sábado, 5 de marzo de 2016

UNANIMIDAD DEMOCRATICA

 Los partidos políticos españoles niegan que son dictaduras sometidas al capricho de su dictador particular, pero lo  ocurrido en las sesiones de investidura los han vuelto a desmentir.
¿Cómo se explica que ni uno solo de los 350 diputados votaran distinto de lo que sus jefes les habían ordenado que votaran para elegir presidente de Gobierno?
Son tan disciplinados estos diputados de la democracia como los sumisos procuradores en Cortes, que obedientemente aprobaban lo que el Caudillo les exigía que votaran.
(Porfirio Muñoz Ledo, ideólogo del presidente de México Luis Echevarría, me dijo en una ocasión que una democracia había llegado a la perfección cuando coincidían los votos de todos los votantes, cuando desapareciera la oposición).
De entre los diputados de las dos sesiones para encontrar presidente de Gobierno para España, los únicos díscolos respecto al resto de sus colegas han sido los del Partido Popular que,  unánimemente se pronunciaron en contra de lo que votaron sus colegas de los demás partidos y,aunque parezca increíble, todos apoyaron a Rajoy.
Todos, excepto los del Partido Popular, coincidieron en que es indispensable en éstos  momentos de parálisis política, echar  a Mariano Rajoy, el jefe de los populares.
Los del Partido Popular por el contrario, del primero al último de ellos, dieron su voto en contra de los demás, porque lo hicieron a favor de lo que su jefe les había mandado que votaran.
No está la economía española para que 350 de sus más preclaros ciudadanos, sus achichincles y turiferarios pierdan el tiempo que tan caro nos cobran a los que les pagamos.
¿Por qué cada grupo no delegó en uno de sis componentes para que votara por todos? 
Los demás podrían haberse dedicado,por ejemplo,a cardar cebollinos.
Y de ese Rajoy, la segunda votación ha confirmado lo que ya evidenció la primera: que es más malo que una riada, peor que una gripe en verano.
A los que nuestra poquedad nos impide ser tan asesinos como aquél terrible Muñoz que, cuando se hartaba de paella decía que había comido cadáveres con arroz, nos gustaría ser tan malos como Rajoy.
Al fin y al cabo, con el mismo mérito que Manolete, pasó a la historia Islero y, al robarle la vida a Robert Kennedy, Sirhan Bishara Sirhan estará siempre unido a la memoria de su víctima.
Apuesto que el siniestro Rajoy trascenderá al bondadoso Pedro Sánchez.


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