jueves, 16 de julio de 2015

EL TRILEMA DE RAJOY



El serio señor Rajoy se ha metido en un problema muy serio con eso de someter a aprobación de las Cortes el plan comunitario de ayuda a Grecia, para el que España tendría que soltar una milmillonanada.
Su grupo, el Popular, del que emana el gobierno de Rajoy, no puede votar en contra, por congruencia,  de lo que propone.
Tampoco le conviene votar a favor porque el presidente griego, además de ponerlo de vuelta y media y desear que sus apadrinados de Podemos lo echen del cargo, carecen de la seriedad identitaria de Rajoy. Son antitéticos.
Como todo tiene remedio menos la muerte, el dilema de Rajoy tiene arreglo convirtiendo el dilema en un trilema: que el PP se abstenga.
¿Se habrá conocido en la historia de las democracias parlamentarias un rasgo de generosidad como éste de que el que manda acepte por voluntad propia lo que decidan sus adversarios que aspiran a quitarle el mando?
La abstención del PP en el caso de la ayuda al gobierno griego (que no a Grecia) sería el rasgo más elegante y de respeto a sus adversarios que ningún gobernante haya dado jamás.
Pero la oposición al PP es tan enconada que ni eso le agradecerían y se lo afearían diciéndole que hay que ver  y que eso de abstenerse no es democrático.
Mariano, hombre impertérrito, pétreo, inerte por naturaleza, podría demostrar una vez más que hacer de Don Tancredo es el recurso infalible para burlar a un toro cornalón.