domingo, 10 de mayo de 2015

ATENCION AL DIABLO: QUIERE ACABAR CON ESPAÑA



El Maligno, como su nombre indica, es malo. Pero la maldad no es la característica definitoria del peligro que, para la Humanidad, representa el Demonio.
Es todavía más grave su astucia. Provoca falsas amenazas para que el pecador en potencia se ponga en guardia contra ellas y, así, descuide el punto flaco por el que, de antemano, se propone atacar.
España, por haber propagado por todo el mundo la verdadera fé que acabó con las demoníacas creencias que rendían culto al Diablo, es para el demonio el enemigo.
Desde entonces, y aun antes, el demonio se la tiene jurada a España y todas las desgracias de ese pais desgraciado son consecuencia de esa inquina diabólica.
En los últimos años, la astucia del maligno ha enfocado la atención de los españoles hacia supuestas amenazas que también lo son para la feliz vida que los españoles se merecen, pero no es la Gran Amenaza.
Eso de la corrupción política, el desempleo, la democracia tambaleante y hasta la falsa disyuntiva entre república o monarquía, son fintas tácticas para enmascarar la verdade4ra ofensiva estratégica que Satanás urde contra España.
Afortunadamente, lo mismo que un alado arcángel llamado San Miguel corrió a gorrazos al Demonio antes, ahora hay un Miguel gordo, viejo y cansado, pero alerta, que volverá a hacer fracasar al Diablo en sus satánicos designios.
Apenas queda tiempo para poner remedio a esa amenaza, por lo que hay que apresurarse para hacerla fracasar.
Se trata de evitar la nefasta huelga de futbolistas que, por inspiración satánica, se está urdiendo.
¿Qué hará esta atribulada sociedad española si, además de no santificar las fiestas, enfangarse en la concupiscencia de las encueratrices, vivir del cuento de las subvenciones y entronizar para que dirijan al Estado a los más rapaces de sus ciudadanos, se queda sin el fútbol.
España sería peor que una piara de sodomitas, gomorritas, idólatras y vagos.
Sería, Dios y San Miguel no lo quieran, un país sin fútbol.