jueves, 4 de septiembre de 2014

LAS ENCUESTAS

Cuando dentro de 2014 años se cuente la historia que ahora estamos haciendo, éste período se conocerá como “edad de las encuestas”, un tiempo en que solo era verdad lo que los sondeos de opinión decían que era verdad.
(Hay que aclarar que la encuesta refleja no la verdad, sino lo que la mayoría de los encuestados creen que es verdad, que sin embargo puede ser mentira porque, citando a José Antonio Primo de Rivera, “la verdad y el deber son valores permanentes de razón”).
Citemos al Juan de Mairena del ídolo de la izquierda Antonio Machado, para que no me llamen filofascista (qué horror), que en eso coincidía con José Antonio: “la verdad es la verdad, la diga Agamenón o su porquero”.
Lo más importante de las encuestas no son sus resultados, sino las consecuencias que de su interpretación se extraiga.
Hay una bien reciente del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), que marca en el 16, 3 el porcentaje total de españoles que estaría dispuesto a defender con las armas a España, si se produjera una invasión extranjera.
Es evidente que mantienen esa postura pasiva por dos razones:
 a) porque creen que su vida es más valiosa que la independencia de España.                          b)       porque creen que la independencia de España vale menos que la vida de cualquiera de sus 47 millones de habitantes.
En definitiva, que a los españoles les preocupa más su bienestar y seguridad personales que el bienestar colectivo, que es lo que dicen los políticos que es lo que les interesa cuando piden el voto.
Silogismo:
A los españoles les importa sobre todo su bienestar personal.
Los políticos que gobiernan España son españoles.
Luego a los políticos les interesa sobre todo su bienestar personal.