lunes, 2 de febrero de 2015

PODEMOS, FUTUROS CULPABLES



Los españoles, cuando nos da la vena de empecinarnos en que somos lo último que se despacha en pueblo, nos comparamos con los alemanes.
Si aquí nadie le da un palo al agua, en Alemania tienen que obligar a la gente para que deje de trabajar. Si aquí tiramos basura a las calles, las calles de Alemania están tan limpias que se podría comer en sus aceras un huevo frito con patatas.
Si los alemanes se proponen hacer un imperio (reich) que dure mil años y a los doce no quedan de ese imperio más que escombros, en España todos los gobiernos demuestran su insolvencia en cuanto los ministros juran sus cargos.
Ahora, los españoles se han empeñado en encontrar a quien culpar de sus desdichas para que reemplace a Partido Popular y Partido Socialista como responsables de la incapacidad personal de cada uno para resolver sus propios problemas.
Tan es así que de Podemos, la pandilla que reemplazará a socialistas y populares, nadie de los que quieren que gobierne se fía ni un pelo pero, para culparlos de la incapacidad general, cualquier cabeza de turco sirve para darle sablazos.
La programada artimaña de tener ya en reserva un responsable ajeno de las culpas propias, antes de descartar al que hasta ahora ha venido cumpliendo esas funciones, demuestra otra falsedad: que los españoles improvisan y no planifican.
Saben ya que, mientras se siga haciendo almanaques para saber el día, la semana y el año en que estamos, todo lo malo que le ocurra a cada uno será culpa de otro y todo lo bueno que le pase será por mérito o suerte propia.
Y, si eso es así, ¿para qué quieren los de Podemos el gobierno?
Para, con conocimiento del sacrificio de gobernar, acusar de insensatos y revolucionarios a los que quieran echarlos para ponerse ellos.