sábado, 27 de junio de 2015

EL REFERENDUM



Lo de echarse un referendum para aprobar o rechazar las propuestas comunitarias según lo que decidan la mitad más uno de los votantes griegos puede marcar el inicio de una era nueva en la forma de gobernar.
La democracia plebiscitaria puede librar a la Humanidad de su principal amenaza: la sanguijuela llamada gobierno que engorda en la misma proporción en  que enflaquecen las sociedades a las que parasita.
Pero hasta a los dirigentes políticos los beneficiará: se acabaron las angustias que atormentan al político cuando, sin estar seguro de que la decisión que propongan será la adecuada, se juegan su prestigio, su honor y su carrera al promoverla.
¿Se debe, o no, rebajar el IVA de las entradas del cine para que la sociedad inculta se adentre en la vereda de la cultura? Se echa un referéndum.
¿Hay que estimular la retribución de los depósitos bancarios para robustecer la solidez financiera? Referendum al canto.
¿Incrementar la exposición oral de los conocimientos académicos excitaría la riqueza del vocabulario? Referéndum.
Los griegos, que hace treinta siglos abrieron los horizontes del conocimiento a la Humanidad, vuelven a señalar el camino hacia el futuro.
Desde el 5 de Julio de 2015 se humanizará la ingente responsabilidad de los políticos que disuade a multitud de ciudadanos capaces a dedicarse la noble tarea de gobernar.
A partir de entonces, todo estará sujeto a la aprobación o rechazo popular a decisiones que conciernan a la gente, desde el precio de la gasolina al castigo contra los asesinos.
Los políticos solo tendrán que convocar un referéndum para resolver cualquier discrepancia.
¿Y cómo sabrán si hay discrepancias en la sociedad sobre un asunto?
Echándose un referéndum, esta vez consultivo.