesos”.
Hay asociaciones de ideas que carecen de ilación plausible entre la preocupación del pensante en un momento determinado y el recuerdo de algo hasta entonces olvidado y que, sin motivo aparente, la memoria recupera.
Cuando recordé la historia del manco Obregón y de su antecesor Venustiano Carranza, cuyo asesinato causó tanto impacto que, para decir que mataron alevosamente a alguien se dice que “lo carrancearon”, mi pensamiento nada tenía que ver con la revolución mexicana.
A lo que en ese momento le daba vueltas mi mente, y ya estaba dispuesto a admitir que soy animal racional solo porque tengo apariencia de ser humano, era a la prometedora historia de la mafia china desarticulada y la prisión y puesta en libertad posterior de su influyente jefe.
Me preguntaba, y no encontraba respuesta satisfactoria, qué preocupación tan profunda afectaría al juez para que confundiera horas y fechas con tan mala fortuna que su amnesia desencadenó la liberación del millonario chino. 
Nada, como se ve, tiene que ver la historia del juez amnésico, el chino encarcelado y la puerta cerrada que se abre con la revolución mexicana, Venustiano Carranza, al que "carrancearon"  ni con el manco Obregón, que derrotó a Pancho Villa y lo recuerda la Historia por decir que "no hay general que resista un cañonazo de 50.000 pesos".

martes, 6 de noviembre de 2012

EL PP GOBIERNA COMO LA IZQUIERDA PORQUE ES DE IZQUIERDAS




Los del Partido Popular, cuando les dicen que son de derechas,  bufan, se les erizan los pelos del cogote y, con el ansia de deshacer un malentendido vergonzante, proclaman que son de centro.
Seguramente querrán decir que su ideología se sitúa en algún punto  entre la izquierda y la derecha del arco geométrico pero, ¿exacta e invariablemente equidista de esos dos puntos extremos?
¿Por qué temen los del Partido Popular que los califiquen  de derechas?
Puede que sea porque temen que derechista podría tomarse por sinónimo de franquista.
Para evitarlo y adquirir la libertad de decir que son lo que sienten, no tendrían más que admitir que Franco mantuvo el orden social y político en España suprimiendo las libertades cívicas, lo que lo cataloga como tirano.
El régimen de Franco según los eminentes politólogos Norberto Bobbio y Danielle Allen, fue de izquierdas porque impuso la igualdad religiosa, política, sindical, de pensamiento y cultural, para lo que suprimió las libertades cívicas.
También se definiría como de izquierdas según los baremos de Eric Hoffer y David Nolan por el control estatal de la economía, la educación, los medios de difusión, y hasta la manera de vestir de los ciudadanos.
Otro síntoma que  los politólogos achacan a los regimenes de izquierda y que caracterizó al franquismo fue el empleo de su monopolio legislativo para modelar a su gusto la sociedad que gobernaba.
El gobierno del Partido Popular ha dado prioridad durante el año que está a punto de cumplir Mariano Rajoy como presidente, a salir de la   crisis que sufre la economía.
Ha optado por medidas que cualquier gobierno de izquierdas habría impulsado: recaudar más impuestos de los ciudadanos, reducir los servicios que el Estado prestaba y mantener o incrementar la burocracia política.
El enrevesado tramado burocrático, que llega a triplicar responsabilidades por el mismo servicio, es un freno para el progreso de la sociedad y, como en los más ortodoxos regímenes de izquierda, su función es servir al poder para controlar a la sociedad.
Puede que el repelús de los del Partido Popular cuando los llaman derechistas tenga una explicación más simple que la de los complejos y el miedo de que los llamen franquistas.
Les molesta que los definan como de derechas porque el Partido Popular, si gobierna como la inquierda, es porque es de izquierdas.

viernes, 2 de noviembre de 2012

LA FUERZA DEL DESEO

La muerte de tres muchachas en la estampida de los que huían de la multitudinaria fiesta del Madrid Arena ha conmovido tanto y tan hondamente como episodios similares anteriores.

No sorprendió a nadie, sin embargo, porque fue un calco de sucesos similares.

Como lo es la secuencia que desencadena cada caso: acusaciones de que el número de asistentes era superior al del aforo permitido, comprobación del funcionamiento de las salidas y medidas de emergencia, demora de los servicios de socorro y depuración de responsabilidades.

Si en el futuro se aplicaran, paliarían las consecuencias del desastre, pero no lo evitarían.

Es imposible, en el modo urbano de vida al que ha evolucionado la población, evitar esa clase dr tragedias y es innecesario alertar a los que asisten a esas fiestas de que, al hacerlo, corren peligros.

Todos los que se dieron cita en el Madrid Arena eran conscientes del riesgo porque seguramente ninguno de ellos ignoraba la gravedad de las tragedias ocurridas en fiestas similares anteriores.

¿Qué les hizo desestimar, entonces, la prudencia que la razón les recomendaba y entrar en el Madrid Arena?

El instinto, un motor más acuciante para el ser humano sobre todo joven, cuando la razón no es freno suficiente para moderar los impulsos.

Los que pagaron entrada para ir a la fiesta sabían lo que encontrarían allí: la oportunidad idónea de aparearse rápidamente y sin contraer compromiso porque sabían que a todos los movía el mismo propósito y era el lugar más rápido y sencillo de lograrlo.

Esa necesidad de los jóvenes es tan vieja como la humanidad. Solo ha cambiado, porque lo ha hecho el entorno en que el hombre vive, el lugar de encuentro.

Antes de que la población se apelotonara en las ciudades, los jóvenes se conocían e intimaban gradualmente en el plácido esparcimiento rural, en celebraciones familiares o en fiestas populares.

El largo paréntesis que solía transcurrir entre el conocimiento y la consumación de la pareja es inconcebible en las anónimas multitudes en que transcurre la actual convivencia humana.

En las grandes ciudades la prisa manda y es imperativo acortar el tiempo que hay que emplear entre formularse un deseo y conseguirlo.

Por eso, y mientras la forma de vivir actual no invierta su dinámica y vuelva a la calma de las pequeñas ciudades, seguirán celebrándose fiestas como la del Madrid Arena en las que los jóvenes estarán dispuestos a correr el riesgo que sea necesario para satisfacer los imperativos de su instinto.

jueves, 1 de noviembre de 2012

MANDAR POR LA RAZON O POR LA FUERZA

En lomas y cañadas de Sierra Morena resuena la bronca brama de los últimos venados en celo, desafiando a los que también quieren aparearse con las ciervas.

Si las bravatas de la berrea no bastaran para que los contendientes abandonen la disputa, pasan de la dialéctica a la acción directa: chocan violentamente sus cornamentas y, el vencedor final será el que se alce con el botín de fecundar a las hembras.

Es el método más primario y eficaz de escoger a los mejores para perpetuar el vigor de la especie.

Y es también el sistema de escoger al mejor de entre los que no lo son para dirigir una comunidad o un grupo.

En los albores de la humanidad, cuando la unidad social básica de familia y tribu todavía no había pasado a las complejidades de jerarquización del clan, la superioridad física determinaba al mejor para mandar.

La interesada sustitución del instinto por la razón para alzarse con el poder dentro del grupo social marcó el inicio del declive de la raza humana.

Con la sustitución de la fuerza por la inteligencia, afloraron en la lucha por el poder la mentira, la murmuración, la traición y el engaño premeditado, artes todas ellas en las que los políticos son expertos.

El sistema por el que se elige al que manda se basa en un principio tan falso que es imposible tomarlo en serio, a menos que quien lo crea no tenga ojos para ver ni oídos para oír: el de que todos somos iguales.

La invención de la igualdad como fundamento de que el mejor es el que más votantes (listos, tontos, expertos o ignorantes) digan que es el mejor, no sería eficaz sin la capacidad de mentir para hacer creer a los electores que el candidato es como ellos quisieran que fuera y no como en realidad es.

Ha nacido y prospera por eso una industria de la que viven opíparamente millones de engañadores profesionales, que presentan una personalidad  maquillada y falsa del candidato que proponen para que mande.

La de la igualdad es una fantasía que a todos conviene: a los que se creen menos porque les halaga que, al menos de palabra, digan que todos somos iguales y, a los que son más, porque tienen un escudo propicio contra quienes los acusen de abusar de su poder.

Y, aunque la falacia de la razón como herramienta para decidir quien manda se ha popularizado, todavía hay ejemplos recientes del uso de la fuerza y la violencia como método de auparse con todo el poder mediante la eliminación o reducción por la fuerza, como los venados, de sus contrincantes.

Recientes en nuestra memoria sigue Stalin, Hitler, Lenin, Franco, Castro, Pol Pot o Mao, todos ellos enemigos de la libertad y, por lo tanto, de ideologías izquierdistas.

domingo, 28 de octubre de 2012

CON QUEJAS, PERO SIGUE EL TRAPICHEO DE CATALUÑA

Los individuos y los pueblos se equivocan si creen que son como a ellos les parece que son.


Torpeza tan grande sería como la del industrial que desestimara las críticas a la calidad de sus productos porque contradicen a la que elogia la publicidad que el fabricante paga para venderlos.

Los dirigentes políticos de una de las regiones autonómicas de España insisten en que Gobierno español les da menos de lo que les corresponde y les cobra más de lo que deberían pagar.

Para ellos mismos, los catalanes son honestos, laboriosos, altruistas, generosos, desinteresados y víctimas de la rapacidad y la mala fe de sus vecinos.

Los vecinos de los catalanes los creen peseteros, engreídos, explotadores, antipáticos, ventajistas y descontentos interesados

Seguramente, los catalanes no son como ellos creen, ni lo que sus vecinos dicen que son los retrate con fidelidad.

No es el de los catalanes un caso único de discrepancia entre lo que a un pueblo le gustaría que definiera su carácter y lo que de ellos opinan sus vecinos.

Dicen que los andaluces son graciosos y alegres porque cuentan muchos chistes, abiertos de carácter porque son muy dicharacheros y vagos porque, además del trabajo, tienen otras ocupaciones.

La tópica adustez del paisaje de Castilla no tiene por qué reflejarse en la frugalidad y el severo modo de ser con que definen a los castellanos, ni la abundancia de lluvias hace más melancólicos a los ambiguos gallegos.

Los catalanes, en la orilla extrema del mar de la que procedieron los fenicios, son un pueblo viejo que ha vivido del comercio desde antes de que existieran las naciones.

Como comerciantes genéticos y con inmemorial dedicación al oficio, saben que gana más el que dá lástima que el que provoca envidia.

Por eso tienen como eficaz técnica de su oficio quejarse de que el gobierno de España los perjudica en el trato al cobrarles más de lo que valen los servicios que les vende y venden por debajo de su valor lo que el Gobierno de España les compra.

Seguramente vendedor y comprador tienen razón y, aunque el que venda protesta porque cobra poco y el que compra se queje de que paga demasiado, a los dos los beneficia el negocio.

Si así no fuera, romperían el trato.

viernes, 26 de octubre de 2012

EL LENGUAJE, ARMA IDEOLÓGICA

El alcalde de un pueblo no tiene necesidad de sobresalir por la pulcritud con que habla a sus conciudadanos ni le pagan para que invente neologismos que definan objetos o situaciones novedosas.


Lo que de un alcalde se espera es que gestione con honestidad, eficacia y buen sentido los recursos económicos y de personal que le han encargado administrar.

Tampoco tiene necesidad un alcalde de hablar deliberadamente mal el idioma común para alcanzar fines ideológicos , aunque para eso tenga que prostituir la función primordial del idioma: la comunicación.

Aparte de sus obligaciones administrativas, el alcalde es modelo involuntario para ciudadanos que lo imitan en lo que dice y en cómo lo dice para, por parecerse a él, asegurar que les seguirá concediendo subvenciones y empleos.

Esta doctrina abstracta es una deducción que prueba que el alcalde usó el palabro con fines políticos e ideológicos.

Ocurrió en el pleno municipal de la noche del jueves 25, cuando el alcalde de Palma del Río José Antonio Ruiz Almenara se descolgó con la ocurrencia de dirigirse como “portavoces y portavozas” a los concejales de la oposición encargados de intervenir en el pleno en nombre de sus grupos.

Podía haber sido un lapsus linguae, pero él mismo se encargó de confirmar que el audaz neologismo lo había empleado a propósito por motivos doctrinales o ideológicos.

“Estoy tan empeñado en luchar por la igualdad entre mujeres y hombres que, si tengo que usar para eso palabras que no se consideren correctas, lo hago”, replicó el alcalde a la extrañeza del portavoz del Partido Popular por el novedoso neologismo.

Tampoco el rigor de las cuentas municipales es fundamental, según la réplica del alcalde a una intervención en ese sentido del mismo portavoz.

“En el Partido Popular no habláis mas que de administrar porque no tenéis la sensibilidad de los palmeños, que están interesados en otras cosas.”

El alcalde está tan decidido a babelizar con fines ideológicos a la población como a seguir gastándose los impuestos en trivialidades ornamentales.

Hay en Palma del Río más parques infantiles por metro cuadrado que en Disneylandia y más museos sin visitantes o nunca abiertos al público que municipales automovilizados.

Pero la mayor amenaza a la convivencia de Palma del Río es la utilización del idioma como arma ideológica y política.

Que Dios no castigue a los habitantes de Palma del Río a dispersarse por los alrededores, como castigó a los de Babel por la soberbia en que incurrieron al querer llegar hasta el cielo.

A los de Palma del Río solo los castigaría por insensatos.

jueves, 25 de octubre de 2012

37 AÑOS DE DEMOCRACIA DESPUES DE 37 DE DICTADURA




Hace ahora 37 años faltaba menos de un mes para que Franco muriera sin que nadie lo hubiera echado, y ya se enmascaraban de demócratas los que hasta semanas antes convivían satisfechos con la Dictadura.

Era imposible que el franquismo sobreviviera sin su fundador y, para justificar el cambio radical inevitable, se agigantaron los problemas heredados de la dictadura tanto como se vaticinó la milagrosa bondad de la democracia.

El tiempo, que atenúa las desgracias del pasado y desde la realidad del presente hace mirar al futuro con recelo, permite apreciar que ni todos los males de España los causó la Dictadura de Franco ni la Democracia era el remedio para un país crónicamente atribulado.

Este 2012 se cumplen 37 años de la muerte de Franco y de la aurora democrática y el doble de la proclamación de Franco como Caudillo, que enmascaraba tenuemente su condición de Dictador.

Si el 37 no tiene propiedades cabalísticas debería tenerlas porque 37 años tardó en extenuarse el Dictador y su Dictadura y 37 años hace de los balbuceos iniciales de la Democracia.

Un análisis somero de la experiencia de los 37 años pasados da como resultado una conclusión desalentadora: la democracia, en caso de que el régimen que viene operando en España no sea una dictadura con disfraz de democracia, no ha resuelto los problemas del país sino que los ha agravado.

El anhelo independentista de algunas regiones de España se ha exacerbado en las regiones tradicionalmente separatistas y se ha contagiado a las demás, con mayor o menor virulencia.

La burocracia partidista en que se asienta el régimen postfranquista es tan despiadada como la falangista que servía de armazón ideológico a la dictadura, y mucho más insaciable.

El sistema de economía social de mercado en que se asientan los fundamentos sociales, políticos y económicos es, de hecho, un multimonopolio, gracias al acuerdo tácito entre empresarios del mismo sector para no competir entre ellos.

Ese sistema de cártel condiciona el suministro de electricidad, los servicios bancarios, el de los combustibles, la telefonía, el sindicalismo, la representación política ( los partidos establecidos se coaligan para cerrar las puertas a quien pretenda compartir el pastel del poder), la distribución de bienes y alimentos y hasta el dial de los televisores.

Tanto caracteriza el sistema económico de monopolios a las Dictaduras como el de la libre competencia a la democracia y, como la libre competencia está frenada en España por los monopolios, aquí no hay democracia.

Ni la habrá hasta que llegue lo imposible: olvidar Trento y cultivar la libertad que, al prohibirla, condenó a todos los pueblos a los que se impuso la herejía a permanecer siendo sociedades tuteladas por las jerarquías.

Y, si sabemos que las ideologías de derechas se fundamentan en el principio de la libertad, como las de izquierdas en el de la igualdad, que no les extrañe que a partidos socialdemócratas como los españoles Partido Popular, Socialista y los mencheviques de Izquierda Unida, les asusta la libertad por lo que, de su mano, es una utopía que permitan el sistema democrático.

Por eso, en España, es imposible que se asiente la democracia porque solo podría hacerlo un partido de derechas y, en sus 25 siglos de historia, nadie de derechas ha gobernado, ni por un minuto.-







miércoles, 17 de octubre de 2012

EL NEGOCIO SINDICAL Y LA ENSEÑANZA

           
  

Comisiones Obreras y la Unión General de Trabajadores son las dos principales empresas españolas en el sector de representación y manipulación de los trabajadores.
Lo lógico sería que UGT y CCCO, compitieran entre ellos para arrebatarle clientes a su rival. Al fin y al cabo, venden el mismo servicio al mismo sector social, el de los asalariados.
Pero no es así, porque sus dos líderes van de la mano, traman planes comunes como si no necesitaran encuadrar en cada uno de los sindicatos el mayor número de afiliados, captados de la empresa rival.
No pierden el tiempo disputándose clientes porque, sin duda, ambos cuentan con una fuente de ingresos más segura ,rentables y prestigiosas: defender los intereses políticos de los partidos socialista y comunista, llamado ahora izquierda unida.
Los dos sindicatos de la huelga y el alboroto pagados han estado esta semana calentando motores para montar, por encargo de sus clientes políticos, una huelga general para el 24 de Noviembre contra el adversario común: el gobierno de España, formado por el Partido Popular.
En uno de los ensayos de la huelga, han movilizado a los estudiantes que, aunque todavía no son asalariados, colaboran con el entusiasmo propio de su edad a armar jaleo.
Como la convocatoria de manifestaciones y huelgas necesitaba un pretexto, buscaron uno que, aunque de tentador gancho, sabían que es falso: la relación directa entre inversión pública en educación y calidad de la enseñanza.
Lo cierto es que,  según el informe PISA de la OCDE, una mayor inversión en enseñanza tiene una influencia en la calidad educativa nunca superior al diez por ciento.
Según el informe PISA sobre inversión y calidad en la enseñanza, los países europeos miembros de la OCDE destinan a enseñanza primaria, por término medio, 5.171 euros por alumno y año, España, 5.432. Alemania 4.613, y Francia 5.025.
La calidad de la enseñanza española, aunque supere la media que invierten los países europeos, solo supera en Europa a la calidad educativa en Malta y Turquía.
Antonio Cabrales y Florentino Felgueroso, destacados profesores universitarios españoles, expertos en economía de la educación, coinciden con Andreas Schleicher, jefe de analistas del programa PISA, en que “la relación de los fondos destinados a la enseñanza con el rendimiento escolar es muy débil”.
Los factores más influyentes son, además de la capacidad didáctica y el respeto a la autoridad del profesor, premios y sanciones que estimulen el esfuerzo, la capacidad y el rendimiento de los alumnos.
Esfuerzo, dedicación, capacidad y respeto al maestro, tres principios de los que los sindicatos huyen como el diablo del agua bendita.

domingo, 14 de octubre de 2012

LA CONMOCION WERT

     Los políticos españoles son una masonería cuyos distintos ritos, conocidos por partidos, simulan una rivalidad implacable en el reparto de los beneficios del poder.


Que esa discrepancia es puro teatro lo confirma el frente común que forman para oponerse a una posible ayuda extranjera a la economía, porque el “rescate” podría estar condicionado a podar la maraña de administraciones y asalariados que han urdido para colocar a sus partidarios.

También se quitan la careta los falsos adversarios al unirse contra toda iniciativa de crear un partido político nuevo, que aspire a meter cuchara en el festín del poder.

Todos los partidos políticos coinciden al proclamarse asociaciones de individuos impulsados por su vocación de servicio público que proponen resolver los problemas del Estado aplicando la ideología de sus partidos.

La masonería se define como asociación “discreta, progresista, filantrópica y cimentada en la fraternidad” pero en realidad es una trama de apoyo mutuo de sus miembros.

La rivalidad simulada y la complicidad tácita de los partidos políticos españoles saltó por los aires hace unos días porque José Ignacio Wert dijo en el Congreso de los Diputados que, como ministro de educación del gobierno de España, españolizaría a los alumnos de la región española de Cataluña, desde hace años sometidos a un intenso programa político de desespañolización.

Es tan obvio que el ministro español de educación cobra su sueldo por españolizar a los alumnos de una región española que el escándalo de sus llamados adversarios políticos huele a chamusquina.

Como, en palabras del guerrillero Che Guevara, “la obligación de un revolucionario es hacer la revolución”, la de un ministro de educación del gobierno de España es españolizar a los educandos.

Personas mayores, serias y que cobran por su buen sentido en la administración pública no es lógico que se extrañen del propósito de Wert.

¿Por qué, entonces, los ha escandalizado?

Porque estaban acostumbrados a las peregrinas soluciones que los ministros anteriores proponían para resolver los problemas de sus departamentos.

Ejemplos:

1.-Un reciente ministro de Industria solucionó los problemas del sector regalando bombillas de bajo consumo.

2.-Una ministra de Igualdad (¿por qué no habría también ministros de libertad y de fraternidad?) mostró tarjetas rojas a los maltratadores de mujeres para que, avergonzados, dejaran de ser malos.

Para comprobar si la propuesta de Wert es razonable,debería complementarse con la de españolizar a los niños valencianos, baleares, asturianos, gallegos, andaluces y vascos.

Puede que produjera una enajenación identitaria general, pero estimularía los estudios de psicología y psiquiatría. Algo es algo.

martes, 9 de octubre de 2012

OPERACION.. SALVAR ESPAÑA

      Suele ponerse como ejemplo de audaces a Aníbal, Hernán Cortés, Francisco Pizarro y Otto Skorzeny.


Todos ellos, y otros cuantos millones de aventureros que lograron lo que parecía imposible, no fueron más que apocados burgueses si se les compara con los intrépidos insensatos que, en la acogedora soledad de nuestra casa, aconsejamos cómo solucionar los problemas del mundo.

Los que pasan por aventureros sin miedo necesitaron arcabuces, espadas y barcos para sus hazañas. A nosotros nos basta un ordenador.

Vamos a ello: si a mí me proclamaran emperador de España (no acepto ningún cargo para el que me elijan los que son todavía más tontos que yo), garantizo que:

1.- Ahuyentaría a la jauría de hienas que, disfrazados de políticos, se disputan los restos de España.

2,-Que, después de salvada España, haría  lo mismo que hizo Cincinato después de salvar Roma de los ecuos: volvió a arar con sus bueyes. Yo volvería a escribir idioteces en mi ordenador.

Mi plan de salvación de España es simple

a) Prohibiría que el Estado o cualquiera de sus organismos compita con empresas privadas en ningún sector de la economía.

b) Para que no me llamen radical, fijaría un tope máximo salarial diez veces superior a la media  para todos los cargos electos.

c) El político podrá hacer lo que quiera con esa asignación, con la que tendrá que pagar los asesores, secretarias, peluqueras, chóferes y aduladores que necesite.

d) Es evidente que no vale, como pasa ahora, colocar a esos apesebrados para que los pague el Estado.

e) La separación entre empresas estatales y privadas sería tan radical que la escuela pública cedería ante la privada, la sanidad pública ante la privada, el orden público se adjudicará por contrato a la mejor oferta de empresas de seguridad y al concurso para la concesión de la tarea de defender a España de amenazas extranjeras podrán concursar todas las compañías de mercenarios que quieran, nacionales o extranjeras.

Declaro resueltos todos los problemas de España y, como había prometido, vuelvo a mi ordenador a escribir idioteces, que es para lo que, de verdad, sirvo.

lunes, 8 de octubre de 2012

LA INÚTIL SABIDURÍA

         
  



Dicen que la sabiduría, aunque sea una habilidad conseguida mediante  la aplicación de la inteligencia a la experiencia, no tiene por qué tener aplicación práctica.

Hablando claro: que la sabiduría ni sirve para ganar dinero ni el que más dinero tenga es el más sabio por lo que, en tiempos de Horacio o de Fray Luis de León, tener entre las amistades un sabio quedaría muy bien, pero hoy sería como tener un tío en Graná.

Imagínense que alguien tuviera un familiar sabio y presumiera de eso entre sus conocidos.

-Ganará una millonada, envidiaría uno
--Será, por lo menos, diputado, aventuraría otro.
--La Junta le dará una buena paga, supondría el guardia interino municipal.

Pero todos estarían equivocados porque un sabio de verdad, hoy en dia, no sirve para nada.

Ni los discípulos de dos teóricos de la sabiduría conceptual, como los antiguos, y además poetas Horacio y Fray Luis de León ganarían nada siguiendo sus enseñanzas.

Si sobreviviera todavía un admirador del viejo Horacio, que siguiera como norma de conducta las enseñanzas del poeta latino, ¿qué haría si la necesidad lo acuciara a enviar curriculos  para encontrar empleo?

Como todo el que, en estos tiempos, sigue ese método de buscar ocupación pagada fracasaría, sobre todo si entre sus virtudes destacara la “dorada mediocridad” que el poeta recomendaba.

¿Y qué resultado le daría a un discípulo de Fray Luis de Leon que,én el apartado  “pretensiones” de solicitud de empleo escribiera, y además en verso:

A LA SOMBRA TENDIDO
DE YEDRA Y LAURO ETERNO CORONADO
PUESTO EL ATENTO OIDO
AL SON DULCE, ACORDADO,
DEL PLECTRO SABIAMENTE MENEADO.

Lo más probable es que ni se molestaran en contestar a ninguno de los dos y, si acaso, al primero le dirían que los jefes ya disfrutaban de sobras de un envidiable y “dorada mediocridad”.

Al otro le dirían que se fuera con la música a otra parte y que, con la púa que llama plectro, rasque sus cuerdas vocales y no las cuerdas de la vihuela.

En conclusión, que en este mundo grosero y materialista que nos ha tocado, sabios son los que halagan y sirven a un político prometedor para que, en su momento, le pague con un lugar en el pesebre público, bien provisto de cebada.


      

viernes, 5 de octubre de 2012

A LA CAPACIDAD DE SOBORNAR LLAMAN PODER

                    Es este el relato de un acontecimiento que se encuadra en la ruda simplicidad geórgica del que suda en las tareas agrícolas, y no  en las evanescentes ensoñaciones bucólicas del pastor que, mientras hacer sonar el caramillo, imagina en las nubes el rostro de la amada.
El protagonista es un chico avispado que llegó a personero (director, gerente o algo así) de la emisora en Linares de la cadena SER.
Desde esa estación de radio ayudó al gobierno socialista a convencer a los trabajadores de Santana que iban a ser despedidos por cierre de la empresa de automoción, de que eran de fiar las promesas de los políticos de buscarles nuevos empleos y compensaciones.
Tan agradecido quedó Gaspar Zarrías, secretario de estado de cooperación territorial de  Zapatero durante el conflicto de Santana, cacique socialista de Jaén y perejil para todas las salsas desde que el 27 de Mayo de 1978 los socialistas iniciaron su régimen en Andalucía.
El muchacho al que Zarrías estaba agradecido por la ayuda en el conflicto de Linares, pidió y obtuvo la concesión para la explotación de varias emisoras de radio, una de ellas en Palma del Río, su pueblo, naturalmente cedida a la cadena SER y que fiel a los intereses que defienden todas las estaciones de la red, también se inclina por todo el izquierdismo de diseño.
El concesionario, que con el tiempo sufrió la epidemia de las prejubilaciones y los despidos, regresó a su tierra, sin nada en que emplear su tiempo y su talento.
Comenzó a flirtear, o difundió que estaba flirteando con la COPE, la bicha para los izquierdosos, para cederles la explotación de su emisora local.
La infidelidad que tramaba el concesionario de la emisora llegó a oídos del alcalde, que entendió el mensaje y se apresuró a conjurar  la amenaza.
Le iba en ello que una emisora que hablaba por su boca, pasara a hablar por boca de su contrincante político.
El audaz personero de la SER en Linares debe ser un hombre al que la dura banca de la vida le ha enseñado más que los ilustrados bancos de una facultad universitaria porque, poniendo una vez más la ideología al servicio de sus intereses, llegó a un acuerdo con el alcalde:
A cambio de un salario de 48.000 euros anuales, aceptó el nombramiento de director del plan estratégico municipal, y dejó en las manos amigas y benefactoras la emisora municipal de radio.
Hay quien se extraña de que ese cargo que requiere habilidades técnicas, empresariales, de gestión, de estudio de mercados y población  largo plazo, de las tendencias futuras de la tecnología y de los bienes de consumo haya recaído en alguien que carece de ellas, de la capacidad de predecir las salidas de la actual crisis y el escenario posterior de los mercados.
Los que se extrañan son los ingenuos que creen que un político procura desde su puesto actuar en bien de todos y que el poder es la capacidad de procurar el bien general.
Ya aprenderán, aunque será demasiado tarde, que el poder es la capacidad de sobornar.