jueves, 24 de septiembre de 2015

QUE VUELVA LAWRENCE DE ARABIA



Si aprovecharan el tiempo viendo películas de cine en lugar de perderlo abatiendo todo voto a tiro antes de que lo haga el tirador vecino en la línea  de caza, los políticos resolverían conflictos que solo saben enconar.
Por ejemplo, el que con epicentro en Oriente Medio tiene al mundo entero tiritando desde hace justo un siglo.
Los políticos europeos, que saben lo que tienen que hacer pero no lo hacen porque a alguien le puede parecer mal lo que han hecho, parece que han llegado a la conclusión de que perderían menos resolviendo el problema de oriente medio que vendando las erupciones de la infección.
Incapaces de acoger en Europa  a todos los fugitivos de las guerras medioorientales, van a darle mil millones de euros a Turquía, Jordania  y Libano para que los hospeden.
Nuevo parche.
Si los políticos que han tenido esa ocurrencia hubieran visto la película Lawrence de Arabia, se percatarían de que lo que habría que hacer es volver la historia atrás justo un siglo para hacer lo contrario de lo que se hizo entonces.
En 1914 Turquía, se alineó con los Imperios Centrales (Alemania, Austria-Hungría y Bulgaria) contra Inglaterra, Francia y Rusia, y el pintoresco Lawrence de Arabia fue enviado por Inglaterra para alzar en armas a las tribus árabes contra la Turquía que las tenía sometidas.
La Turquía actual es el más fiable aliado de la actual Europa que, acorralada por la inestabilidad resultante de la derrota del Imperio Turco hace cien años, debería ahora hacer lo contrario de lo que entonces hizo:
Ni más ni menos que restablecer la soberanía turca sobre los territorios de Arabia, Siria, Jordania, Irak, Líbano y demás quilombos.