lunes, 9 de mayo de 2016

ENVIDIA Y PROGRESO

Esta lluvia que cae mansamente sobre la selva artificial de frutales que cercan a mi pueblo augura la edad de oro en la que, después de meses de angustiosa incertidumbre, entrarán el 26 de Junio los españoles cuando el asfixiante verano vaticine la inminencia del infierno.
¿Mande?
Que no hay mal que cien años dure ni mazmorra sin ventanuco por el que pueda escaparse el Conde de Montecristo.
¿Mande?
Que después de tanta preocupación porque en España no haya gobierno que gobierne, llegará el momento en el que lo que angustie a los españoles será que el gobierno gobierne demasiado.
Pero eso es una barbaridad, un desarreglo mental, un vivir sin vivir en uno mismo.

Eso es todo eso y más: es la insatisfacción y la envidia, es lo que diferencia al hombre de todos los animales irracionales, desde el mosquito a la ameba que, como carecen de la máquina de progreso que es la rivalidad, se resignan a morir siendo lo mismo que cuando nacieron.