lunes, 11 de julio de 2016

LA SUERTE DE PORTUGAL

La suerte es ese imponderable caprichoso del que depende que ocurra lo imprevisto para que suceda lo imposible.
Y Portugal ganó ayer el campeonato de Europa de fútbol de selecciones nacionaleds gracias a la suerte.
El golpe de suerte de Portugal fue el golpe que a Cristiano Ronaldo le dio un contrincante francés, por el que el seleccionador portugués se vio obligado a sustituirlo por un suplente imprevisto.
Perdió el espectáculo porque la gente que acudió al estadio o vio el partido por televisión se quedó sin ver las teatrales quejas de Ronaldo, sus enfurruñados gestos cuando algún compañero no le pasara la pelota, su abombado pecho de gorila exultante al conseguir un gol.
Y como la suerte no lo es si no es completa, la selección de Portugal tuvo la fortuna de que su seleccionador acertara al cambiar a Ronaldo por un antironaldo conocido por Quaresma.
(El Barcelona, un equipo que tradicionalmente ha dado preferencia a los peloteros en detrimento de los cañoneros, se quedó en tiempos remotos con Quaresma y descartó a Ronaldo cuando ambos les fueron ofrecidos).
Y con Ronaldo fuera y Quaresma dentro Portugal cambió: sus futbolistas empezaron a jugar todos para todos en vez de hacerlo, como hasta entonces, todos para Ronaldo.

Y fue esa la razón por la que Portugal ganó el partido y la Copa de Europa: la voluble suerte sonrió a los portugueses en el momento oportuno, cuando a Ronaldo no le había dado tiempo de quejarse más que media docena de veces en la docena de minutos que estuvo sobre el césped.