viernes, 18 de septiembre de 2015

LA RENTABLE PUBLICIDAD DE LA DESGRACIA




     Es menester ver lo que hay que ver y, en el caso que nos ocupa, es menester oír lo que algunos dicen.
No es un galimatías ni ninguna ocurrencia de Matías Galli, el personaje que dio su nombre a esa forma tan enrevesada de hablar que confunde al que escucha con la pretensión de entender lo que le dicen.
--“Déjese de galimatías y diga usted por derecho la tontería que tenga que decir”, me amonesta mi único lector, que soy yo.
Pues el caso es que un programa deportivo tuvo la idea de promocionarse organizando la venida a España, a mesa puesta y curro garantizado, a un entrenador sirio de fútbol al que promocionó como refugiado.
¿Y por qué precisamente ese caballero y no a otro de los  cientos de miles que van de la ceca a la meca mendigando acogida por Europa?
Porque Osama Abdul Mohsen tuvo la fortuna de que una periodista de televisión le pusiera una zancadilla, lo hiciera caer al suelo y la escena la universalizaran las televisiones.
El programa deportivo de radio que anoche lo presentó lo instruyó para que  se declarara partidario del Real Madrid, de la supremacía de Cristiano Ronaldo sobre Lionel Messi y de otras espontáneas ocurrencias del personaje.
Pero el programa deportivo, que no suele ocuparse de sutilezas sociopolíticas, cometió el error de preguntarle cuando salió de su Siria y el hombre reveló que salió hace año y medio de su pais para establecerse en Turquía con su familia y que, en vista de que allí no encontraba trabajo bien remunerado, se vino hacia Alemania como todos los humanos que se quedan sin trabajo.
En definitiva, que Osama Abdul Moshen se declaró emigrante y no refugiado y que los primeros, por decisión de la Union Europea, tienen que hacer cola en la fila de los que buscan trabajo y no en la menos estricta de los procuran seguridad.
El emigrante al que una zancadilla le dio la popularidad que aprovechó un programa de radio para autopromocionarse es un hombre de suerte: el resto de su familia viajará gratis a España porque una compañía aérea les dará los pasajes de balde.

DEMOCRACIA PARA CUANDO NO HACE FALTA GOBERNAR



En éstos tiempos en los que agoniza una civilización basada en el esfuerzo colectivo impulsado por el más audaz de sus individuos ya se vislumbra la que la está reemplazando: la que confisca el fruto del esfuerzo individual para repartirlo entre los que lo estorbaron.
Es la supresión del individuo diferenciado para camuflarlo en la masa anónima, oficialmente estructurada por burócratas intercambiables y que se renueva mediante alianzas soterradas.
El líder coyuntural de los burócratas, de donde emana el poder que contamina a la pirámide social desde su ápice a la base, justifica su hegemonía en el consenso aparente por el que lo encumbraron y que, en realidad, logró mediante amenazas o chantajes contra sus teóricamente iguales.
La forma tradicional de organización de la sociedad se conocía por los nombres de autocracia, dictadura, o caudillaje y se identificaba porque el que ocupaba el ápice piramidal del poder no lo ocultaba, y hasta alardeaba de que era el que mandaba.
En la nueva organización, el que manda se disculpa hipócritamente por hacerlo y hasta lamenta que sus conciudadanos y dirigentes subordinados lo hayan obligado a cumplir el mandato que le dieron en las elecciones para que gobernara.
En situaciones normales, en las que la vida de las sociedades que administren discurran por el rutinario cauce de la evolución, gobernar es un pasatiempo placentero: basta con evitar rivalidades peligrosas o con satisfacer lo mejor posible las necesidades básicas de los gobernados.
¿Y si surge un acontecimiento imprevisto, como una amenaza exterior, o proclama su independencia una región del territorio?
En esos casos, ese sistema de gobernar que se sustenta en el respaldo de la mayoría de los votantes pierde eficacia: se rinda o conteste con la guerra a la amenaza de guerra, para una parte de los votantes se habrá equivocado.
Y, si deja que los separatistas se escindan perderá los votos de los que no estén de acuerdo con mutilar el territorio.
En definitiva, el sistema de gobernar a capricho de los votantes es un método eficaz solo cuando las decisiones gubernamentales no afecten a situaciones decisivas.
 Para cuando gobernar sea innecesario.    

LA RENTABLE PUBLICIDAD DE LA DESGRACIA




     Es menester ver lo que hay que ver y, en el caso que nos ocupa, es menester oír lo que algunos dicen.
No es un galimatías ni ninguna ocurrencia de Matías Galli, el personaje que dio su nombre a esa forma tan enrevesada de hablar que confunde al que escucha con la pretensión de entender lo que le dicen.
--“Déjese de galimatías y diga usted por derecho la tontería que tenga que decir”, me amonesta mi único lector, que soy yo.
Pues el caso es que un programa deportivo tuvo la idea de promocionarse organizando la venida a España, a mesa puesta y curro garantizado, a un entrenador sirio de fútbol al que promocionó como refugiado.
¿Y por qué precisamente ese caballero y no a otro de los  cientos de miles que van de la ceca a la meca mendigando acogida por Europa?
Porque Osama Abdul Mohsen tuvo la fortuna de que una periodista de televisión le pusiera una zancadilla, lo hiciera caer al suelo y la escena la universalizaran las televisiones.
El programa deportivo de radio que anoche lo presentó lo instruyó para que  se declarara partidario del Real Madrid, de la supremacía de Cristiano Ronaldo sobre Lionel Messi y de otras espontáneas ocurrencias del personaje.
Pero el programa deportivo, que no suele ocuparse de sutilezas sociopolíticas, cometió el error de preguntarle cuando salió de su Siria y el hombre reveló que salió de su pais hace año y medio para establecerse en Turquía con su familia y que, en vista de que allí no encontraba trabajo bien remunerado, se vino hacia Alemania como todos los humanos que se quedan sin trabajo.
En definitiva, que Osama Abdul Moshen se declaró emigrante y no refugiado y que los primeros, por decisión de la Union Europea, tienen que hacer cola en la fila de los que buscan trabajo y no en la menos estricta de los procuran seguridad.
El emigrante al que una zancadilla le dio la popularidad que aprovechó un programa de radio para autopromocionarse es un hombre de suerte: el resto de su familia viajará gratis a España porque una compañía aérea les dará los pasajes de balde.