lunes, 24 de febrero de 2014

UCRANIA





La Rusia zarista, comunista y la seudodemocrática actual han acomodado la mayor o menor liberalidad de su tiranía central como forma de gobierno a lo largo de la historia.
Pero sigue inmutable el miedo eslavo a la amenaza de sus vecinos, contra la que Pedro I formuló e inició  los tres principios básicos para la supervivencia del estado ruso:
1.- Proteger su panza de la agresión austro-germana.
2.- Fijar un extenso colchón de tierra segura que aisle a Rusia de China.
3.-Controlar puertos marinos libres de hielo para salir  a mar abierto.
--El primero de esos objetivos, ahora en peligro por la temida salida de Ucrania de la órbita rusa de influencia, lo cumplió con las fronteras trazadas tras la segunda guerra mundial entre las republicas socialistas europeas y la Europa Occidental, de influencia norteamericana.
--El gobierno ruso, que no descarta la amenaza de China, teme que el frenético desarrollo económico impulsado por los gobiernos postmaoístas desemboque en un movimiento de expansión territorial, por lo que vigila atentamente el rearme y  la modernización militar de su vecino oriental.
--El Zar Pedro I encontró salida libre al mar con la construcción del puerto de San Petersburgo (Leningrado) en el mar Báltico, fácilmente bloqueable en su salida al Atlántico.
   El único puerto libre de hielo de la Rusia europea es el de Murmansk, en la península de Kola, en el Ärtico, con poco conveniente salida al Atántico Norte.
   Los puertos de Petropavlosk, en la remota Kamchatska y Vladivostock, ambos en el Pacífico Norte, quedan muy alejados de las zonas estratégicas de decisión mundial.
   (El apoyo de Rusia a Argelia para establecer un gobierno independiente amigo en el Sáhara español le habría permitido salida franca al Atlántico Central y, sin la ayuda de la CIA norteamericana a los talibanes contra el ejército ruso en Afganistáno, la Unión Soviética habría logrado salida al Océano Indico).
   Si el desenlace de la crisis que por ahora ha forzado la fuga de su aliado Yanukóvich se tradujera en el establecimiento en Ucrania de un régimen hostil a Rusia, el cordón de seguridad que formuló y comenzó a crear el Zar Pedro I en el siglo XVIII podría interpretarlo el gobierno de Moscú como amenaza a su seguridad.