martes, 10 de febrero de 2015

UCRANIA, ENTRE ESTADOS UNIDOS Y RUSIA



Ucrania es un territorio al que la etimología del nombre (frontera) marca su destino.
La historia ratifica que, como espacio fronterizo, rusos y germanos  se han servido del territorio ucraniano para combatir, como avanzadilla rusa contra invasiones desde el occidente.
Ucrania fue el campo de batalla de la gran guerra del norte librada por el rey sueco Carlos XII a principios del siglo XVIII contra Pedro I de Rusia.
Napoleón un siglo más tarde, los austrogermanos en la primera guerra mundial y los nazis en la segunda, tuvieron también que combatir en Ucrania para atacar a Rusia.
El zar Pedro I, fundador de la Rusia moderna, formuló los tres objetivos estratégicos del Estado Ruso que el zarismo, el comunismo y el postcomunismo han mantenido y mantienen:
1.-Proteger “la barriga rusa” contra los austrohúngaros, controlando Ucrania.
2.-Garantizar la salida a aguas oceánicas controlando puertos siempre operativos.
3.-Controlar el mayor espacio posible hasta la frontera china.
Para los gobiernos rusos, los Estados Unidos han reemplazado a los germanoaustríacos del pasado como la amenaza por el Oeste contra Rusia y no son tan ingenuos como para ignorar que la OTAN sólo es una de las herramientas de política exterior de los Estados Unidos.
Lo saben porque el Pacto de Varsovia, el equivalente comunista de la OTAN, fue una herramienta militar de la Rusia de la guerra fría.  
Por eso, el gobierno ruso podría llegar a un acuerdo con los gobiernos europeos fronterizos con Ucrania para que medien en una fiscalización de la neutralidad del territorio ucraniano, pero no permitiría que lo hicieran encuadrados en la norteamericana OTAN.
La geoestrategia rusa de los últimos tres siglos sigue vigente porque creen que a ella se ha debido la supervivencia de Rusia como gran potencia y que su modificación supondría perder ese status.
Un indicio real de que Ucrania dejaría de ser el colchón protector que Rusia necesita para convertirse en amenaza es la presencia en el territorio ucraniano de fuerzas militares norteamericanas, disfrazadas de fuerzas de la OTAN.
La OTAN, sin los Estados Unidos, no representa un adversario equivalente que pueda preocupar a Rusia pero sí los Estados Unidos, dentro o fuera de la OTAN.