jueves, 21 de agosto de 2014

REGENERACION DEMOCRATICA


El enjuague político que en España llaman democracia (confundiendo el deseo utópico con uno de los sistemas para lograrlo) está a punto de expirar por el agravamiento de las taras con que nació.

Ahora, para mantener artificialmente su vida, los mismos que lo degeneraron proponen regenerarlo, en un intento de prolongar el saqueo de la desencantada sociedad española.

Sería un hecho sin precedentes porque a todo sistema político agotado por la ineficacia y la corrupción, como el español, lo ha sucedido otro provocado por algún acontecimiento violento (revolución, perdida de territorio o desaparición de dictador).

Además de imposible, si alguno de los que han corrompido el actual sistema político español participara en su regeneración, esa nueva democracia tampoco lo sería de verdad.

Todo sistema político debe tener en cuenta el grado de evolución social del pueblo al que se aplique y el español todavía no ha aprendido que un régimen de derechos individuales solo es posible si los ciudadanos están dispuestos a  aceptar la responsabilidad individual por el ejercicio fraudulento de esos derechos.

El español es y sigue siendo un pueblo tutelado por alguien o algunos que, con el poder, ejercen la tutela sobre los ciudadanos.

Hasta que los que mandan no renuncien a tutelar a los que obedecen para que cada individuo asuma su responsabilidad en procurarse trabajo, salud, educación, vivienda y otras necesidades básicas sin recurrir al gobierno, el pueblo español estará más cómodo si lo gobiernan razonablemente sin consultarlo que si lo consultan para formar un gobierno, cuyos errores no admitirá como consecuencia del error de su elección.

Un síntoma que podría indicar la disposición del pueblo español a autogobernarse podría ser el cambio de la queja “éste gobierno al que voté me ha engañado” por la admisión “me equivoqué al votar a éste gobierno”.

Y para ese cambio todavía queda mucho.