jueves, 26 de marzo de 2015

CLIENTELISMO



Este sistema de que gobierne el que más apoyo de la población tenga fue el primero de una cadena de errores que ha desembocado en esto que llaman democracia.
Hubo que inventara los partidos políticos, para agrupar a los electores que compartan los mismos intereses socio-económicos y que reemplacen a los ideales patrióticos o religiosos anteriores.
Cada partido competía para, desde el poder, favorecer a la clase social que representaba, en perjuicio de la clase representada por los partidos rivales.
Consecuencia lógica fue la tendencia clientelar de los partidos para, al favorecer desde el gobierno a los de su clase, impedir que la clase social opuesta los desplazara del gobierno.
El Partido Socialista Obrero Español, es el único en España que ha podido influir desde el gobierno para favorecer a la clase trabajadora , en detrimento de empresarios, burguesía y aristocracia del dinero.
Y lo ha hecho, como la juez Alaya señala, al crear desde la Junta de Andalucía “una red de clientelismos político”.
No solamente sabe el PSOE aprovechar, y particularmente en Andalucía, los mecanismos para que gobierne el partido que más votos obtenga, sino que siempre habrá más descontentos que satisfechos de los que obtener respaldo.
Hay dos únicas posibilidades de que el PSOE pierda su hegemonía nacional y andaluza:
A) que los demás partidos fomenten el clientelismo con la misma eficacia con que el PSOE lo hace.
B) que el sistema de control político de los jueces se resquebraje y permita la floración de más jueces tan independientes como la Juez Alaya.
Mientras tanto, seguirán gobernando los partidos que, como el PSOE, tengan una clientela dispuesta a adquirir lo que los socialistas les garantizan.