viernes, 31 de mayo de 2013

LA GUIA TURISTICA



   Una “Guía turística” como la editada por el Ayuntamiento de Palma del Rio con textos de ocho autores  coordinados por Manuel Muñoz Rojo es una herramienta para que los habitantes de la ciudad o los forasteros transeúntes visiten y entiendan los monumentos y lugares reseñados.
   Como no parece destinada a encaminar hacia Palma del Río a curiosos por descubrir nuevos puntos de destino, de la Guía no cabe esperar una significativa creación de riqueza ni el flujo de dineros de fuera de la ciudad. Si acaso satisfaría la curiosidad que pudieran tener los habitantes del pueblo por lugares notables locales.
  Los que dedican tiempo a conocer lejos lo que no tienen en casa gastan sobre todo en casinos, espectáculos y acontecimientos deportivos y poco en visitar reliquias de la Historia, con la excepción del Louvre, la National Gallery, el Prado o el Thyssen.
   Será difícil, por desgracia, que los dignos tesoros artísticos adecuadamente descritos en la Guia Turística de Palma del Río puedan desviar hasta la ciudad que los alberga a los turistas que visitan esos museos.
   Se echa en falta, además, que solo en contadas ocasiones se pueda acceder a los tesoros descritos en la guía: Por ejemplo, el claustro de Santa Clara, de una armonía y belleza notables, es de tan difícil acceso como en los tiempos pasados del convento de clausura.
   La “Guía”, como cualquier iniciativa, será un éxito si aumenta en el futuro el número de visitantes a los lugares reseñados.
    Si ese número de visitantes no aumentara, no bastaría para considerar fracaso su edición, porque es posible que solo se propusiera contabilizar legalmente un desembolso.
    En definitiva, que la Guía de Palma del Rio es un derroche más de dinero público en obras pagadas con nuestro impuestos (los fondos FEDER los pagamos todos y no nos los regalan).
     Los gobernantes de todos los partidos derrochan dinero de los contribuyentes españoles en museos sin visitantes, parque infantiles (hay en Palma más que en cualquier pueblo alemán de población similar), calles permanentemente reurbanizadas, y subvenciones disuasoras del esfuerzo.
     Si el alcalde quiere incentivar la economía de Palma del Río, que baje impuestos. Los contribuyentes sabrán emplear el dinero que no les cobre en inversiones que generen más riqueza que los  fantasiosos castillos en el aire municipales.

miércoles, 29 de mayo de 2013

EL CHIVO EXPIATORIO



  
Dichosa edad y dichosos siglos aquellos en los que los españoles tenían su conjura judeomasónica a la que culpar de su incapacidad.
   La conjura desapareció con la dictadura personal de Franco, pero en la dictadura parlamentaria de las burocracias políticas que la siguió a los españoles les siguen haciendo falta chivos expiatorios en los que descargar sus culpas.
   (Los israelitas apartaban cada año dos chivos y, al azar, entregaban uno de ellos al sacerdote para que lo sacrificara y lo ofrendara a Yahavé. Al otro lo responsabilizaban de todos los males del pueblo judío y, con voces y pedradas, lo alejaban para que muriera en el desierto como ofrenda al demonio Azazel.).
   El pueblo español tiene, como el judío, sus chivos bueno y malo. El bueno, naturalmente, es el mandamás de turno hasta que empieza a declinar su estrella y lo reemplaza como chivo benefactor el que acaba sucediéndolo.
   Lo primero que hará al comenzar a mandar será declarar chivo expiatorio de todos los males que piensa cometer al anterior en el mando.
 Así, solo de chivos malos nacionales,  los españoles tienen un catálogo interminable: Prfimo Rivera, Alfonso XIII, la República, Franco, Suárez, Calvo Sotelo, González, Aznar, Zapatero y Rajoy, al que ya se le está poniendo cara de diablo.
   Y a las personas cándidas, sencillas e ingenua que sabemos que es más fácil obedecer que mandar y que el que manda se equivoca pero no el que obedece se les ocurre una pregunta: ¿no será que los españoles, como pueblo, no servimos para mandar, aunque sirvamos para que nos manden, siempre que no sea uno de los nuestros?
  

miércoles, 22 de mayo de 2013

LO DE AZNAR




   Poca confianza en su futuro tiene el que busca en el pasado remedio a sus problemas.
Aznar, que sugiere la posibilidad de intentar suceder al que lo sucedió, es el futuro del pasado, una aberración gramatical y política.
 Porque dejarnos en manos del que nos dejó fue el error más trascendental de Aznar y echar atrás la historia, si se pudiera, no impediría que quisiera volver a entrometerse y  equivocarse adulterando una sucesión que no le correspondía.
Ese  fue el más grave de los errores de Aznar, pero no el único.
España sufrió durante Aznar el más sanguinario atentado terrorista de su historia, del que ni se enteraron los responsables políticos ni las policías a sus órdenes y tan mal gestionaron la custodia de las pruebas que todavía se ignora quienes fueron sus autores.
El atentado de Atocha fue el colofón de una segunda legislatura de Aznar, la de la mayoría absoluta, marcada por síntomas inequívocos de un desmesurado complejo de superioridad: solo recibía a los políticos regionales que lo adulaban, compraba recibimientos imperiales en la capital del imperio y montaba bodas de cuentos de hadas pagadas por mafiosos.
Fue una época la de Aznar de brillantes resultados económicos, pero pasajeros por la fugaz naturaleza en que se apoyaban: la construcción que pronto saturó la geografía española de viviendas sin comprador y las privatizaciones.
Aparte de su efecto sobre el dinamismo económico, la privatización de más de 60 empresas públicas (SEAT, Iberia, Endesa,Tabacalera, Repsol y Argentaria entre ellas) marcó el final de un largo período en que los gobiernos españoles competían en el mismo mercado con empresas a las que cobraba, además, impuestos.
En política exterior también se anotó Aznar notables éxitos que no supo explicar: apoyar a los Estados Unidos e Inglaterra con declaraciones, gestos y fotos  contra Irak, pero sin intervenir militarmente en la guerra.
   Con lo de Irak, Aznar metió a España, sin movilizar ni un soldado, entre los países que mandan y se separó de los europeos que obedecen.
En la teatral oportunidad del islote Perejil, Aznar marcó a Marruecos la frontera infranqueable a sus reivindicaciones.
Logros y fracasos de Aznar que pertenecen a la historia, en la que deben quedar. Si los españoles  empiezan a resucitar cadáveres de la historia corren el peligro de recuperar para el presente al antiestético Wilfredo el Velloso.

sábado, 18 de mayo de 2013

SUBIR IMPUESTOS, BÁLSAMO DE FIERABRÁS



   El rey Balán y su hijo Fierabrás saquearon Roma y, entre el botín que se llevaron, había dos barriles con los restos del ungüento utilizado para amortajar a Cristo.
    Se elaboró más tarde una pócima milagrosa con parte de ese ungüento, cuya fórmula detalla Don Quijote a su escudero Sancho: aceite, vino, sal y romero hervidos y bendecidos con ochenta padrenuestros, ochenta avemarías, ochenta salves y ochenta credos.
   En el recetario de los políticos de hogaño  para curar todos los males hay otra fórmula milagrosa para todos los desajustes sociales: subir los impuestos, que vale tanto para sarpullidos revolucionarios como para depresiones melancólicas de la comunidad o de la economía.
   Como no podía ser de otro modo, esa es la pócima que para que haya menos viviendas vacías ha puesto en marcha el alcalde socialista de Palma del Rio, un pueblo de la Vega del Guadalquivir de unos 20.000 habitantes en el que, a falta de datos, puede calcularse que hay unas dos mil viviendas sin que viva nadie en ellas.
   Anoche se anunció que el Ayuntamiento cargará un cincuenta por ciento adicional del Impuesto de de Bienes Inmuebles (IBI) a los propietarios de viviendas vacías.
   Ya tiene en propiedad el Ayuntamiento de éste pueblo  unas 300 viviendas en que se alojan deudos políticos del gobierno municipal, lo que lo convierte en el principal propietario inmobiliario del pueblo.
    No es lo peor que se aproveche ese patrimonio para  comprar la voluntad de los electores, sino que cediendo esas viviendas a coste simbólico adultera el mercado inmobiliario local y perjudica a empresas del mismo ramo que pagan impuestos al Ayuntamiento.
   Hay algunos que, menos listos que el alcalde que se preguntan por qué, en lugar de aumentar el IBI no se le ocurrió incentivar la venta de esas casas vacías eximiendo temporalmente del pago de ese impuesto a los compradores.
    Los malpensados, que hasta en esta tierra de gente ingenua, sencilla y cándida los hay, murmuran que lo que al alcalde lo mueve no es tanto resolver el problema de viviendas sin ocupar sino sacar dinero y eximiendo temporalmente del pago del IBI no lo conseguiría.  
    Nadie puede negar, después de todo, que el alcalde de Palma del Río es de la misma estirpe, aunque de distinta ideología, que el más notable de los andaluces, el Rey Tarteso Habidis y primer sociólogo de la humanidad, que formuló eso de que los ricos son felices gracias al esfuerzo de quienes no lo son.
    Por eso, el secreto de la felicidad consiste en ser rico o, lo que es lo mismo, meterse en política.

jueves, 9 de mayo de 2013

PACTO DE ESTADO



Puede que a los españoles nos quede más cómodo el uniforme de la dictadura que el traje de paisano de la democracia porque solamente 40 de nuestros 3.000  años de historia han tenido los gobernados la posibilidad de elegir a sus gobernantes.
En éstas falsa dictadura  y democracia de mentirijillas en la que ahora vivimos, la añoranza de soluciones dictatoriales para problemas más difíciles que decidirse por una camisa lisa o a rayas, muchos proponen volver a soluciones totalitarias, como los Pactos de Estado.
El Pacto de Estado que con tanta frecuencia proponen a los que gobiernan los que no lo hacen es, en realidad, una suspensión temporal de las facultades que sustentan el sistema democrático: mayoría gubernamental y minoría opositora.
El Pacto de Estado excluye temporalmente del debate políticos asuntos de especial importancia a los que los partidos de la oposición acusan al gubernamental de no saber solucionar.
Esos Pactos de Estado, además de mutilar total o parcialmente y  por tiempo más o menos indeterminado las funciones que la democracia fija a los ciudadanos individualmente o agrupados en partidos, son innecesarios.
    La Constitución, que especifica en todos los países los derechos y deberes de los ciudadanos, es suficiente Pacto de Estado  para fijar las  funciones de gobierno y oposición en el sistema democrático.
    El Pacto de Estado que los partidos de la oposición piden al gobierno del Partido Popular no es más que la suspensión parcial y temporal de la Constitución, una vuelta parcial a la Dictadura.
   Una propuesta que, como no podía ser menos, parte de los dos partidos de izquierdas que nacieron para acabar con la democracia burguesa y que acusan al supuestamente burgués Partido Popular de poco democrático.

jueves, 2 de mayo de 2013

¿POR QUÉ CELEBRAMOS EL DOS DE MAYO?



   Este pueblo español del que formo parte ha sido desde el principio de los tiempos más melodramático que heroico y, casi siempre, el impulso melodramático que desencadenó gestas heroicas provocó guerras sangrientas.
   1-Invasión musulmana y reconquista:
   El conocido por Don Julián, además de gobernador visigodo de Ceuta y aspirante a suceder en la monarquía electiva al Rey Don Rodrigo, era padre de Florinda la Cava.
  El gobernador pretextó para destronar al Rey y sentarse en su trono que Don Rodrigo había mancillado la inocencia de La Cava y se negaba a reparar el ultraje, casándose con ella.
   Puso manos a la obra: aprovechando que el Rey andaba por las Vascongadas sofocando rebeliones y comprando lealtades a los vascos, contrató bandas mercenarias rifeñas, puso barcos a su disposición para trasladarlos a la Península  y declaró inaugurada la invasión musulmana y la posterior reconquista, que tuvo entretenidos a los españoles ocho siglos.
   2.-El 2 de Mayo y la Guerra de la Independencia:
  La impaciencia por reinar de su hijo Fernando había provocado la irreparable ruptura con su padre, el Rey Carlos Cuarto, la escisión entre cortesanos y miembros de la familia real y  la irritación del propio rey, al que lo único que le interesaba era cazar y que fueran felices su mujer, María Luisa, y su favorito, Manuel Godoy. Ambos eran felices acostándose juntos, aunque sin dormir.
   Agobiado por los problemas domésticos, y lo mismo que ahora van los políticos a Alemania o Bruselas, Carlos Cuarto fue a ver en  la fronteriza Bayona al que mandaba entonces, el francés Napoleón, y le cedió la propiedad de su finca española, con todas sus tierras y ganado humano y animal, para que hlciera lo que quisiera.
    Napoleón, que difundía ideas tan peregrinas como que el soberano era un mero portavoz de la soberanía de la que era titular el pueblo, mandó a recoger para llevarlos a su lado a los familiares del Rey Carlos que quedaban en Madrid.
   En esas estaban el 2 de Mayo de 1808, con una carroza frente al Palacio Real de Madrid en la que vieron que subía el infante Francisco de Paula, cuyo parecido con Godoy no dejaba dudas de que su padre era el favorito del Rey, y no el Rey.
   José Blas Molina, uno de los espectadores curiosos que lo reconoció, gritó a los demás: “que se nos lo llevan”
    Y así comenzó no solo la guerra de la Independencia, sino la derrota de la idea de soberanía popular, de la que siguen siendo dueños en España los que mandan y no los mandados.
     Por eso, la conocida por guerra de la Independencia debería llamarse guerra a favor de la dependencia. Si hubieran ganado esa guerra quienes la perdieron y la hubieran perdido los que la ganaron, otra sería la España actual.
   ¿Mejor o peor? Seguramente como si de día saliera la luna y de noche el sol. Simple cambio de nombre porque, en esencia, todo sería igual.