domingo, 31 de agosto de 2014

PODEMOS NOS PROMETE LO QUE QUEREMOS

Los españoles siguen siendo tan inmaduros como pueblo como cuando se alzaron  en armas a favor de la monarquía que había cedido la propiedad de España y sus gentes a los franceses, que predicaban sustituir la soberanía del Rey por la del Pueblo.
El autogobierno, consecuencia de la madurez de un pueblo que escoge lo que le conviene y no lo que le gusta, requiere un entrenamiento al que los españoles no han sido sometidos gradualmente.
Cuado murió el último de los innumerables dictadores que tutelaron a los españoles, se les hizo creer que eran libres para escoger a sus gobernantes.
Naturalmente, era un libertad restringida porque solo podían escoger entre desconocidos para todos, salvo para quienes colocaron sus nombres en las listas electorales.
El resultado está a la vista: salvando las distancias, idéntico a los de los pueblos africanos descolonizados a prisa, después de siglos de entrenamiento en obedecer a reyezuelos y brujos.
(En mis años de estudiante fui amigo de Saturnino Ibongo y otros guineanos que estudiaban en Madrid. A Saturnino le advertí cuando viajó desde Nueva York a Guinea que Macías lo mataría, como ocurrió.
Me contaban que, en la campaña previa al referéndum del 68 que les dio la independencia, los españoles llegaban armados y con gran aparato a las aldeas y conminaban a los guineanos a votar SI para que, deduciendo que  los blancos querían que votaran a favor de la independencia porque no les convenía a los nativos).
Si se miran bajo la lupa de la inmadurez sociopolítica de los españoles los resultados de la encuesta que pronostica a Podemos el tercer lugar en número de votos, solo detrás del PP y casi pisando los talones al PSOE, se entenderá su lógica.
Como si se tratara de niños, los españoles dan preferenncia a lo que les gusta y no lo que les conviene.
Y lo que a todos nos gustaría es ser ricos, guapos, graciosos, bailar el bugui-bugui, y ser irresistibles e inagotables en contiendas amatorias.