domingo, 3 de julio de 2016

AMOR MERCENARIO





Ahora resulta que, por fin, hemos descubierto una verdad que la historia de los últimos siglos ya había demostrado: que la relación de Europa con Inglaterra y de Inglaterra con Europa es como la de las parejas incompatibles por carácter, a las que solo la pasión o la necesidad las empuja a convivir.
Es algo así como “no puedo vivir sin ti, pero contigo tampoco”
Todavía sigue caliente la sábana sobre la que calmaron sus ardores en la última coyunda y ya la añoran.
¿Cómo seguirá la historia de este amor canalla, siempre tan imposible cuando el ardor se enfría?
Pues como en otras ocasiones: cada uno repetirá anteriores experiencias porque Europa se encaprichará temporalmente de seductores moros o eslavos e Inglaterra se arrimará a extraatlanticos americanos, africanos o extremo orientales.
Y cuando ese flirteo extraeuropeo les demuestre que esos apaños son menos satisfactorios que el que ahora han roto por la veleidasd de los ingleses, se repetirá esa reconciliación que, durante un tiempo, los junte en la misma cama,
Porque entre Inglaterra y Europa es imposible ese amor idílico en el que una parte de la pareja dé a la otra lo lo que quiere, aunque al dárselo lo haga a desgana.
Entre Europa e Inglaterra el único amor posible es el amor mercenario.

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