martes, 29 de julio de 2014

MAFIAS A LA ESPAÑOLA

   Como cualquiera con el poder que le dieron y la impunidad que le garantizaba su poder, Jordi Pujol se llevó lo que quiso y amparó a los suyos para que se llevaran lo que pudieran.
   Perdió el poder el muy honorable presidente y perdieron la honorabilidad y la impunidad los Pujoles.
   ¿A qué viene tanta hipocresía? ¿Es que vamos a descubrir ahora que todo hombre envidia lo bueno que otro tenga y que, si puede hacerlo sin peligro se lo quita?
    Son otros misterios del affaire Pujol los que me intrigan y no cuánto, cómo, de donde o para qué se llevaron los Pujols lo que puedan haberse llevado.
   Y puede que nunca satisfaga mi curiosidad, a menos que alguien cuente los entresijos del negocio, como hizo Joe Valachi al declarar como testigo en un comité del senado que investigaba las actividades de la Mafia en Estados Unidos, a una de cuyas familias pertenecía.
    ¿Llamarían “lo nuestro” los Pujol al tejemaneje que se traían entre manos, como se referían los mobster (“pandilleros”  que era como se conocía a los implicados en delincuencia organizada antes de que hablara Valachi).
   Los pandilleros político- sindicalistas de Andalucía, los del clan Pujol y los conseguidores allegados al Partido Popular en el caso Gurtel, ¿cómo se referirán cuando hablan entre ellos de la martingala en que cada uno de ellos estuvo o está á empeñado?
   Hay un par más de misterios sobre la delincuencia organizada española que me intrigan.
1.-¿Lucharán entre ellas las tres familias mafiosas hasta ahora detectadas en España, para que sea una la que englobe a todas?

2.-La Mafia de los Estados Unidos nació como asociacion privada de delincuentes que, para minimizar la persecución policial, corrompieron a policías y políticos. ¿A qué o a quiénes podrían corromper las mafias españolas, si todas se han originado desde la política?

lunes, 28 de julio de 2014

REVOLUCIONES

   El inspirador de PODEMOS Pablo Iglesias, como los revolucionarios  que lo antecedieron y a los que pretende suceder, promete a los de clase social inferior a la suya librarlos  de la tiranía para, si triunfa, someterlos a una tiranía peor.
   Todas las revoluciones se predicaron para librar a la humanidad, a los pueblos o a una clase social descontenta, del abuso al que se sentían sometidos.
   Así fue como el cristianismo prejerarquizado, los ilustrados, socialistas, comunistas fascistas y nazis crearon sus propias castas, que reemplazaron a las barridas por sus revoluciones.
   El franquismo, imitación cutre y cuartelera maquillada de nazifascismo asotanado, fue contrarrevolucionario por su propia incapacidad de generar una revolución.
   El cristianismo propuso el amor como motor que reemplazara al odio y a  la lucha por el poder.
   En cuanto el emperador de Roma se convirtió al cristianismo, la alianza de poder civil y poder religioso representado por el Papa, se hizo políticamente beneficiosa. Casi siempre aliados, papado y primero emperadores y luego reyes, se repartieron las dos caras (militar-política y ética-religiosa)  del Poder.
   La revolución cristiana se autodomesticó y originó una casta  que duró 15 siglos.
    La sucedió la casta de los ilustrados, que proponía reemplazar la fé por el conocimiento como herramienta para la toma de decisiones gubernamentales y sustituyó en el poder a la casta aristocrática, descendientes de quienes fueron poderosos por hechos de armas.
    La burguesía—hombres de extracción social baja que gracias a su talento y pericia en los negocios surgió como clase dominante,-- concentró la ira de quienes los culpaban de haberse enriquecido gracias a la explotación a que sometían a los que trabajaban para ellos.
     Socialistas primero y comunistas más tarde dirigieron hacia esos burgueses la ira de los asalariados en sus campos, minas y talleres-fábricas.
      Desde la primera a la que todavía se esté gestando, todos los que secundan a los revolucionarios saben que sus promesas son imposibles de cumplir aunque la insatisfacción por no recibir lo que los gobernantes les habían prometido los hace dudar si las utopias que les anuncian serán o no más falsas que las de los que gobiernan.
    La llegada al poder a través del engaño a una masa electoral mediocrizada por el sufragio universal (que otorga el mismo poder de decisión al prudente y al ignorante) , facilita el triunfo de las revoluciones, sin necesidad de recurrir a la violencia física.
   Pablo Iglesias solo necesita el descaro y la osadía de prometer lo que la mayoría de los votantes quiere que les prometan para que su movimiento revolucione la política española, hasta ahora dominada por líderes que solo han prometido lo que parecía posible, pero no imposible, y que en ningún caso cumplieron lo poco que prometieron.
    Intentar rectificar la tentación de los votantes de PODEMOS  desprestigiando ideológicamente a sus dirigentes o proponiendo contradicciones entre sus promesas y sus vidas particulares será contraproducente.
    Los votantes deciden el sentido de su voto guiados por su corazón (simpatía-antipatía) más que por sus programas, que muy pocos conocen y muchos menos tienen capacidad de juzgar con acierto).
    En éste tan aparentemente racional sistema de dotarse de gobernantes que es la llamada democracia (confundiendo la utopía con el sistema de alcanzarla), en la decisión del elector predomina el aspecto físico del candidato, su capacidad dialéctica, procedencia regional, la adustez de su carácter o la simpatía de su sonrisa.
     En definitiva, que este sistema absurdo lo es porque no está hecho para el ser humano, en el que los instintos siguen predominando sobre la razón y al que los tres impulsos que lo siguen moviendo  son el sexo, el estómago y alcanzar una posición de poder.

    Y, que se dejen de tonterías los ingenuos, la envidia es el mejor estímulo para que la humanidad progrese.

jueves, 24 de julio de 2014

LA REVOLUCIÓN

   Pablo Iglesias, el inspirador de PODEMOS, se asemeja a los revolucionarios  que lo antecedieron: promete a los de clase social inferior a la suya librarlos  de la tiranía para, si triunfa, someterlos a una tiranía peor.
   Todas las revoluciones se predicaron para librar a la humanidad, a los pueblos o a una clase social descontenta, de la tiranía o el abuso al que se sentían sometidos.
   Así fue como el cristianismo prejerarquizado, la ilustración, socialistas, comunistas fascistas y nazis crearon sus propias castas, que reemplazaron a las barridas por sus revoluciones.
   El franquismo, imitación cutre y cuartelera maquillada de nazifascismo asotanado,fue contrarrevolucionario por su propia incapacidad de generar una revolución.
   El cristianismo propuso el amor como motor que reemplazara al odio y a  la lucha por el poder.
   En cuanto el emperador de Roma se convirtió al cristianismo, la alianza de poder civil y poder religioso representado por el Papa, se hizo políticamente beneficiosa. Casi siempre aliados, papado y primero emperadores y luego reyes, se repartieron las dos caras (militar-política y ética-religiosa)  del Poder.
   La revolución cristiana se autodomesticó y originó una casta  que duró 15 siglos.
    Siguió a la casta anterior la de los ilustrados, que propugnaban reemplazar la fé por el conocimiento como herramienta para la toma de decisiones gubernamentales y sustituyó en el poder a la casta aristocrática, descendientes de quienes fueron poderosos por hechos de armas.
    La burguesía—hombres de extracción social baja que gracias a su talento y pericia en los negocios surgió como clase dominante,-- concentró la ira de quienes los culpaban de haberse enriquecido gracias a la explotación a que sometían a los que trabajaban para ellos.
     Socialistas primero y comunistas más tarde dirigieron hacia esos burgueses la ira de los asalariados en sus campos, minas y talleres-fábricas.
      Desde la primera a la que todavía se esté gestando, todos los que secundan a los revolucionarios saben que sus promesas son imposibles de cumplir aunque la insatisfacción por no conseguir lo que los gobernantes les habían prometido, les hace dudar si las utopias que les anuncian serán o no más falsas que las que les hicieron los que gobiernan.
     La descalificación y el desprestigio con que los que mandan intentan frenar a los revolucionarios en ciernes que aspiran a reemplazarlos, incentiva y no frena la revolución.
     Toda revolución—y PODEMOS aspira a serlo—se consolida en la misma proporción en  que los que disfrutan del ejercicio del poder  se empeñen en desprestigiarla.

    Someten al ciudadano (ahora ciudadano-elector) a decidir entre lo malo conocido y lo peor por conocer. La elección es sencilla: lo malo se conoce y sufre. Lo que todavía se desconoce porque solo son promesas, puede o no ser peor.  

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domingo, 20 de julio de 2014

A VUELTAS CON ESPAÑA


A VUELTAS CON ESPAÑA
Desde que se extinguió la Dictadura, los españoles hablan cada vez más de democracia. Ahora se ha puesto de moda hablar de federalismo, sin saber que la forma en que el estado está (des)organizado es una federación, excepto en el nombre, que cambiaron por régimen de autonomías para no asustar a los unionistas que, salvo durante el afortunadamente breve y jaranero período de la primera república, rige desde que el primer Borbón español lo impuso en 1714.
   Por lo que les oigo decir a los partidarios del federalismo, lo que realmente piden para (des)organizar la administración es un sistema confederal, que consiste en que las leyes de cada estado federado tienen primacía sobre las de la administración del conjunto. Si no sabemos de lo que hablamos, y además lo explicamos mal, el acuerdo que se alcance, si se alcanza, nacerá muerto.
   Y otra cosa: Esta España nuestra es única porque durante toda la historia ha ido contracorriente del cauce por el que discurría el resto del mundo. Ahora que la Unión Europea,el organismo supranacional al que España pertenece, concentra las deciones  para su gestión, España suspira por hacer todo lo contrario.
   Que Dios proteja a España de los españoles, quitándoles la posibilidad de dirigirla y adjudicando su gestión como protectorado a, por ejemplo, los Estados Unidos, Holanda, Suiza o, si no hay más remedio,acordando con Gran Bretaña ampliar el territorio de Gibraltar hasta, por lo menos, los Pirineos.
    Porque el único enemigo de España, está comprobado, somos los españoles.
   

sábado, 19 de julio de 2014

AMOR PLATONICO



AMOR PLATONICO
Negros como mis pesares,
grandes como mi desgracia,
ansiosos de amor y gozo
son los ojos de su cara.
Ojos de papel volando
al que el viento mueve a rachas
sin que decida posarse
lejos de lo que no hallan.
Buscan,y aún no lo encuentran
lo único que le falta:
caricias para su cuerpo
y halagos para su alma.
¡Ay hermosa mujer-niña,
niña-mujer deseada
por quien media vida diera
y más, si más me quedara,
para que, al fin, lo que ansías,
sacie tu cuerpo y tu alma.
Palma del Río, 17-VII-2014.
Miguel Higueras Cleries

jueves, 17 de julio de 2014

EL BOLETO



  Acaban de contarme una historia espeluznante que ha confirmado mi sospecha de que el desclasamiento es una desgracia sea cual sea el sentido en que una persona cambia la clase social a la que pertenece.
   Tan desgraciado puede llegar a ser el que, por reveses de la fortuna, baja varios pasos en la escalera social como el que, por suerte o azar, los sube.
Dejémonos de coñas y vamos al cuento:
Ërase una vez una pueblo que era el Bilbao del sur porque sus habitantes creían que era el mejor del mundo, que una neblinosa mañana del frío invierno se despertó conmocionado por la noticia de que un boleto de los euromillones, sellado en una de las dos expendidurías locales, había sido premiado con 42 millones de euros.
Se preguntaban pudorosamente envidiosos los que vivían en Palma del Río, fueran nativos o de alguno de los 92 paises extranjeros que en el que habían encontrado allí acomodo, quién sería el afortunado y, ante el espeso misterio de su identidad, se aventuraban teorías que, como la de que habría sido un viejo turista de los que cada sábado traen los autobuses del Inserso, eran posteriormente descartadas.
El fragante aroma del azahar de los naranjos relegó al olvido el frío gélido del día en que saltó la noticia. A los de seca y vistosa primavera siguieron los del fulgurante verano cuando los termómetros registraron los inevitables 40 grados de cada año, empezó a entreverse el final del inescrutable misterio de la identidad del dueño del boleto. Fue así:
Una empleada municipal, casada con el trabajador de una empresa que recientemente le había comunicado el preaviso de reducción de plantilla, pidió a su jefa seis meses de permiso sin empleo ni sueldo porque, admitió a duras penas, le habían tocado cinco millones de euros en un billete de lotería que meses antes había comprado en la playa, y que solo recientemente, había descubierto que había sido premiado..
 Sus conocidas y amigas—expertas en el dificultoso menester de atar cabos—recordaron de pronto que desde hacía meses, poco o más o menos desde la época en que se supo que los euromillones habían dejado 42 millones a un todavía desconocido, la que ahora se apunta como titular del boleto había mostrado una súbita y extrema ansiedad por la seguridad de sus hijos.
Se dice, y si el río suena es porque lleva agua, que esa desazón por la seguridad propia y la de sus hijos sigue amargando la vida del matrimonio, felizmente tranquilo y razonablemente despreocupado hasta que los millones que ansiaban les quitaron la paz en que vivían.
Es una injusticia, pero es verdad, que la escala más utilizada para situar al ciudadano en el punto que le corresponde en la escala social es el de la riqueza que posea y que a los más ricos se les coloca en la parte superior y a los pobres en la inferior de la escala.
Las doctrinas sociales convertidas en regímenes políticos solo lograron cambiar el nombre por el que se conocía a los explotadores ( nobles por jerarcas del partido y siervos por pueblo), pero en ningún caso consiguieron una sociedad sin clases diferenciadas por el disfrute de privilegios.
Bienvenida sea la movilidad social, pero gradual y sin brusquedades. Paulatina superación y no subida meteórica. Se asimila la primera pero la segunda perturba Como ratifica la historia del boleto premiado perdido y, por fin, hallado.

miércoles, 16 de julio de 2014

FRENETICO CHALANEO EN BRUSELAS

   Andan los 28 jefes de estado o gobierno de los países miembros de la Unión Europea transando y chalaneando para colocar a sus candidatos en los cargos más relevantes de la Unión Europea.
   Esa compraventa hace de Bruselas la feria de ganados más importante del quinquenio, por el precio que se cobra y se paga por ejemplares que cambian de mano con la esperanza de recuperar en favores políticos más de lo invertido.
   Ya hace días cambió de manos el cargo más vistoso y posiblemente más influyente de la Union Europea, el de Presidente de la Comisión, que pasó del portugués Joao Manuel Barroso al luxemburgués Jean Paul Juncker.
   Previamente, los jefes de estado o gobierno de los países miembros habían negociado y acordado renovar pòr otros dos años y medio el mandato del alemán Schulz para el ceremonioso cargo de Presidente del Parlamento Europeo.

    Los candidatos a representar a España en el Parlamento Europeo, que en la campaña que culminó el 25 de Mayo conminaban a los votantes para que acudieran a las urnas por la enorme responsabilidad del cargo al que aspiraban, han participado en esos nombramientos cobrando disciplinadamente sus sueldos.

martes, 15 de julio de 2014

CELSO COLLAZO, MI MAESTRO



   Es periodista quien nace con la acuciante curiosidad de conocer lo que ignora y la necesidad apremiante de contar lo que conoce.
    Como instintos naturales, curiosidad y necesidad de difundir lo que se sabe son impulsos innatos que ninguna escuela ni facultad de periodismo puede enseñar.
   Es el periodismo un oficio artesanal que, como la lezna el cerote o la horma de los antiguos zapateros, usa la televisión, la radio, la imprenta o Internet para servir a sus clientes, que pagan por saber lo que ignoran.
   Como en los oficios de carpintero, zapatero o herrero, en el de periodista hace falta un maestro que enseñe los trucos para manejar adecuadamente sus herramientas y  para que el consumidor quede satisfecho con lo que ha pagado por lo que lea, escuche o vea.
   El maestro que a mí me enseñó a manejar con eficacia la lezna, el cerote y la horma del periodismo fue Celso Collazo.
   Sin lo que de Celso aprendí hubiera sido un graduado en periodismo por la única  institución académica que, por entonces, tenía facultad para emitir el título de periodista, pero nunca habría sido periodista.
    Aprendí en la corresponsalía de la Agencia EFE en Nueva York-Naciones Unidas a la que me incorporé en Julio de 1968 y que jefaturaba un Celso Collazo ya hipocondríaco, barrigón, blando con las espigas y duro con las espuelas, siempre ácido de formas  para encubrir su carácter íntimamente compasivo.
   Aprendí de Celso, que la semana pasada murió prematuramente a los 92 años de edad, que el lector sigue con más pasión lo que le molesta y duele que lo que le agrada y satisface. “El lector es masoquista”, me aleccionó una noche en nuestra oficina de la calle 42.
    En aquellos tiempos, la escasez de espacio disponible para todos los datos que hicieran comprensible el relato condicionaba la redacción de la noticia y de Celso aprendí  un lema que sigue y seguirá vigente: “el muerto, en primera línea”.
   Significaba que lo más importante que se pretendía contar debía aparecer en el primer párrafo o “lead” que, como el resto de los párrafos de la información,  debería contener algún dato que tentara al lector a desvelar en cada uno de los párrafos siguientes.
    Aprendí del maestro Collazo  a no mezclar nunca datos o frases que revelaran mi opinión sobre los hechos relatados y que pudieran inducir al lector en su propia opinión sobre los hechos.
   Cada hecho relatado y no presenciado personalmente debía ser atribuido a una “fuente” identificable, por lo que debería constar su nombre, apellido, edad, profesión, situación familiar y residencia (truco que aprovechaban lo editores para aumentar ventas entre los que, por alguna de esas circunstancian, tuvieran relación con el aludido).
   La opinión que se incluyera para ilustrar el relato debería atribuirse, entrecomillada, al que la emitiera, con todos los datos que permitieran su identificación y ayudaran a los escépticos, a contrastarla.
    Por lo que aprendí de periodismo y por ayudarme a que abriera mi mente de cateto de Palma del Rio tenuemente vidriada de catetismo madrileño, me declaro uno de los muchos periodistas más jóvenes que Celso Collazo que lo reconocemos como maestro y proclamo el fracaso más estruendoso de su larga vida: que lo recordemos con  afecto, agradecimiento y, ya, con nostalgia.

martes, 1 de julio de 2014

DEMOCRACIA



    Desde mucho antes de que pasara a la mejor vida que le deseaban los antifranquistas y que el interesado se resistió heroicamente a aceptar, los españoles no paran de hablar de democracia, de la que saben tanto como de la metempsicosis.
   Deben saber, ante todo que  decir lo que uno quiera, vivir donde uno quiera, leer lo que uno quiera o sintonizar el canal de televisión que uno quiera  no es democracia.
Es imposible porque, si dices lo que quieras puede ofender a quien lo oiga y plantearte un pleito, no puedes vivir donde quieras porque también otros pueden tener el mismo gusto ni sintonizar el canal que quieras, a no ser que pagues lo que te piden por lo que después no cumplen.
   Tampoco, y sobre todo, tampoco es democracia votar periódicamente o cuando  sea convocado a las urnas, para escoger entre desconocidos al que prefieras que te mande.
   La democracia, la libertad, la igualdad, la ausencia de dolor o la felicidad no existen: son aspiraciones del ser humano tan utópicas como la ubicuidad, que consiste en estar hablando por teléfono desde Villanueva del Trabuco con tu primo que está en Australia y, aunque sigas a 20.000 kilómetros de tu primo, también estés a un metro de donde está contestando tu llamada.
Además de utópica, la democracia es antinatural porque el procedimiento por el que se llega a escoger de entre todos al que le mande a todos consiste en que los que menos saben elijan al que crean que sabe más y, por lógica, todos los electores están convencidos de que el mejor es el que cree que más se parece a él.
Inevitablemente, y como abundan más los tontos que los listos, el electo representará el término medio consensuado tácitamente por los tontos.
Los bichos, que por carecer de inteligencia siguen los impulsos de su instinto para perpetuarse como especie, son gobernados por el más fuerte, hasta que lo reemplace otro que lo supere.
Así, en realidad, sigue ocurriendo ahora por mucho que se elogie al sistema de elección de dirigentes políticos.
Aunque sin necesidad de violencia física en la mayoría de los casos, el que manda en democracia es el que con la astucia, el esfuerzo, las alianzas interesadas, la traición o el engaño ha ido eliminando sistemáticamente a los oponentes declarados o disfrazados de aliados, que estorben su camino hacia el poder.
Era igual de violento que ahora, pero mucho más entretenido, el sistema por el que, con ayuda de un criado, un rey apuñalaba a su hermano para ceñirse su corona.
Y, visto que eso de la democracia es una forma de enmascarar la inevitablemente violenta lucha por el poder, vale más hablar de la metempsicosis y discutir si es o no verdad que el ser humano está compuesto de alma, espíritu y cuerpo.