miércoles, 24 de junio de 2015

EL ESTADO BELIGERANTE DE PODEMOS



Esos señoritos desarrapados a la última y tatuados a la antigua, como los legionarios y los presos, ya tienen la feligresía inicial de los propensos a dejarse embaucar por sus promesas.
Para mantener y ampliar el número de sus catecúmenos tienen que dar el trigo que predican que repartirán.
Y eso es lo más complicado porque si difícil es predicar y dar trigo, es imposible hacerlo dentro de la ley y sin enemistarse con los que tendrán menos para que los que ahora tienen menos tengan más.
Los igualitarios de ahora tendrán que seguir el camino de los de siempre: convertir al Estado neutral, que arbitra las discrepancias de la sociedad, en  Estado litigante, que vuelca todo su poder en favor de una parte de la sociedad y en contra de la otra.
Otra vez más se atisba una proclamada sociedad sin clases porque, realmente las reduce a dos: la de los burócratas del partido y del estado y la de los que obedecen a los burócratas del partido y del estado.
Lo de ahora es lo de siempre: más Estado, menos Libertad.
Y ganarán los romanos a los cartagineses porque, al fin y al cabo, libertad, ¿para qué?