domingo, 6 de noviembre de 2016

TAMBIEN LOS DE PODEMOS ROBAN



Puede que los españoles estemos viviendo los momentos más trascendentales de nuestra reciente historia porque, al comprobar que entre nosotros no hay quien pueda tirar la primera piedra, nadie se atreverá a apedrearnos.
Me refiero a los compatriotas de Podemos, esos bichos raros de entre los españoles que afeaban falta de honestidad a los que no son de su partido.
Gracias a Dios, el poco tiempo transcurrido desde que empezaron a acusarnos a los demás de que somos unos sinvergüenzas ha terminado.
En cuanto han tenido ocasión de quedarse con lo que no es suyo lo han hecho, y se ha acabado la incómoda situación de que nos hagan sentirnos culpables a los que hemos tenido antes que ellos la ocasión de robar.
Y es que no roba el que quiere sino el que puede y los podemitas pueden hacerlo, y lo hacen, en cuanto los han dejado meter mano en bolsillo ajeno.
Si es consuelo de tontos el mal de muchos, el mal de todos es reconfortante porque nadie se da cuenta de que es manco si a todos nos falta un brazo.
Y los de Podemos, que presumían de que eran los únicos políticos españoles honrados, en cuanto han tenido ocasión robar lo han hecho.
Porque, ¿qué es la honestidad, al fin y al cabo? La condición pasajera que acaba en cuanto se presenta la ocasión propicia para ser un sinvergüenza.