domingo, 29 de noviembre de 2015

CUIDADO: EMPIEZA LA CAMPAÑA ELECTORAL

A los que nos aferramos a la libertad, como lo hace el náufrago a ese tablón semihundido del barco que se ha ido a pique, nos acecha un tiburón insaciable: la campaña electoral.
Una campaña electoral es, como nos ha enseñado la experiencia, un tiempo previo a las elecciones en el que los candidatos nos inducen a que hagamos lo que no deseamos hacer: votarlos.
Son quince días de permanente presión moral en los que unos individuos que saben perfectamente lo que a ellos les conviene, nos incitan a asumir que su interés es el nuestro.
Arteros tiburones que nos prometen devorarnos con mayor benevolencia que sus competidores por el festín.
Es una campaña electoral el más sutil atentado contra la libertad individual porque consiste en que hagamos por propia voluntad lo que otros quieren, sin que se nos ponga un cuchillo en el gañote para echar un papel por la ranura de una caja.  
Convierten la realidad de que a los inductores les conviene que votemos,, con la ficción de que los beneficiados son los que les conceden su voto.

La electoral es, como aquél que mandaba sin que lo votaran, y hasta en contra de los que los hubieran podido votar, una campaña orquestada para que las futuras trapisondas de los victimarios cuenten con la bendición de las víctimas.