martes, 20 de enero de 2015

LAS ELECCIONES, EL GRAN ENGAÑO



Ese régimen de bajas presiones anímicas que afecta a los pueblos cuando su desilusión ahoga su esperanza ya se percibe en España como el aire levemente húmedo que preludia una inminente borrasca.
Se presienten ya las elecciones, esa tormenta política que altera periódicamente la monotonía  para reanudarla en cuanto escampe.
Las lluvias y las elecciones las esperan con impaciencia los que confían que los beneficie y con aprehensión los que temen que los perjudique, porque nunca llueve al gusto de todos.
Si los resultados electorales próximos alteraran el reparto del poder político de forma tan radical que los que ahora son oposición sean gobierno y los que están en el gobierno pasen a la oposición, para la inmensa mayoría de los ciudadanos el cambio será imperceptible.
¿Qué mas le da al que le toca siempre obedecer que manden los unos o los otros?  
Y es que este sistema de alternancia en el disfrute del poder por medio de las elecciones, sobre todo si se rigen por el sistema de sufragio universal,  es un engaño:
A) Es absurdo confiar los intereses personales  y familiares a alguien del que apenas se sabe el nombre.
B) No tiene sentido encomendar a un desconocido la gestión de intereses propios sin conocer las consecuencias que tendrán sus decisiones.
C) Si el voto del que aporte más al bienestar de la Comunidad tiene el mismo valor que el del que aporte menos, la calidad del bienestar general se degradará.
D) Si el que más aporta a la Comunidad tiene el mismo derecho que el que aporta menos, ¿en qué le beneficia su esfuerzo superior?
E) Si los derechos de todos los ciudadanos  de una Comunidad son iguales, ¿por qué sus obligaciones son distintas?
F) ¿Se ha pasado de una sociedad injusta en la que a los que tenían más se les concedía derechos superiores,  a la actual  también injusta porque los que aportan menos tienen los mismos derechos que los que aportan más?
G) Si fomenta y consolida esa explotación del que gana menos sobre el que gana más, ¿no es el Estado una organización delictiva para el funcionamiento autónomo de la sociedad?
Las elecciones (y más que ninguna de ellas las que se hacen por el método del sufragio universal) es la herramientas más eficaz con que el Estado cuenta para perpetuar su explotación de la sociedad.
Para poner fin a la explotación a la que el Estado somete al individuo, es necesario poner fin al engañabobos que son las elecciones.