sábado, 20 de febrero de 2016

MEJOR SIN GOBIERNO

   Si cada ser humano es un átomo de la Humanidad, la humanidad española es cruelmente inhumana.
¿Qué por qué?
Porque dos españoles, Pedro Sanchez y Pablo Iglesias, serán desgraciados hasta que sus compatriotas españoles los dejan ser felices: se resisten a dejarlos presidir el Gobierno lo que, para ellos, seria como el beso que el Príncipe le dio a Blancanieves al final del cuento.
¿Es que alguno de los que los ha precedido en el cargo fué mejor de lo malos que pueden ser Sanchez o Iglesias?
La historia demuestra que no porque, en determinado momento, a los anteriores los echaron de la Presidencia y lo cambiaron por otro al que también echaron por malo, para sustituirlo por otro que resultó peor.
Un presidente de gobierno, en España, es como los modernos electrodomésticos, que los fabrican con fecha de caducidad garantizada.
Aquí, en ésta desgraciada España, solo ha mandado uno que mandó hasta que murió: el Caudillo.
Puede que, si manda Iglesias, tambíén lo hiciera hasta el día aciago en el que pase a mejor vida y deje a los españoles tan desamparados y desconcertados que, como cuando nos abandonó el Caudillo, se inventen una nueva democracia con la que todos los españoles que no manden puedan estar descontentos.
Sánchez ni siquiera ofrece esa garantía de durabilidad más allá de, si acaso, cuatro años.

Para cuatro años de mal gobierno, pues, mejor seguir como ahora, sin gobierno.