miércoles, 2 de septiembre de 2015

ENGAÑABOBOS


Por si alguien tenía dudas, el cachondeo que los españoles catalanes y los extracatalanes se traen con lo de la independencia de Cataluña confirma que eso de que gobierne el que más votos tenga es una gaita.

Porque si la mayoría de la gente cree que un gato blanco es negro, no por eso va a cambiar de color el gato.

Cambiemos el color del gato por otra disyuntiva: la de qué hay que hacer para vivir mejor:

A) Que todo ciudadano tenga derecho, por el hecho de serlo, a una vivienda digna, con agua corriente, calefacción y aire acondicionado, a una renta que le permita pagarse sus necesidades secundarias, a obtener las calificaciones que lo acrediten como doctor en ingeniería telúrica, a vacaciones en Niza, a cirugía estética para ser como quiera ser y no como  es, y a clases de zumba para que sea un experto bailarín de boogui-boogui.

B) Que todo ciudadano tenga derecho a disfrutar de la casa que construya, compre o alquile con su dinero en un mercado libre, que la dote de las amenidades que quiera, pagando su compra o instalación según los precios de un mercado libre, que tenga derecho a entrar en cines, teatros, toros o fútbol y disfrutar del espectáculo desde la localidad que haya pagado, que obtenga los certificados académicos que le correspondan según las pruebas de aptitud que su esfuerzo y sus conocimientos acrediten y que, si no está conforme con el físico que Dios le haya dado, que se disfrace para salir a la calle o que no salga de su casa.

No hace falta ser más listo que Briján para pronosticar que, si esas dos opciones se sometieran a votación popular  y democrática, la primera alternativa barrería y la segunda fracasaría.

Pues eso, para que nos entendamos, es en lo que han convertido los políticos la democracia: de la inocente utopía han fabricado un tentador engañabobos.