martes, 28 de abril de 2015

TRIBULACIONES DE UN EXTREMEÑO EN NEPAL





    Relata  hoy “El Mundo” los sufrimientos en Nepal de Jonathan Hernández, un joven nacido en la misma Extremadura de la que sus antepasados atravesaron  a pié selvas y llanuras plagadas de nativos que mataban y se comían a los que capturaban hace cinco siglos. Cuando lo sorprendió el terremoto que ha matado a cuatro mil nativos nepalíes, Jonathan llevaba en el país 19 días en la arriesgada ocupación del turismo.
“El joven asegura, según el periódico,  que "psicológicamente" no se encuentra bien, pero no solo por el seísmo sino por la situación vivida en horas posteriores: "50 horas hemos permanecido en las pistas del aeropuerto, al aire libre, sin agua, sin higiene, con lluvia y con mucho frío. Cobraban a diez dólares la botella de agua, nos robaron a mí y a todos y no podíamos salir del recinto porque nos exigían pagar de nuevo la visa", ha relatado, para sentenciar: "Mi experiencia es que nos han tratado como a perros. El Gobierno de Nepal es la peor escoria del mundo". También ha insistido en que se "siente orgulloso de ser español y del Gobierno de España, pese a que también nos ha costado luchar para que nos sacasen".
    Comentario: Es menester ver lo desconsiderados que son los nepalíes: en vez de preocuparse de garantizar las comodidades que los turistas extranjeros se merecían, se dedicaron a sacar de los escombros a los nativos, seguramente ya muertos.
Y, por si fuera poco, a los rescatados nativos les ofrecían agua gratis mientras que a Jonatan y sus colegas turistas extranjeros les cobraban diez dólares por botella.