viernes, 24 de junio de 2016

EL TRIUNFO DE LAS EMOCIONES



Eso de que el hombre es un  animal racional es tan mentira que, por si a alguien le quedaran dudas, el referendum de Gran Bretaña se las ha disipado definitivamente.
Han intentado convencer a los ingleses—que tienen fama de fríos e interesados—de que les conviene seguir manteniendo esa relación de eterno noviazgo con la Europa Comunitaria.
Como si en un par de meses se pudiera borrar la desconfiaza a Europa que siglos de experiencia ha enraizado en los ingleses.
De esa Europa de la que el referendum puede que los libre, llegaron a Inglaterra amenzas constantes a su independencia de tiranos normandos, franceses, alemanes, españoles y holandeses a los que, después de derrotarlos militarmente, confinaron en sus países para librarse ellos y librar a Europa de sus tiranías.
Los siglos, sus reyes y sus dirigentes políticos han logrado convencer a los ingleses de que desde Europa llegan la tiranía, el extremismo, la frivolidad. el excitante café que adultera su relajante té.
(La costumbre de disfrutar plácidamente de la infusión de esa hierba es lo único que maridó tan bien con los ingleses como la portuguesa Catalina de Braganza, que la introdujo, maridó con Carlos II de Inglaterra hace cuatro siglos).
Así que el resultado del referendum estaba cantado: pusieron a decidir a los ingleses entre la conveniencia relativa de compartir destino con  Europa o seguir rutas distintas. Entre el interés y la emoción.
Como en todas las ocasiones en las que se deja al arbitrio de grupos excitados decidir entre la repulsa y el interés, pierde el segundo y gana la primera.
El 26 de Junio lo veremos aquí, en ésta España de votantes movidos todavía más que los ingleses por emociones volcánicas.
Y la emoción más irracional que éste verano solanero agita a ésta España en vísperas de 26 de Junio es, si no el odio, por lo meno la aversión contra el Partido Popular.
Los temperamentales españoles seguro que votarán más con la emoción del rechazo que con la convicción inspirada en la razón.