jueves, 17 de marzo de 2016

CORRUPCION

Detrás de todos (o casi todos) los casos en que se denuncia la corrupción política es la envidia la que motiva la protesta.
Se protesta no porque un determinado partido político robe, sino porque el denunciante no tiene oportunidad de hacerlo.
Por orden directo de denuncias por corrupción, el partido popular, el socialista y convergencia acaparan las denuncias.
Qué casualidad que los tres han sido los que han tenido la oportunidad de meter la mano en las arcas públicas para sacarlas manchadas de dinero sucio.
¡Qué mas quisiera Izquierda Unida que completar el grupo porque, salvo en los ayuntamientos en los que ha manejado el dinero de todos, no se ha podido corromper en el gobierno de la nación o de alguna autonomía, que es donde está la pasta gansa!
¿Y Podemos? Se ha entrenado esforzadamente corrompiéndose con dinero venezolano e iraní y ya puede pringarse, y se pringa, con los fondos que maneja en ayuntamientos y  comunidades autónomas en las que ya ha metido su zarpa.
Ciudadanos, esos políticos con aspecto de recién duchados, todavía no han tenido oportunidad de corromperse y, por ahora, solo son becarios que están aprendiendo de los que están ayudando a robar.
Y es que eso de quedarse con lo que no es de uno ni de nadie en particular porque es de todos en general, es una especie de incesto, todo queda en la familia.

En la familia política que es una familia peculiar, en la que hay padres, hijos y cuñados pero no primos.