viernes, 27 de febrero de 2015

DIA DE ANDALUCIA



Como la gente de todas las tierras, los andaluces marcan un  día del año para autoafirmarse en su identidad diferencial de las de sus vecinos: es el 28 de Febrero, día de Andalucía.
Como los de cualquier otro territorio, los andaluces son la síntesis de gentes y pueblos más o menos vecinos, que se asentaron temporalmente en Andalucía como escala en su permanente peregrinaje.
Los habitantes de Andalucía evolucionan permanentemente y la impronta más reciente en su carácter, la que marcaron sus últimos invasores, evolucionará cuando una oleada posterior deje sus genes, sus costumbres y sus frustraciones.
Es un cambio pausadamente gradual en la manera de ser de las gentes que parece tan inmutable como su orografía, su clima o su vegetación.
La benignidad del clima, la fertilidad del suelo y la prodigalidad del subsuelo fijaban indefinidamente en Andalucía a los inmigrantes, hasta que otros más menesterosos y aguerridos los reemplazaran.
Solo los que aspiraban a ser nuevos andaluces demostraron capacidad bélica para lograrlo. Nunca, en los tres mil años de historia documentada de Andalucía, sus habitantes ofrecieron al invasor una resistencia tan determinante que hiciera fracasar la invasión.
Los mestizos de esas invasiones superpuestas son los que el 28 de febrero echan discursos, se visten de limpio y se admiran al sentirse andaluces: distintos de los otros porque son la consecuencia de lo que todos los otros fueron.
Y como antes, como desde hace más de tres mil años, los andaluces se quejan de los que los mandan, con la misma boca con la que les sonríen.