sábado, 6 de septiembre de 2014

OCASO



Riza con su soplo el viento
la manta de azul cobalto
que el atardecer de lana
arropa en su sombra al lago.
Los tallos de hierba tierna
que alfombran de verde el campo     
forman olas en el cerro,
donde se aprietan los álamos
de hojas de plata fría
que parpadean brillando.
Quisiera el viento empujar
la luna que allá, en lo alto,
surca indolente las sombras
sobre arreboles de fuego

en el cielo del ocaso.