jueves, 2 de octubre de 2014

COMPLICAR LO SENCILLO

Uno es determinista y diabético simultáneamente.
Lo primero porque cree que todo efecto lo causa algún hecho anterior y, lo segundo, porque unas células que hay en mi páncreas se declararon en huelga y dejaron de producir insulina.
Como determinista, estoy convencido de que las oscilaciones en el nivel de glucosa, lo mismo que los índices que señalan la rentabilidad de la bolsa, se deben a causas anteriores que lo predeterminaron.
Un suponer: si el nivel de glucosa que marca esta mañana el análisis de glucosa es más alto de lo normal, la anomalía se debe a que las unidades de insulina que previamente me había inyectado fueron insuficiente para la cantidad de glucosa que ingerí.
Como en la bolsa: si el índice sube, es porque la demanda de acciones es superior a la oferta y, si baja, porque la oferta superó a la demanda.
Pero esas verdades de Perogrullo son insuficientes para mentes complejas, como corresponde a las del hombre-informático de la actualidad así que, para no parecer  palurdo que en el fondo sigue siendo el hombre prefuturista, hacemos lo fácil deliberadamente complicado.
Por ejemplo, en el caso de la diabetes podemos aducir que no hemos hecho el suficiente ejercicio físico, que jamás hemos hecho y, en el de la bolsa, que la solución de la crisis de Tasmania, que dura ya siglo y medio, no parece de fácil solución.

Y es en esa explicación deliberadamente compleja de acontecimiento simples en lo que el hombre informático se diferencia de sus sobrios antepasados, que para todo tenían una explicación convincente: “las cosas…”