martes, 7 de junio de 2016

OJALA SIGA EN FUNCIONES EL GOBIERNO

A medida que se acerca el fatídico 26 de Junio se desvanece el sosiego en el que malvivimos desde que Rajoy tuvo el raro acierto de disolver las Cortes el pasado otoño.
Un  gobierno en funciones es como un tigre sin colmillos, como una víbora sin veneno. Asusta pero no mata.
¿Qué tiene de peligroso un gobierno que gobierna plenamente porque las Cortes lo hayan investido como poder ejecutivo y el moderadamente tolerable que está  en funciones porque carece del beneplácito de las cortes para gobernar plenamente?
Que el primero puede proponer y hacer aprobar leyes que alteren, casi siempre para peor, la vida de los ciudadanos y el segundo solo puede hacer cumplir las leyes ya aprobadas, pero sin enmendarlas ni aprobar otras que esclavicen todavía más a los ciudadanos.
Desde que Moisés bajo del Sinaí con las diez leyes fundamentales cuyo cumplimiento transmutó en esclavo al pueblo judío hasta entonces libre, todo cambio legislativo ha añadido nuevas cadenas al hombre ya antes esclavo.
¿Por qué no podrían seguir pagando los españoles los impuestos que ahora los esclavizan al Estado, las multas por circular a más de 110, y sin fumar en las tabernas?

Si alguna vez, Dios no lo quiera, al actual gobierno en funciones lo sucede otro con capacidad de cambiar las leyes, pagaremos los españoles impuestos todavía más onerosos, nos multarán por poner el coche a más de 60 kilómetros por hora y, aunque el gobierno sea el que más se beneficie con la venta de tabaco, prohibirá fumar, y multará por hacerlo, hasta debajo del agua.