martes, 30 de diciembre de 2014

CORRUPCION-CORRUCION



Si se pondera desapasionadamente, hay españoles que tenemos problemas  con la corrupción y necesitamos la benevolencia de otros hispanohablantes para resolverlos.
Aclaro: no se trata de acabar con el hábito instintivo de apoderarse de lo que no le pertenece al que se encuentre en situación favorable para hacerlo. Mientras el ser humano exista, caerá en la tentación de quedarse con lo que no es suyo.
Se trata de evitarnos sonrojos a los hispanoamericanos, gallegos y andaluces, los pueblos que menos maltratamos el castellano, por la manera de pronunciar la palabra corrupción.
Gallegos, andaluces e hispanoamericanos somos los que mejor usamos en castellano porque jamás caemos en laismos o leismos ya que, instintivamente, identificamos si un verbo es transitivo o intransitivo y, en consecuencia, requiere complemento directo o indirecto.
Los que maltratan el idioma usando leismos o laismos, como el cocinero loco emplea la sal, coinciden con los que lo pronuncian de una manera que está de moda y se ríen de los que usamos más correctamente que ellos el idioma, aunque pronunciándolo a nuestra manera.
Propuesta para acabar con el conflicto: que ellos usen el castellano tan bien como nosotros si quieren que nosotros lo pronunciemos como ellos o, todavía mejor, que cada cual haga lo que quiera. Cada uno en su casa, y Dios en la de todos.
Para eso, se propone que se acepte la pronunciación que los gallegos aplican naturalmente a las palabras que contengan dos consonantes seguidas, una barbaridad que requiere un esfuerzo excesivo.
Así, corrupción podría ser corrucion, instar, istar, coaccionar, coacionar y abyecto, ayecto.
No por ello conseguiremos subir el PIB el año que viene, pero en 2015 podría iniciarse una era de tolerancia y concordia entre los que pronunciamos de distinta forma un mismo idioma.
Y los corrutos o corruptos que no se preocupen porque la solución propuesta para no meter la pata al hablar les permitirá seguir metiendo la mano al robar.

lunes, 29 de diciembre de 2014

PEDRO SANCHEZ: QUE LO ACLARE O QUE SE CALLE



Se cuenta que un ilustre que publicaba en los periódicos lo que le dictaba a una secretaria para que lo escribiera, preguntaba ritualmente al terminar si quedaba claro lo que había dictado.
Si la respuesta de la amanuense era afirmativa, proponía invariablemente: “pues oscurezcámoslo un poco”.
Es esa una técnica eficaz en política: usar términos de ambiguo significado para poder desmentir la interpretación perjudicial a los intereses del político.
En esa técnica dialéctica sobresalen los socialistas que pían permanentemente por una estructura federal del Estado sin aclarar en qué consiste su propuesta, puede que porque no lo tengan claro o porque guarden la fórmula como la del bálsamo de Fierabrás.
La tabarra federal ha sido, hasta ahora, la única aportación de Pedro Sanchez a la discusión política desde que lo proclamaron mandamás socialista y, como no aclara lo que pide, cada uno es libre de interpretar el sibilino mensaje.
No es organización federal lo que pretende porque, de hecho y excepto en el nombre, la estructura estatal española es federal así que, si lo que quiere es cambiar el nombre, que se cambie y nos deje en paz.
Puede que quiera:
a) Confederación: en la que se asocian estados que retienen y ejercen su propia soberanía sobre sus habitantes y que se relacionan como aparatos estatales con una estructura burocrática superior llamada confederación.
A)Federativa: que ceden a la estructura en que se integran una parte menor de derechos de la que retienen.
C) Federación: el poder central ejerce soberanía sobre los habitantes de todas las partes federadas y acuerda con cada una de ellas la capacidad y responsabilidad de administrar los servicios necesarios para la población.
Como de la honestidad personal y política de Pedro Sánchez no se debe dudar ni de su coherencia al proponer que se cambie lo que hay por  lo que hay ahora, sería bueno que, si puede hacerlo, ilumine a los torpes españoles y aclare lo que pide que hagamos.
Que lo aclare ya, o deje de darnos la lata con lo de la organización federal de España

domingo, 28 de diciembre de 2014

CONSEJOS PARA SER FAMOSO



Es este un tiempo en el que Calderón usaría el singular al aludir a las aspiraciones humanas porque todos compartimos un sueño idéntico: ser famoso, rico, importante, envidiado.
Hacer realidad ese sueño universal es sencillo porque se cumple igual siendo Kennedy que su asesino y, a veces, el nombre del delincuente sospechoso o comprobado es más popular que el de sus víctimas.
Fama infame, pero fama, logró Harvey Oswald al matar a Kennedy e Isleño al cornear a Manolote porque compartieron la notoriedad de sus víctimas
Los apellidos Bárcenas, Rato, Blesa, Pujol o Granados son más populares que los de las supuestas víctimas de sus manejos.
Victimario de famoso es procedimiento infalible para alcanzar la fama: se conoce a Bruto porque mató a César, “marido de todas las mujeres y mujer de todos los maridos”, conquistador de las Galias, pontífice máximo y, a su muerte, proclamado dios. 
Así que hacer realidad el sueño universal compartido por todos los que ahora vivimos de que nuestro nombre sea conocido es fácil: desnúdese como concejala rubia, salga en retratos junto a famosos o robe dinero suficiente para asar una vaca.
No son logros tan dramáticos como matar al Minotauro o ser el primero que pise la luna, pero no hay que estudiar ni trabajar para conseguirlo y la recompensa bien lo vale: te hacen entrevistas en periódicos, radios y televisiones y, si además tienes por amiga a una agraciada joven de pechos suculentos, todo el mundo te envidiará.

sábado, 27 de diciembre de 2014

METER LA PATA PARA METER LA MANO



La Junta de Andalucía propone compartir con la Iglesia la gestión de la mezquita de Córdoba, lo que sería razonable si la diócesis de Córdoba, titular desde el siglo XIII de ese derecho, hubiera descuidado esa responsabilidad.
Por el contrario, la “Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura” (UNESCO), elevó a  de “Patrimonio de la Humanidad” a la suprema categoría de “Bien de Valor Universal Excepcional” al conjunto monumental mezquita-catedral que administra la Iglesia de Córdoba.
En el conjunto arquitectónico de la Mezquita se levantó en el siglo XVI la catedral católica y el informe de la UNESCO considera ese hecho  favorablemente porque dice que  “el uso religioso ha asegurado en gran parte la preservación del monumento».
Si la gestión del obispado cordobés ha favorecido la conservación del conjunto arquitectónico mezquita-catedral, ¿por qué quiere la Junta de Andalucía compartirla?
a) Para que empeore y la mezquita- catedral de Córdoba sea un desaguisado más de todos en los que la Junta interviene.
b) La junta de Andalucía, inspirada, montada, envilecida y manejada por los rojos, obedece al instinto expansivo del gas letal del rojerío:  ocupar todos los vacíos o provocar el vacío para llenarlo con su propio gas letal intervencionista.
Porque, en el caso imposible de que a los rojos de la Junta de Andalucía los guiara la mejora de los asuntos públicos, propondría que el Obispado de Córdoba participara en la gestión de la Junta de Andalucía.
La Junta, en fin, pretende meter la pata en lo de la Mezquita-Catedral de Córdoba para, así, conseguir meter la mano en toda Andalucía.
***

viernes, 26 de diciembre de 2014

CÓMO SERÁ 2015



Como vivir es comprometerse a que los errores del pasado no se repitan en el futuro, 2015 será peor que 2014 y mejor que 2016 porque estar vivo es tener capacidad de equivocarse.
--“No seas sieso”, protestarán los que temen asustarse si se enfrentan  a la verdad.
Y es que el fin de mundo, como la verdad, son conceptos relativos y personales.
Hay quien se siente feliz si le pegan adecuadamente y quien llega al paroxismo del gozo si le pega a otro-a de forma meticulosa.
Un suponer: el fin del mundo, eso de que todo bicho viviente muera más o menos simultáneamente, aterroriza a la mayoría, que se queda indiferente ante la realidad de que, cada día, es el fin del mundo para millones de personas.
De entre todos los inventos modernos, el de las encuestas es el más inútil y el menos fiable y, sin embargo, sirve tanto para comprar un coche como para venderlo, para silenciar lo que no conviene que se sepa como para repetir lo que conviene que se conozca.
Pues bien, las encuestas de las que se habla más, como es lógico, son las que pronostican un futuro más negro para España pero, no para todos los españoles porque los que cifran su bienestar en el triunfo de Podemos, desean tanto que se cumplan sus pronósticos como los temen los de los otros partidos.
Se basan esos pronósticos sobre el futuro en algo tan discutible como la influencia de los que mandan en la felicidad de los que obedecen, que es como tirar piedras a un charco: en cuanto dejas de tirarlas, la superficie de las aguas vuelve a su tersura.
Y es que la felicidad y la desgracia son sentimientos individuales y a veces opuestos porque la felicidad de uno puede provocar la desgracia de otro, como la lluvia: la bendice el vendedor de paraguas y fastidia al empresario taurino.
Así que, ¿cómo será 2015? Exactamente igual que 2014. Bueno para unos y malo para otros:
A los niños los acercará a la edad del paro, a los de mediana edad el momento del despido laboral y  a los viejos nos faltará menos para que solo se recuerde lo buenos que fuimos cuando estábamos vivos.

martes, 23 de diciembre de 2014

IÑAKI Y CRISTINA: EL TRIUNFO DEL AMOR



Ese sentimiento enajenante conocido por amor ha inspirado más páginas literarias que su contrario que no es el odio, sino la indiferencia.
Sorprende por eso que ni uno solo de los cien millones de españoles que han opinado con palabras o por escrito sobre Cristina de Borbón hayan invocado el embeleso amoroso por su marido como justificación de sus veleidades fiscales.
Sin embargo, es evidente que ese fue el móvil que arrastró a la princesa al tenebroso mundo en el que termina la legalidad.
¿No valen ahora los mensajes que durante generaciones se han implantado en los corazones de las niñas de que  es el amor el motor y objetivo de sus actos?
Porque, por lo que hemos leído y escuchado, el amor es conjunción de almas de hombre y mujer que desemboca en la fusión de sus cuerpos y que, en el caso de las princesas, fructifica en adorables princesitos.
      Hasta amores oscuros como el que don Juan urdió para seducir a Doña Inés y arrastrarla a la perdición se han exaltado como consecuencias fatales de la supremacía de la pasión sobre la razón.
El amor, aunque ahora se haya subvertido el orden de sus expresiones, sigue siendo junto a la envidia la fuerza que empuja a la humanidad al futuro.
Llegará el día en que, olvidados estos tiempos de relativismo materialista, algún poeta ponga como el de Iñaki y Cristina como ejemplo de amor que vence a las leyes, las normas y los prejuicios.
Héroes del romanticismo futuro que prefieren el infierno juntos al cielo separados.

domingo, 21 de diciembre de 2014

LA AMENAZA REAL




Eso de que los políticos roben y se queden con parte del dinero público que manejan parece la más grave amenaza contra los españoles que no tenemos oportunidad de robar.
Eso es discutible: si lo que roban lo dejan en España para que siga engrasando la maquinaria económica nacional no es ni malo ni bueno porque, ¿qué mas le da al que no tiene un duro que los ricos sean hijos de ricos o nuevos ricos enriquecidos en la política?
Pero, si lo que roba en España se lo lleva a otro país para que cree allí la riqueza que debería crear en España, el que lo haga debería ser fieramente castigado: se le impediría a perpetuidad ver Tele5 y se le condenaría a aprenderse los programas del Tiempo de TVE 1.
Hay analistas del devenir nacional que están investigando la posibilidad de que esa tozuda insistencia en culpar de todos los males a esa inmemorial práctica humana de apropiarse de lo que no es suyo encubra peores amenazas.
Por ejemplo, la indefensión de los españoles frente a la amenaza de que extranjeros de todo el mundo, envidiosos de la alegría, la semana santa, el fútbol y los chipirones en su tinta invadan España y se queden aquí.
Antes de que Aznar sustituyera el patriotismo del servicio militar obligatorio por el carácter mercenario de los contratados para la defensa interior y exterior, esa amenaza no existía porque lo impedía el ardor patriótico de soldados y policías.
Pero, ¿defienden ahora los policías y soldados la seguridad interior y la inviolabilidad de nuestras fronteras, o defienden el sueldo que les pagan por hacerlo?
La fidelidad al sentimiento patriótico de Agustina de  Aragón o Mendez Nuñez no la pudieron comprar franceses ni peruanos pero, ¿ y la del que cobra un sueldo por jugarse la vida?
Puede que una oferta salarial superior a la que están percibiendo por defender las fronteras y los derechos españoles haga cambiar voluntades.
“Dádivas quebrantan peñas” decía el dicho antiguo que, traducido al idioma de hoy significa: “el que paga manda”.  

sábado, 20 de diciembre de 2014

JUSTICIA IGUAL PARA TODOS




Dicen que la luna tiene amores con un calé, que no hay santo sin su octava y hasta que, ante la ley, todos somos iguales.
Lo de la luna y los santos son cantos de mirla en celo en las amanecidas primaverales, pero lo de la justicia es tan falso como eso de que, en los sistemas democráticos, gobierna el pueblo.
Y, sin embargo, podría ser verdad si a los que tienen, que son los que mandan, se les obligara a aceptar lo que, desde luego nunca aceptarían.
La justicia no es ahora igual para todos porque, aunque todos los justiciados se someten a las mismas leyes, no todos comparecen ante el juez en igualdad de condiciones.
Si uno que no tiene pleitea contra el que tiene (un hipotecado que quiere que el banco le anule la cláusula suelo) tiene todas las de perder.
El quejoso no podrá contar para que lo represente ante el juez más que con algún abogado de oficio o con minuta reducida.
El banco, sin embargo, dispondrá de un equipo numeroso de abogados que retrasarán años la fecha de la vista para que el litigante llegue a la conclusión de que es mejor el mal acuerdo que le proponen que una sentencia que podría serle desfavorable.
Es evidente que los códigos de justicia son iguales para todos los justiciados,  pero no lo es que todos lleguen ante el juez tras haber empleado los mismos recursos para presentar sus causas.
Nada más sencillo que solucionar esa injusticia: dictar por ley que la parte que contrate asistencia jurídica más cara pague también los fondos que permitan a la parte contraria contar con un una asistencia semejante.
Solución que nunca llegará a aplicarse porque a los que tienen el dinero y el poder, que son los que mandan en todas partes, no les conviene ser iguales que los que los obedecen y de los que viven.
Y en todos los sistemas (capitalismo, comunismo, satrapías, dictaduras, anarquía, tribal o democráticos (porque los electores eligen a gente que desconocen) los que gobiernan tienen el dinero y el poder político.

viernes, 19 de diciembre de 2014

RETROPROGRESISMO




Los relatos originalmente hablados y posteriormente escritos, teatralizados, difundidos en cines y ahora en televisión, retratan la realidad como el narrador la ve o  proponen a los personajes que el autor retrata como ejemplo de comportamiento social.
La prenda de lana y manga larga con una hilera de botones en su parte delantera, que popularizó Jean Fontaine en Rebeca, la película de 1946 de Hitchcock, pasó a ser conocida por el nombre de la película y era imprescindible en el vestuario femenino.
 Es “En la cama”  una película chileno-argentina de 2005 que, después de haberla visto ayer, todavía no sé si refleja prácticas ya habituales en ese tiempo o las propone como normales en las relaciones de pareja.
Los personajes que representan el actor y la actriz de la película  han cruzado sus miradas en un local público y, según confesarán después,  decidieron que mantendrían una relación íntima con el otro.
Después de un primer apresurado y fogoso desahogo, admiten ambos que ni siquiera saben el nombre del otro y, a lo largo del relato e intercalando acción y confesión, acaban por conocerse más hondamente que si hubieran crecido juntos.
Por lo que me cuentan quienes tienen edad y situación de buscar lo que no han encontrado, eso es ahora lo habitual y ya son raros los casos en que, tras el tradicional período de conocerse uno a la otra, comparten por fin la emoción del descubrimiento íntimo.
En todo caso, es lo mismo aunque invirtiendo el orden de los actos: conocerse para intimar o intimar para conocerse.
Si intimar primero para así conocerse es lo que actualmente normal, que nadie crea que su conducta se acomoda a las exigencias modernas, sino que regresa a los modos humanos originales.
Aquellos tiempos en los que, todavía bípedos tambaleantes, el macho intuía o percibía de alguna manera que una hembra era receptiva y, sin más preámbulo, desfogaba con ella la desazón que a ambos los enervaba y cada uno se iba después por su lado.
Como la pareja de la película que retrata o propone el avanzado comportamiento de los modernos.

jueves, 18 de diciembre de 2014

EL FIN DEL CASTRISMO



El restablecimiento de relaciones entre los Estados Unidos  y Cuba inicia el proceso de liquidación de la satrapía cubana implantada en 1959 y apuntalada por el  bloqueo norteamericano.
No ha habido ningún régimen totalitario que abra sus fronteras para que entren visitantes extranjeros y que no evolucione a partir de entonces a sistemas que toleren la libertad de sus ciudadanos.
El resquebrajamiento del franquismo español, y la creciente tolerancia a los contactos con extranjeros en Rusia, sus satélites y China son ejemplos de lo que ocurrirá en Cuba a partir del acuerdo Castro-Obama.
Si el acuerdo ha sido un triunfo del castrismo o de Obama carece de importancia y solo preocupa a los que se empecinan en personificar los logros o desgracias de los pueblos en la ejecutoria de sus dirigentes.
Los beneficiados indiscutibles serán los cubanos anónimos, que han sufrido la intransigencia de los que han mandado en los dos países y que nada perdían porque las consecuencias las pagaban los cubanos que obedecían a los cubanos que mandaban.
En dos o tres ocasiones visité Cuba por aquél tiempo y me fascinó la belleza de la isla, la inevitable relación de parentesco con su gente y la entereza con que sorteaban sus penurias.
Por lo que me cuentan los que ahora la visitan, la Cuba de ahora tiene que ver poco con la que yo conocí hace casi treinta años, cuando los extranjeros a los que se permitía entrar lo hacíamos por invitación del gobierno, con el que se me encargó negociar asuntos de mi empresa.
En aquellos tiempos, había hambre, y faltaban todos los satisfactores materiales que hacían la vida agradable en los países del llamado mundo libre.
La importancia del extranjero se apreciaba por el lugar donde el gobierno te reservaba alojamiento: a mí me instalaban en el hotel Riviera, el que construyó Meyer Lansky, el mafioso judio de la serie El Padrino.
Cuando sabían que me alojaba en el noveno piso, los cubanos me consideraban importante. Pero, según ese baremo, más debía serlo Regis Debray, que se alojaba tres o cuatro plantas por encima, en la suite del ático, donde me invitó a un suntuoso habano y ron especial.
Me pareció lógico el tratamiento al periodista francés, que acompañó y puede que traicionara al Che Guevara en su aventura cenital de Bolivia.

miércoles, 17 de diciembre de 2014

APOLOGÍA DE LA PASIVIDAD



Ni el cacharro ese que tienen en Suiza llamado acelerador de partículas, que sirve hasta para acertar el euromillones, sería capaz de averiguar cómo sería el mundo actual si los diligentes no se hubieran empeñado en mejorarlo.
Porque, y es impresión propia, si los indolentes hubiéramos impuesto la sabia propuesta de dejar para mañana lo que tengas que hacer hoy, no habrían surgido muchos de los problemas que hoy agobian a la humanidad.
No hubo suerte porque siempre ha estado mal visto ser indolente y, de rechazo, se ha inducido a los niños de todas las generaciones a que sean trabajadores y diligentes.
¿Se imaginan un mundo en el que Stalin o Hitler se hubieran dedicado a la vida birlonga, a bailar tangos, beber desenfrenadamente y no darle un palo al agua?
¿Y si Colón se hubiera contentado con echar barquitos de papel en el charco que dejaban las lluvias frente a su casa?
Ahora, la mitad de los españoles,(esos malvados diligentes, a los que su mala conciencia no los deja dedicarse a la placentera ocupación de  no hacer nada), quieren cambiar la constitución, las normas éticas aplicables a los políticos y, si antes no los frenan, hasta la polaridad de la tierra.
A esos malhechores bienintencionados no hay quien los pare porque, si los cambios que proponen dan el resultado contrario al que buscan, culparán a la falta de entusiasmo de quienes no les ayudaron lo suficiente.
Se explica el permanente deterioro de la satisfacción humana por el ambiente en que transcurre su vida por el predominio de los emprendedores sobre los apocados que cada vez se acentúa más.
Y no hay solución porque el hombre es el único animal que puede actuar y pensar simultáneamente pero no se ha dado todavía ningún caso en el que esas facultades las ejercite de manera equilibrada:
-Si piensa con más intensidad de la que emplea en actuar, malo.
--Si actúa sin sopesar las consecuencias de sus actos, peor.
Conclusión: el que piensa y no actúa no hace daño, mientras que el que actúa sin pensar expone a otros a sufrir las consecuencias de sus insensateces.
Los poetas no se equivocan porque al soñar transmiten sus sueños de belleza y, de todos los poemas de los poetas, el de Juan Ramón Jiménez en “Piedra y Cielo” es una apología de la pasividad:
“¡No le toques más,
que así es la rosa!”

martes, 16 de diciembre de 2014

PERIODISMO: INFORMAR SIN ACONSEJAR



Cuando un amigo te pide algo, si eres amigo de verdad, intentas complacerlo y, si lo que te pide te apetece hacerlo, lo haces con gusto. Ahí va:
El periodismo que España necesita en éste siglo XXI es el que debería haber tenido desde que se inventó la difusión de noticias de forma oral, posteriormente escrita y ahora por todos los medios audiovisuales o informáticos.
El objetivo del periodismo refleja lo que el que lo ejerza pretenda conseguir:
b) Ser notario neutral de hechos que presencia y oye, sin emitir opinión propia que mediatice el relato y atribuyendo a quien lo formule el juicio que el hecho le merezca.
b) Aprovechar el relato del hecho noticiado para que el lector comparta la causa y opinión del periodista.
El primer modelo es preponderante en los países anglosajones y el segundo en los latinos, en los que comenzó y sigue funcionando como panfleto en contra del adversario, para lo que debe centrarse en enunciar y denunciar los supuestos vicios de la víctima y en ocultar sus virtudes.
El periodismo anglosajón, por el contrario, nació y conserva fundamentalmente el propósito comercial de origen: informar del té, de los paños y de otras mercancías y de sus precios que transportaba desde Inglaterra a Boston el barco que esperaba marea favorable para entrar en puerto, o las oportunidades comerciales y de negocios que ofrecían los barcos que salían o entraban en el puerto de Londres.
Opinión que deforme la realidad en los países latinos frente a información neutral en los anglosajones.
De esa manera, el periodismo que España necesita ahora y ha necesitado siempre debe abstenerse de guiar al lector por sendas que al periodista le parezca provechosa y  desaconsejarle que continúe que por la que ha escogido.
El periodista no es, pero debería ser, un simple técnico en la utilización eficaz de las herramientas de comunicación, y convencerse de que la libertad de opinión es un derecho de todos y cada uno de los ciudadanos.
El periodista que, aprovechando la posición de ventaja que le facilita su manejo de un medio de comunicación masiva intentara influir en la opinión de la gente, debería ser apartado de esas funciones si no advierte previamente que sus opiniones son tan válidas como las que pretende desautorizar.
Atreverse a aconsejar al oyente o lector que prefiera la democracia a su contrario es igual de abusivo que aconsejar que prefiera la dictadura a la democracia.
Al final, es una cuestión de urbanidad: no aconsejar a quien no pida consejo y, si cae en la tentación de aconsejar al que pide que lo hagas, nunca aconsejes sin advertir que puedes estar equivocado.
Una persona madura y un pueblo maduro no necesitan consejos, sino información neutral.
Alentar a que se gobierne a sí mismo a un pueblo cuyos individuos sean incapaces de resolver sus problemas sin tutela es un engaño interesado.

lunes, 15 de diciembre de 2014

EL ENEMIGO COMUN



La envidia es el sentimiento humano que empuja al hombre a conseguir lo que tiene otro y la conciencia de los pueblos de que lo amenaza un enemigo  es el motor que estimula a derrotarlo.
La oferta continua de bienes, servicios y novedades informáticas desechables estimula a competir por su posesión a los habitantes de los países ricos, que compiten entre ellos para dominar el mercado.
Cuando se esfumó la Unión Soviética y la China revolucionaria evolucionó a la China comercial, los países occidentales tradicionalmente ricos se quedaron sin enemigo identificable.
Los pueblos de las naciones occidentales de raíz cultural emanada del cristianismo fundieron sus intereses con China, Corea y Japón, cuyas creencias no pasan de códigos de comportamiento humano, sin trascendencia  más allá de la vida.
Hasta que la Unión Soviética, China y los países en la órbita de los dos gigantes comunistas conservaron su rigor ideológico, las naciones occidentales de cultura cristiana tenían conciencia de que sus enemigos eran los comunistas.
Los pueblos comunistas también tenían claro que sus enemigos eran los ciudadanos de los países capitalistas.
Eran tiempos en que cada ciudadano sabía quien era su aliado o su adversario, cada uno de ellos localizados en fronteras establecidas, con pasaporte identificativo, lengua distinta y hasta rasgos fisiológicos diferentes.
La guerra ideológica entre comunistas y capitalistas, que terminó con la clara victoria de los segundos sobre los primeros no ha tenido como consecuencia la paz mundial porque coincidió con el estallido de una nueva guerra, esta vez de inspiración religiosa.
La han iniciado los que se proclaman defensores de la pureza del Islam, una de las tres únicas religiones que relacionan al hombre con su destino después de la muerte y que, junto a judaísmo y cristianismo, tiene en común el tronco de la Biblia.
Como en sus orígenes en el siglo VII, el Islam ha recurrido en su actual período expansionista a la Yihad, la guerra santa contra los no creyentes que se nieguen o resistan a abrazar su fé.
Coincidiendo con la creciente racionalización de sus creencias de judaísmo y cristianismo, cuya influencia social se diluye de manera creciente, la radicalización del islamismo se traduce en un aumento de sus seguidores.
Todavía no han aceptado los antiguos rivales comunistas y capitalistas que, al fundir sus discrepantes modelos sociales y políticos, comparten el objetivo  de procurar el mayor bienestar material para sus pueblos.
Inevitablemente, tendrán que aceptar que tienen un enemigo común que, a ese objetivo de bienestar material, antepone el mandato de establecer una sociedad universal que se rija únicamente por la sharia, la ley  plasmada en un libro, que atribuye a Dios el monopolio del poder.
Para el Islam, es una blasfemia que la soberanía resida en el pueblo, que  el judicial, el ejecutivo y el legislativo sean poderes autónomos y que la práctica y creencia religiosas sean opciones libres individuales.
Lo que más irrita del cristianismo a un musulmán es la respuesta de Cristo al fariseo que, para que se pronunciara sobre el pago de impuestos a Roma, le mostró una moneda romana.
Dicen los evangelios que Cristo sentenció: “al Cesar lo que es del César y a Dios lo que es de Dios”.
Para un musulmán, todo es de Dios y, si se da algo al César, se priva a Dios de parte de lo que es suyo.

viernes, 12 de diciembre de 2014

CHISMES PREFABRICADOS





Dicen que los programas televisivos que pomposamente se autotitulan como “de crítica social”, y que no pasan de chismorreos de patio de casa de vecinos, cumplen una función inapreciable.
Ni más ni menos que la de satisfacer la curiosa voracidad por enterarse de los trapos sucios de la gente bien, saciándolos con la exposición de las miserias de famosos artificiales, que cobran por aparentar que descubren unos las flaquezas de los otros.
Se inspiró el inventor de eses gran invento, que con distintos títulos difunden con parecido formato en sus horas de mayor audiencia las televisiones, en una estratagema habitual de los vaqueros de Los Llanos de Venezuela:
Cuando tienen que hacer que las reses atraviesen un río infectado de pirañas, obligan a la menos valiosa a ser la primera en tirarse al agua y, mientras las pirañas la devoran, el resto de la manada cruza el río aguas arriba.
Ha sido un éxito evidente el invento para que la gente deje de interesarse por las miserias de famosos de oro y se sacien con las miserias de famosas y famosos de oropel.
Lo demuestra que espacios de televisión que nada tendrían que ver con los de chismes hayan imitado la fórmula y, así, las tertulias deportivas arrastran más seguidores por las rencillas y velados insultos entre los tertulianos que por los asuntos deportivos que deberían centrar su conversación.
Todo en éste mundo de la televisión se limita a engrupir: hacer que los demás acepten como genuino lo que tanto el que lo dice como el que lo escucha saben que es mentira.

jueves, 11 de diciembre de 2014

REGENERANDO ESPAÑA





El furor regeneracionista que sacude a la sociedad puede cambiar los usos y costumbres que han hecho la convivencia en España incómoda, aunque tolerable.
Pero, ¿cómo será la vida en que amenaza degenerar la que ahora disfrutamos si el marido un puede pegar a su mujer, los políticos dejan de robar al Estado y los hinchas de fútbol pasan de belicosos fanáticos a pasivos espectadores?
Deberían estudiarse experiencias extranjeras similares:
Todavía quedan algunos lisboetas que añoran los tiempos heroicos del Benfica, cuando sus hinchas daban rituales palizas a sus mujeres si su equipo perdía el partido.
--“Ainda mais”,--me contaban los que me enseñaron a conocer Portugal y a los portugueses—“si el Benfica perdía un partido y el marido no le pegaba, la mujer sospechaba que la engañaba con otra”.
Cuando la cruzada contra palabrotas, insultos y agresiones en los campos de fútbol haya dado los resultados que persigue, los aficionados acudirán a los campos no a dar suelta a la tensión acumulada sino a disfrutar de una siesta reparadora tras un almuerzo suculento.
Como la campaña de amansamiento de los hinchas no ha hecho más que comenzar, dentro de no mucho tiempo se habrá establecido si expresiones como “mecachis”, “córcholis” o “vaya por Dios” serán o no merecedoras de castigo.
Para entonces, la cruzada contra la asentada costumbre de los políticos de aprovechar el poder de sus cargos para salir de pobres ya habrá conseguido lo que ahora parece imposible: que se conformen con ganar solamente lo que establezca el salario fijado para su cargo.
Los sociólogos de guardia, que ya hacen encuestas a destajo, atisban cómo será la sociedad española tras esas campañas regeneracionistas:
1.- La mitad de la población emigrará a países que sigan siendo como España es ahora.
2.-La mitad que soporte la nueva España y siga viviendo en ella, dedicará 16 de las 24 horas del día a mandar tuiters, faisbus y cartas al director para que vuelvan las costumbres anteriores a las campañas regeneracionistas.

miércoles, 10 de diciembre de 2014

EL CARÁCTER ESPAÑOL




Los viajeros extranjeros que llegaron a España en pleno vendaval del romanticismo vieron a los españoles, naturalmente, como violentos, apasionados, generosos y reacios a la disciplina.
Los regeneracionistas proponían lo contrario: Joaquín Costa, uno de los más destacados del movimiento, pedía para España  “escuela, despensa y doble llave al sepulcro del Cid”.
Los de la generación del 98 predicaban impregnar a los españoles de la sobriedad castellana y, antes de que España fuera España, ya el carácter de sus habitantes mostraba a quienes los observaran rasgos contradictorios.
Para el galo-romano Pompeyo Trogo, “los hispanos prefieren la guerra al descanso y, si no encuentra con quien pelear fuera, lo buscan dentro”.
Julio César, el conquistador de las Galias y jefe de Pompeyo Trogo, tenía de los hispanos una opinión radicalmente opuesta: “ los hispanos”—aseguran que dijo—“viven para beber”.
 Conclusión, si los españoles son sobrios y ebrios, valientes e indolentes, soñadores y materialistas, son como los ciudadanos de cualquier otro país o región del mundo.
Un chiste que se contaba en tiempos de la oprobiosa dictadura de Franco mostraba el arquetipo español, representado por un viejo conformista con sus desgracias.
 --9-12-1946: Una multitud, naturalmente fervorosa y justamente indignada, vitorea y aclama al Jefe del Estado y Caudillo de España, Francisco Franco Bahamonde,  como desagravio y señal de adhesión inquebrantable porque las recién creadas Naciones Unidas (que todavía se conocían por UNO (United Nations Orgazation) habían condenado su régimen.
La organización había votado para, además, castigar a Franco con la ruptura de todo tipo de relaciones y, días después, se llevó a cabo la retirada de Madrid de embajadores extranjeros.
El Caudillo, en esa como en todas las ocasiones, pronunció una vibrante arenga, que concluyó advirtiendo: “…el bravo e indoblegable espíritu español sabrá hacer frente a la conjura judeomasónica, liberal, comunista y capitalista que acabaremos derrotando, aunque tengamos que comer mierda”.
Un diario dio cuenta de que un viejecito, que tapaba su calva con una desteñida boina y que seguía el discurso desde la primera fila, levantó tímidamente la mano y preguntó: “Mi general, ¿y habrá mierda para todos?.
La prensa que,si ahora está sometida a sus propietarios lo estaba entonces al gobierno del régimen, destacó que en aquél acto de fervor incondicional, una gran pancarta advertía: “Si ellos tienen UNO nosotros tenemos DOS”.

domingo, 7 de diciembre de 2014

FEDERACION Y CONFEDERACION





Si los españoles fuéramos Cicerón y los mandamáses socialistas que se empecinan en proponer el federalismo como solución  fueran Catilina, los habríamos increpado : “¿hasta cuando abusaréis de nuestra paciencia?”.
Y es que son tan tenaces como crípticos: ni se cansan de recetar la organización federal del estado para todos los males, ni aclaran qué elementos contiene ni que males cura su receta.
Puede que ese sigilo se deba a:
--Ni ellos mismos saben qué es federalismo porque el actual estado de las autonomías es a todos los efectos prácticos un estado federal.
--Lo saben, pero no se atreven a confesar que, al proponer el estado federal, confían en que la presión centrífuga de los más radicales desembocará en  una confederación.
Algunas diferencias entre las dos formas de organización del Estado:
--El Estado federal es una forma de Estado unitario con fines generales que se fundamenta jurídicamente en una Constitución, producto de un acuerdo entre individuos libres e iguales que deciden constituirse en Estado para proteger sus derechos mediante un reparto territorial interno de competencias.
-- La Constitución federal garantiza la igualdad básica de derechos de todos los ciudadanos, establece los principios fundamentales del Estado y regula las instituciones políticas comunes.
--En la Confederación, los estados confederados conservan su propia soberanía y su órgano superior está compuesto por representantes de los gobiernos de los estados miembros que actúan siguiendo los mandatos que les trasmiten sus respectivos gobiernos.
--Las normas dictadas por la confederación sólo obligan directamente a los estados miembros, no a los ciudadanos, que deberán obedecerlas en la medida que sus respectivos estados les obliguen a ello.
No hay, pues, relaciones jurídicas entre la confederación y los ciudadanos, sino entre la confederación y los estados.
Básicamente, los socialistas que reclaman una organización federal de España deberían aclarar, si pueden, si pretenden un sistema federal como el actual o, al pedir su cambio, pretenden una confederación de estados cada uno de ellos titulares de la soberanía sobre sus territorios y habitantes.
Como ejemplos, el estado federal es similar al de las autonomías. El confederal, parecido al de la actual Unión Eurpea.

viernes, 5 de diciembre de 2014

CELEBREMOS LA CONSTITUCION



   Los españoles nos preparamos a celebrar  la Constitución de 1978, pactada por partidos recién nacidos o apenas resucitados para reemplazar a la anterior, el Fuero de los Españoles, otorgada por el difunto caudillo en 1945.
La celebración consistirá en no dar un palo al agua que, además de jartarse de comer de balde, sospechar del que es o tiene más y saber que el que ve en el espejo cuando se afeita o maquille son el epítome (ver diccionario) de lo español, los rasgos definitorios raciales.
¿Y cómo es posible que los españoles celebren un documento del que casi todos dicen que ya no sirve? Naturalmente porque estará desfasada la constitución, pero no la manera de  conmemorarla: il dolce far niente (el placentero ocio).
Desde antes de que empiecen a elaborar la que sustituya a la actual constitución hay que predecir que, como la harán los que manden, a los que tengan que obedecerla les dará igual lo que proclame como sus derechos y fije como sus obligaciones.
Y es que la ley o cualquier constitución será buena para quien la interprete y aplique y mala para quien tenga que cumplirla, o  sea sancionado porque digan que la ha violado.
Las leyes, y entre ellas y sobre todas las Constitucionales, no pasan de ejercicios retóricos entretenidos y versátiles cuyo único propósito es alardear de que rige la vida de la sociedad a la que se aplica y que, por ello, garantiza lo que el ciudadano desea y prohíbe lo que lo perjudique.
Admirable por el buenismo de la intención y reprobable por su pretenciosa utilidad ya que todas las leyes y constituciones se hacen para que el ciudadano se adapte a lo que permiten y prohiben,  y no para que el ciudadano logre lo que necesita lo libre de lo que aborrece.
El objetivo constitucional básico es obligar al ciudadano a adaptarse a la ley y no que la ley se adapte a lo que el ciudadano necesita.

jueves, 4 de diciembre de 2014

PASION Y RAZON



Espanta, como los castellanos antiguos decían del sentimiento que ahora llamamos admirarse, el furor dialéctico con que el ciento uno por ciento de los españoles discute, más que hablan, de política.
Ojalá  se enzarzaran en debates de más sustancia como podría ser si, al atravesar un cuerpo un agujero negro, no lo notaría siquiera o quedaría reducido a la nada.
¿Por qué entonces, se discute tanto de política y tan poco de ciencia?
1.- Porque de política todos saben lo mismo, por lo que vale tanto decir una tontería como la contraria.
2.-Porque todo experimento de una teoría política es válido hasta que se demuestre lo contrario y, para su fracaso, hay siempre motivos circunstanciales que lo exculpen y expliquen, lo que permite sostener que, en condiciones diferentes, habría sido un éxito.
3-Porque, aunque se enseñe en las facultades universitarias a conseguirlo, cada triunfo en política es único y alcanzado sin manual, ya que las condiciones que propiciaron uno no se repiten en los otros.
4.-Porque la política es una pasión, generalmente irracional como el amor o el odio, y no una ciencia. Al discutir de política y al votar, al ciudadano lo condiciona más la aversión al contrario que la simpatía al que defiende y vota.
Que la política sea pasión irracional y no frió ejercicio de cálculo sobre las ventajas e inconvenientes de que gobierne un partido determinado explica el éxito de partidos extremitas como Podemos, comunismo, nacional socialismo o fascismo.
Son esas utopías envueltas en posibilismo tentaciones volcánicas irresistibles para sociedades que, como los cónyuges de una unión desgastada por la rutina,  se entregan a la vorágine de un amor prohibido.

lunes, 1 de diciembre de 2014

LO DE LOS HINCHAS



Hablar es una distracción barata, por lo que cualquier pretexto es bueno para dires y diretes,  hablar por hablar, para no estar callado para, en fin, escuchar lo bien que suena la propia voz, ladre o berree.
Los dires de éste lunes primero de diciembre se centran en la trifulca previamente organizada por dos bandas de individuos, que adoptan cada una de ellas la afición a un equipo de fútbol, para dar suelta a su tendencia a matar o morir.
No he leído ni oído ningún direte al dicho aburridamente condenatorio de la manera tan peculiar en que los dos grupos ocasionalmente rivales resolvieron un problema común, el de dar suelta a la tensión que hacía un sinvivir de sus vidas.
Pero, si hasta el demonio es bueno porque su maldad permite calibrar la bondad contraria, algo de provecho podría obtenerse del incidente de junto al Manzanares, demasiado poco río para tan gran ciudad.
¿Y si las tensiones internas y la presión de la violencia que desasosegaba a los rivales ocasionales la hubieran descargado en gente pacífica, inocente, sabiamente cobarde?
Porque el descontento con uno mismo que genera la violencia necesita  descompresión, gradual o  explosiva, controlada o desatada.
Más de un guantazo a esposa, hijos, cuñados, colegas de trabajo o sacristanes sin roquete se evitaron, seguramente, gracias a los guantazos, moquetes y patadas que tan entusiástica y liberalmente se repartieron los del Manzanares.
Así que, mala es la violencia si la sufre quien no la busca pero si la reparte y la padece el que voluntariamente la quiere, ¿a quién daña?
Personalmente, lo único que me disgustó del choque de hinchas que todos condenan es que no lo hubieran televisado.
Habría sido un espectáculo mucho más entretenido y apasionante que la más violenta película, naturalmente precedida del rutinario aviso: “basada en hechos reales”.