martes, 5 de julio de 2016

FUTURO SIN NIÑOS






Por lo que en los pasados días he oido y leido, no hay nadie que no haya hablado ni oido hablar de las innumerables maneras, entre ellas el bestialismo, de expresar cada uno su preferencia sexual.
Para probar la seriedad de mis intenciones y evitar que alguien me acuse de frívolo, voy a citar nada menos que el tratado “de senectute”, en el que aquel ilustre romano llamado Cicerón, no se sabe si porque procedía de una familia de garbanceros o porque tenía en la nariz una verruga en forma de garbanzo, exponía sus razonamiemntos a su amigo Attico sobre la vejez.
“Permítaseme, Attico, que te habla de las mismas cosas de las que hablaban a Flaminimo”, se disculpaba Cicerón.
Y yo me disculpo por adelantado por hablar de lo que todo el mundo ha hablado con motivo del antiguo día del “orgullo gay”, devenido ahora en “dia de la diversidad sexual”
¿Por qué el cambio de nombre? Porque, a medida que el rodillo de la historia aplasta de forma implacable el nefando pecado antiguo hasta presentarlo ahora como derecho individual de cada uno, nuevas extravagancias amatorias consiguen el marchamo de hábito natural.
Así, y en el futuro inmediato, habrá alguna colectividad humana que exija que se considere natural la coyunda con un mosquito o con una encina centenaria.
Todo, entre adultos que consientan libremente, estará permitido y, hasta que las leyes lo permitan, será una noble causa la lucha por su legalización.
Nada que oponer personalmente porque uno es tan liberal que defiende que cada cual se rasque donde le pique y no donde le pique a otros.
Pero no puede sacudirse uno una preocupacion que no lo deja a uno dormir más allá de diez horas diarias.
Todas las nuevas variedades de satisfacer los apremios de la líbido, tan antiguas como el ser humano, coinciden en algo que, de tanto pensar en eso, le quitan a uno el sueño:
Ninguna de esas nuevas formas amatorias dan como resultado la multiplicación de la especie para que la humanidad se renueve y nunca falten seres humanos.
La única solución que podria resolver el futuro problema es que los inmigrantes, los miembros de tribus remotas que algún dia emigrarán al mundo moderno y algunos recalcitrantes albañiles y picapedreros sigan sus atrasadas costumbres.