lunes, 9 de noviembre de 2015

CATALUÑA, ESPAÑA Y LA DEMOCRACIA



Mariano Rajoy preside en España el gobierno, conocido como Poder Ejecutivo, que tiene capacidad y obligación de hacer cumplir sin dilación las leyes vigentes en la sociedad española.
Pues Mariano Rajoy lo interpreta de otra manera: dilata la aplicación de las leyes hasta que se diluya el efecto del incumplimiento de la ley, para que otros decidan por él, y asumir  solo la responsabilidad de obedecer.
Y es que el que nace para obedecer no puede aprender a mandar.
¿Quién puede pretender que la gacela se enfrente y mate a mordiscos al guepardo, que nació para perseguir y matar a mordiscos a la gacela?
No vale argüir que la acción solo se justifica si se siguen escrupulosamente todos los trámites que la democracia dicte:
La democracia es uno más de los sistemas de los pueblos para organizar su convivencia, una herramienta para que cada uno de los individuos de los pueblos cumpla un objetivo común.
La democracia sirve a los pueblos, no son los pueblos los que tienen que servir a la democracia.
Sin democracia, España puede sobrevivir como ha sobrevivido hasta la falsa democracia de 1978.
Si desde 1978 se ha ido resquebrajando España, y está a punto de desgajarse una de las partes de su democracia para que sus habitantes dejen de ser españoles, ¿para qué les ha servido a los españoles su peculiar democracia?