viernes, 28 de noviembre de 2014

MARIANO REFLEXIONA



Alguien, como el tripulante del Apolo XIII Jack Swigert  avisó a Houston, debería informar a Mariano Rajoy, que parece enterarse con retraso de lo que debería ser el primero en saber, que tiene un problema.
Y ya puestos, debería ser tan osado como para atreverse a aclararle que no tiene pendiente de solución solamente el problema de sustituir a Ana Mato sino otros muchos, entre ellos el de la práctica desaparición de su partido en Andalucía.
Antes de que el impasible Rajoy pierda el ademán impasible que lo distingue, el informante debería tranquilizarlo: con una decisión, resuelva los dos problemas.
El presidente del gobierno, que es hombre de reflexión más que de acción, seguramente ponderará si su consejero tiene intenciones perversas y, cuando antes de que termine la legislatura llegue a la conclusión de que, por lo menos debería pedirle aclaración a la solución única para los dos problemas, el consejero le dirá , si todavía se acuerda.
--Nombra Ministro de Sanidad al barcelonés Juan Manuel Moreno Bonilla que, antes de que lo mandaras a acabar con el PP en Andalucía, era el segundo de Ana Mato en sanidad.
Después de rumiar durante un semestre la propuesta, Rajoy preguntaría angustiado:
--¿Y a quién mando a Andalucía?
--Pues a Javier Arenas y así, en vez de dos problemas por una decisión resolverías tres: tener ministro de sanidad, alguien que haga algo por el PP en Andalucía y que Javier Arenas deje de ser tu sombra y haga algo de provecho.
Mariano Rajoy, hombre cauto, reflexivo y prudente está sopesando las posibles trampas de la propuesta de su consejero y no descarta tomar una decisión antes del próximo otoño.