La comisión constitucional del Frente Popular formado por los Partidos
Políticos de izquierda que se coaligaron tras las elecciones municipales del 24
de Mayo ganadas por el derechista Partido Popular, han alcanzado un consenso
inicial:
El título I. De los derechos y deberes fundamentales, que en la Constitución
todavía vigente proclama en su artículo 14 que “los españoles son iguales
ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de
nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o
circunstancia personal o social” tendrá la siguiente redacción:
“Los españoles, excepto los antiguos militantes y sospechosos votantes
del desde ahora proscrito Partido Popular, son iguales ante la ley, sin que pueda
prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión,
opinión, o cualquier otra circunstancia personal o social.
No obstante, se prohibe expresar públicamente las preferencias por las
relaciones entre personas de diferente sexo, la creencia religiosa basada en el
cristianismo y la opinión de que el núcleo de la sociedad es el individuo y no
el Partido”.
Aunque el acuerdo sobre la redacción de ese artículo contó con la opinión
unánime de todos los constituyentes, hay enconadas discusiones sobre otros
asuntos, sobre todo en cuento al nombre con que, en registro civil y en las
conversaciones privadas entre españoles, podrán llamarse los españoles.
Los constitucionalistas del Partido Socialista, los más radicales, insisten
en que se prohiba llamarse Pepe a ningún español o futbolista brasileño-portugués
del Real Madrid.
“Pepe”, argumenta el portavoz del Partido Socialista, “podría
convertirse en apología del PP, el Partido Popular”