jueves, 14 de abril de 2016

ANDALUCÍA: ESTO ES LO QUE HAY




Leo en la prensa, que es como me entero de lo poco que me entero porque la calle está atiborrada de torvos enemigos que me la tienen jurada, que la Junta de Andalucía tiene 1.800 empleados que no le dan un palo al agua.
Me parece increíble porque creía que, quedándome corto, el número de los que cobran en Andalucía por lo que votan y no por lo que hacen, habría que multiplicarlo por cien, como mínimo, para estimar los estómagos agradecidos de la Junta.
Pero siempre lo malo puede empeorarse ¿y los que cobran de la Junta por hacer algo, que más valdría que cobraran sin hacer nada?
Por ejemplo: los que guardan y mantienen limpitos los innumerables edificios que la Junta posee porque financia su construcción, aunque solo sirvan para emplear gente que los limpie, cuide, conserve y vigile.
A los andaluces, que somos todos parecidos al Regalito de Morena Clara, no se nos debe exigir—y el que lo haga fracasará—que hagamos nada útil porque no hemos nacido para eso, sino para jasé grasia.
Miren estos días por televisión, pero no vayan a comprobarlo in situ, la afanosa actividad que desarrollan en Sevilla los habitantes de la capital de nuestra autonomía y se percatarán de que seremos la región con más paro de Europa, pero también la que con más eficacia practica el agradable no hacer nada de provecho.
¿Y a los que nos critiquen porque quieren que, como ellos, vivamos para trabajar?

Envidia. Ladran porque cabalgamos.