viernes, 15 de julio de 2016

NIZA

Una batalla más de esa guerra declarada por los que quieren ganarla contra los que podrían ganarla si quisieran hacerlo.
Una guerra, esta declarada por el Islam contra los que se resisten a aceptar como verdad única la verdad del Profeta, en la que fatalmente se impondrá la voluntad a la capacidad.
Porque los soldados del Profeta demuestran en cada atentado su voluntad de ganar la guerra contra los no creyentes en su verdad, y las víctimas de esos actos bélicos unilaterales se resisten a convencerse de que su pasividad es el preludio de su exterminio.
En ésta desigual confrontación entre la voluntad activa y la resignación pasiva el desenlace es fácil de prever: los que quieren matar exterminarán a los que prefieren que los maten, con tal de no morir matando.

¿Cuantas Nizas más aguantará el Occidente pasivo? ¿Cuántas Nizas más tolerará el Occidente pasivo para reaccionar frente al Oriente agresivo?