miércoles, 6 de julio de 2016

ALGO HABRÁ QUE HACER





Mal momento es éste del largo y cálido verano que ya nos narcotiza para inventar una preocupación que enajene a los españoles y los haga preocuparse de lo importante, una vez se agote la de la formación de gobierno, que tan distraidos nos ha tenido durante un año.
Descartado lo del trabajo, que es al fin y al cabo solo un castigo divino contra la insolencia humana, encontremos una preocupación lo suficintemente amenazadora como para que la humanidad española no se aburra.
Como el enemigo del bien es el demonio, debería dejar de matar ya  moscas con el jopo, que es en lo que ha estado entretenido mientras los españoles se lamentaban de no tener un gobierno que pueda inventar leyes para fastidiarlos.
Pero no vale la ocupación ritual en la que los españoles se entretienen en cuanto estrenan gobierno: quejarse de lo mal que gobierna y desear que lo echen cuanto antes para cambiarlo por otro peor.
Sugerencia: Llegar a un consenso, si no unánime, por lo menos a un asenso ampliamente mayoritario, sobre el empleo de la diéresis.
Tmbién podrían echarse los españoles un  referendum para que los años se contaran no a parttir de la fecha del nacimiemnto de Cristo, que además de imprecisa es algo demasiado antiguo, sino desde el 20 de noviembre de 1975, el día sorprendente en que, con la muerte del Invicto, se gestó la Democracia.
Aquí, eso está claro, hay que hacer algo para que el personal se entretenga en algo provechoso como, por ejemplo, la aplicación a Saturno de la teoría de Horbiguer sobre las cinco lunas o el placer supremo de vivir sin hacer nada útil, lo que redundaría en provercho de todos.