viernes, 29 de mayo de 2015

LA ESPAÑA ETERNA



Hay que ver la poca confianza que algunos españoles tienen en la capacidad de supervivencia de ésta España, que fue capaz hasta de sobreponerse a la cutrez del régimen cuartelero del generalísimo Franco.
Este pueblo de eternos acobardados, que tan sabiamente ha aplaudido a su tirano de turno hasta que otro déspota heredara su poder y sus aplausos, teme ahora que una pandilla de perroflautas ponga fin a la existencia sometida que padece desde hace tres mil años.
Aquí se han corrompido todos los moralizadores: los romanos, los bárbaros, los moros, los bandoleros cristianos, los reyes casamenteros de estirpe alemana, los de origen francés, los más entretenidos de las dos repúblicas, los sargentos franquistas y hasta los urdidores postfranquistas.
Ya están a punto de tiranizar a los españoles los moralizadores antisistema, deseosos de corromperse desde su proyecto anticorrupción.
Y es que el pueblo español, eternamente sometido, tiene el bálsamo de fierabrás para eternizarse, por mucho que se empeñen en anularlo los opresores de turno:
Ensordecerlos con sus aplausos, encadenarlos con sus adhesiones inquebrantables, adormecerlos con la droga letal de sus elogios, dejar que la obesidad mórbida consecuencia de sus despojos los paralice.
Por eso, los de Podemos y similares, como otros tiranos que los precedieron, pasarán, y los españoles seguirán existiendo.
Sometidos, pero eternos.