lunes, 16 de marzo de 2015

RAJOY EL TORPE



Si alguien duda de la inteligencia y honestidad de Mariano Rajoy, que eche la vista atrás y recuerde que, antes de que se metiera en el barrizal de la política, su ocupación era nada menos que registrador de la propiedad.
Ese oficio requiere que el propietario confíe ciegamente en la habilidad y honradez  de alguien al que, por registrar lo que no es suyo, no se quede con parte de lo que encuentre y dilucide si lo encontrado al registrar es del que dice que es su dueño o es de otros.
Pero aquél Mariano Rajoy, sin que nadie sepa por qué, fue degenerando paulatinamente hasta llegar a la política,ue también consiste en registrar los haberes y y pertenencias de los clientes pero para quedarse con todo lo que de ellas le apetezca.
El Rajoy político al que ha involucionado el registrador de la propiedad anda ahora  por Andalucía intentando un imposible: que los andaluces, una raza de gente lista y singular que prefiere ir tirando a vivir mejor,si lo segundo lo fuerza a trabajar más que lo primero, cambien ir tirando para vivir mejor.
Como es natural, los andaluces saben lo que quieren mejor que los que no son andaluces y Rajoy, que es gallego, no es andaluz.
Por eso, al ex registrador de la propiedad se le ha ocurrido una ocurrencia que  obligaría a los andaluces a cambiar su sabio estilo de plácida vida por otro sospechosamente incómodo: crear un millón adicional de puestos de trabajo para que puedan vivir en adelante no como andaluces, sino como los desgraciados forasteros.
Y es que un millón más de ocupaciones laborales, si son para andaluces y no para  inmigrantes venidos de tierras de costumbres ajenas a las andaluzas, empeora la vida tradicional de ir tirando sin tener que someterse al rigor de trabajar.
Por eso es más torpe el político Rajoy que el Rajoy registrador de la propiedad que, si hubiera seguido siendo listo, habría prometido a los andaluces, a cambio de que votaran a su partido, lo que los socialistas les garantizan para que no dejen de votarlos.
El político Rajoy debería haberles prometido multiplicar las subvenciones que  los socialistas garantizan a los andaluces, incrementar los enchufes en organismos del estado, hacer la vista más gorda que los socialistas a los trapicheos, multiplicar los dias de fiesta, premiar con más ventajas a los que los voten que a los que voten a otros.
En definitiva, que si Rajoy quería que los andaluces votaran a los de su partido, no tendría que haberles prometido nada más que la seguridad de que seguirán tirando más andaluces que los que lo hacen con un  gobierno socialista.