viernes, 15 de mayo de 2015

ANDALUCIA FELIZ



                
Si en la tabla clasificatoria de las utopías ocupa el primer puesto la felicidad, la democracia le pisa los talones. Ambas son tan inalcanzables que, cuando el hombre vive en un estado de ausencia de dolor o de frecuente ejercicio de su derecho a votar, cree que es feliz.
Y cuando la mayoría de los individuos de un pueblo descubren que no hay peligro inminente de que le haga daño lo que más sufrimiento le ha provocado, si no feliz, puede vivir tranquilo.
Por eso, los andaluces viven tranquilos desde las elecciones del 22 de Marzo seguros de que el causante de sus problemas, el Gobierno de la Junta de Andalucía, ha dejado de ser una amenaza al menos mientras siga en funciones.
Eso sí: en cuanto deje de ser gobierno en funciones y recupere su capacidad plena de meter la pata y la mano, malagueñas tristes: de vuelta la burra al trigo.
Pero ya llegará el momento de llorar cuando toque porque, por ahora, y gracias a las limitaciones  que el Estatuto de Andalucía impone a las facultades del gobierno en funciones, como por ahora y ojalá que durante muchos siglos lo esté el de Susana Diaz, tiene expresamente prohibido:
                                              a) Aprobar el proyecto de Ley del Presupuesto de la Comunidad Autónoma.
·      b)  Presentar proyectos de ley al Parlamento de Andalucía.
·       Así que, tranquilos, mientras que los socialistas de la señora Diaz no puedan extorsionar con nuevos impuestos a los andaluces buenos para darle el dinero a los andaluces malos todo irá, si no bien, por lo menos mejor que hasta ahora.